Soloio encara la liquidación mientras negocia la venta de la marca

Veinticinco años de trayectoria encuentran su final por culpa de la pandemia. Soloio, especializada en complementos para hombre, ha entrado en liquidación tras no superar el duro golpe que la crisis supuso en su facturación. La marca no está incluida en el proceso y sus propietarios están en negociaciones con un potencial comprador para darle continuidad.

La sociedad Soloio Disegno Italiano, que incluye activos como la red de tiendas, presentó concurso de acreedores abreviado el pasado 27 de enero en el Juzgado de lo Mercantil número 13 de Madrid. Ayer, el Registro Mercantil recogía ya la apertura de la fase de liquidación y la disolución de la sociedad.

El fuerte descenso de ventas registrado por el sector de los complementos, la suspensión de los encuentros sociales y la caída del turismo han sido las causas del cierre. “La primera ola la resistimos, pero la segunda ya no la hemos podido soportar”, explica Alejandra Brizio, cofundadora y propietaria de la compañía.

Soloio ha comenzado negociaciones con un potencial comprador de la marca para darle continuidad

La marca Soloio queda fuera del proceso ya que no es propiedad de la sociedad, sino de los fundadores, Brizio y Fernando Durbán. La sociedad liquidada controla el resto de activos, incluidas las nueve tiendas de la compañía.

Soloio echó a andar en 1994 y logró hacerse un hueco en el sector con diseños diferenciados y una oferta concentrada en un nicho, los complementos masculinos. La empresa creció apoyada en la expansión internacional, especialmente en Latinoamérica, donde contaba con presencia en México, Colombia o Panamá.

La compañía producía el 70% de su colección en Italia y el 30% restante en España y Portugal, donde se encargaban también todos los trabajos de estampación de la firma. La plantilla antes del Covid-19 ascendía a setenta personas en España y otras treinta en el mercado colombiano. Según los últimos datos disponibles, la empresa cerró 2019 con una facturación de 2,2 millones de euros.

Oleada de crisis

El concurso y liquidación de Soloio es sólo una más en la oleada de crisis que ya ha comenzado a desencadenar el Covid-19 en el negocio de la moda. Sólo en lo que va de año, también han echado el cierre Etxart&Panno, de moda de fiesta; Pili Carrera, de moda infantil, y la industrial Encajes Laquidain. Otras como Tino González, Paco Herrero o Trasluz ya habían cerrado antes de la pandemia.

El ajuste ha llegado también a grupos internacionales que operaban en el mercado español como G-Star y Petit Bateau, que han cerrado todas sus tiendas en el país, o Sergent Major, que ha llevado a concurso su filial española.