Teresa Helbig regresa a Los Ángeles y acelera online tras superar el millón de euros en ventas

Teresa Helbig vuelve a vivir el sueño americano. La compañía de moda de autor, con sede en Barcelona y capitaneada por la diseñadora del mismo nombre, regresa a Los Ángeles de la mano de una agencia de comunicación, que también realizará pedidos a medida, según ha explicado Helbig a Modaes.

La firma ya estuvo presente en la ciudad estadounidense en 2019 con un trunk show, y en su showroom de Madrid tiene una base recurrente de clientas del país. “Queremos ir pasito a pasito, pero puede ser un buen mercado”, relata la creativa.

La agencia que ha contratado Helbig también realiza venta a clienta final, tomando las medidas que luego se envían a Barcelona para la producción. La costura in house continúa siendo estratégica para la empresa, que está reforzando el equipo con nuevas incorporaciones.

Teresa Helbig está en negociaciones para poder expandir su presencia en Londres

“Hemos contratado a gente muy joven a la que estamos formando, queremos hacer escuela”, apunta. En total, la compañía emplea a quince personas en el taller, donde realiza toda la producción. En 2022, Teresa Helbig facturó 1,1 millones de euros, frente a los 878.138 euros de 2019.

Teresa Helbig también mantiene el proyecto de moda infantil que lanzó en 2021, Petit Helbig, que se vende únicamente online. Continúa siendo, según la diseñadora “un embrioncito”, que en las últimas temporadas ha virado su oferta para centrarse sobre todo en comunión.

Tras Los Ángeles, el siguiente paso en el extranjero será Londres. “Estamos en conversaciones con varios operadores para ver qué tipo de presencia podríamos tener, aunque a lo que vemos más sentido son los pop ups”, apunta.

La firma ha reorientado su línea infantil para enfocarse en la comunión

La compañía tiene un showroom en Madrid que abrió el año pasado en la calle Jorge Juan y su taller en Barcelona, ubicado en la calle Mallorca. Además, está reforzando su oferta online, donde distribuye pequeñas cápsulas de velas, joyería y algunas prendas de su colección de prêt-à-porter.

“Hicimos un relanzamiento en 2018 y creemos que va a ir cogiendo cada vez más peso”, relata. “Estamos haciendo pruebas con realidad aumentada, para convertirla en un showroom virtual”, avanza.

Además, la compañía está trabajando en el desarrollo de unas etiquetas digitales que permitirán al cliente conocer la trazabilidad del producto hasta el tejido, en línea con el pasaporte de producto que quiere implementar la Comisión Europea.

Por el momento, Helbig descarta la entrada de un socio externo, salvo que apareciera “el socio especializado, que entendiese mucho nuestro negocio; somos un concepto muy nicho”, apunta.

La marca, que presentó su última colección hace dos semanas en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, echó a andar en 1996, después de que la diseñadora comenzara su carrera en el sector como escaparatista.