El dueño de Sports Direct cierra la compra de Agent Provocateur por 31 millones
El fondo 3i puso en venta Agent Provocateur el pasado enero después de que un error contable supusiera la salida del presidente de la compañía, Chris Woodhouse.
2 mar 2017 - 14:00
El deporte conquista la lencería. Mike Ashley, fundador y consejero delegado de Sports Direct ha cerrado la compra de Agent Provocateur, que se encontraba a las puertas de entrar en concurso de acreedores. El acuerdo se completó anoche por 27,5 millones de libras (31,58 millones de euros), ligeramente por debajo de los treinta millones que pedía 3i, el fondo propietario de Agent Provocateur, en un inicio. La compra se ha realizado a través de Four Holdings, una empresa de márketing propiedad del empresario.
Ashley ha llegado a un acuerdo con 3i por hacerse con la firma, por la que también han pujado Etam, Lion Capital y Terra Firma Capital Partners. Ashley también tiene participaciones en French Connection y Debenhams.
Agent Provocateur estaba en manos de 3i desde 2007, cuando el fondo compró la compañía a Joe Corré, el hijo de Vivienne Westwood y fundador de la empresa, por sesenta millones de libras (81,8 millones de euros).
El fondo 3i compró Agent Provocateur en 2007 por setenta millones de libras
En enero, 3i fichó a la compañía especializada en reestructurar empresas en dificultades AlixPartners para liderar su venta, que analizó la posibilidad de solicitar el equivalente británico al concurso de acreedores para garantizar su continuidad.
A finales de enero, Agent Provocateur anunció haber recibido al menos una docena de ofertas para hacerse con el grupo. Sin embargo, algunas de ellas se encontraban por debajo del precio que había marcado su dueño de treinta millones de libras (35 millones de euros). Esta es la segunda vez que 3i trata de vender la compañía. En 2014, el fondo lo intentó por 250 millones de libras.
En 2016 Agent Provocateur perdió a su consejero delegado, Garry Hogarth, tras diez años en el cargo, y lo sustituyó poco después su homólogo en Dior Homme. En la recta final del año, la empresa cerró el 30% de su red de tiendas y recortó un tercio de su plantilla, además de destituir a su presidente por un error contable.