Tom Ford arma su nuevo equipo y ficha talento de Condé Nast y Kering para márketing

Tom Ford da forma a su nueva cúpula. La compañía, que fue adquirida por Estée Lauder a finales del año pasado, ha incorporado talento del grupo editorial Condé Nast y del conglomerado de lujo Kering para su equipo de márketing.

Rebecca Mason, que hasta ahora lideraba la dirección creativa del contenido patrocinado de Condé Nast, será la nueva vicepresidenta global de imagen de marca de Tom Ford. Por su parte, Paolo Cigognini, director de márketing de Alexander McQueen (propiedad de Kering) desde 2016, será vicepresidente de comunicación global.

Ambos reportarán al consejero delegado, Guillaume Jesel, y Cigognini responderá también ante Lelio Gavazza, quien lidera la división de moda de Tom Ford.

Tom Ford ha incorporado a Rebecca Mason y Paolo Cigognini

Estée Lauder compró la marca a finales del año pasado por 2.800 millones de dólares. El grupo estadounidense era ya el licenciatario de cosmética y perfumería de la firma, que ha mantenido un robusto crecimiento en los últimos años.

La línea de moda, por su parte, corre a cargo del grupo Zegna bajo un acuerdo de licencia a largo plazo. La dirección creativa está en manos desde Peter Hawkings, que toma el relevo del propio Tom Ford y que presentará su colección debut en la semana de la moda de Milán.

La firma echó a andar en 2005 de la mano de Tom Ford y Domenico de Sole después de que ambos dejaran sus cargos de director creativo y consejero delegado de Gucci, donde formaron uno de los tándems estrella de la historia reciente del lujo.

Cigognini reportará al consejero delegado y al director de la división de moda

La marca se apoyó en sus inicios en las licencias, con un acuerdo con Estée Lauder para la línea de cosmética, con Marcolin Group para óptica y con Zegna para la línea de moda masculina y sastrería.

Actualmente, la firma opera con con 51 tiendas monomarca y setenta corners en Estados Unidos, Europa y Asia Pacífico, teniendo en cuenta únicamente las colecciones de moda.

En el momento de la venta, Tom Ford controlaba el 64% de su compañía. El resto estaba en manos de Zegna, con una participación del 15%; De Sole, con un 11%, y Grupo Americo Amorim, un conglomerado portugués que ostentaba el 10% restante