Entorno

África: la eterna promesa es todavía un páramo para el ‘sourcing’

La eterna gran promesa del aprovisionamiento de moda no termina de ganar espacio en el mapa de compras de la moda europea, que se han reducido un 32% en la última década.

Iria P. Gestal

20 nov 2018 - 04:47

África: la eterna promesa es todavía un páramo para el sourcing

 

 

Nigeria, Angola, Etiopía, Kenia. El aumento de los costes de producción en el Sudeste Asiático y la necesidad de acercar la producción a Europa por los nuevos ritmos de la moda ha convertido el África negra en la eterna promesa del aprovisionamiento de moda. Pero estos polos subsaharianos están todavía lejos de convertirse en el nuevo Marruecos o Bangladesh. En los últimos diez años, las compras europeas de moda en África (excepto el norte) se ha desplomado un 30%, con Botswana como principal proveedor en la región.

 

Mientras que los países del norte de África como Marruecos, Túnez o Egipto mantienen un papel cada vez más relevante en el aprovisionamiento europeo de moda, con una industria ya asentada y una muy atractiva cercanía con el continente, las compras al África subsahariana han descendido en la última década.

 

De hecho, desde 2007 las importaciones europeas de moda a este conjunto de países se han reducido un 32%, hasta apenas 4.533 millones de euros, tan solo el doble que otros mercados clave para el sector en solitario como Italia, Portugal o Alemania.

 

 

 

 

En la última década, las compras del sector a territorio africano han registrado una evolución desigual. Mientras Marruecos ganaba peso, las importaciones a países del África subsahariana encadenaron cuatro años consecutivos en descenso, entre 2011 y 2015, para repuntar un 18,7% en 2016 y volver a caer, un 16,7%, en 2017.

 

Los bajos costes de producción no han logrado compensar, al menos por ahora, otras deficiencias como los problemas energéticos, las pobres infraestructuras y la poca cualificación de la mano de obra.

 

Sin embargo, muchos operadores, tanto industriales como de distribución, llevan años tomando posiciones en mercados como Etiopía, líder recurrente en la inversión extranjera en el sector. Grupos como H&M, Primark o PVH están derivando parte de su producción al país africano, mientras que Zara, Levi’s o Under Armour lo hacen a través de su proveedor de Dubái y Giorgio Armani y Hugo Boss, de la mano de su socio chino. Los industriales del gigante asiático son, de hecho, quienes están liderando la inversión en el país.

 

 

 

 

Sin embargo, Etiopía no está siquiera entre los primeros países de aprovisionamiento de la moda europea en el continente. En cabeza están, a gran distancia, Botswana y Sudáfrica, con importaciones de más de mil millones de euros el año pasado.

 

Le siguen, ya por debajo de los 400 millones, Sudáfrica, Madagascar, Mauricio, Lesoto, Angola y el Congo. En octava posición se encuentra Nigeria, con apenas 152 millones de euros en importaciones en 2017, y Namibia, con 140 millones. Etiopía se encuentra en el número trece de la lista, con ventas de moda a Europa por valor de sólo cincuenta millones de euros.

 

En los últimos diez años, Lesoto, Tanzania y Zimbabue han sido los países que más han disparado sus ventas de moda a Europa, más que duplicándolas, si bien también partían de una base ínfima. En cambio, las compras a Sudáfrica, el país más desarrollado del continente, Namibia y Mauricio se han reducido a doble dígito.