El FMI alerta de “preocupantes primeras señales de fragmentación” en Asia
La fragmentación geoeconómica es uno de los principales temores de los organismos internacionales y la organización señala a Asia como la punta de lanza de una nueva tendencia que puede disolver los vínculos comerciales.
3 nov 2022 - 05:00
Las grietas empiezan a abrirse. Este es el aviso emitido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que señala que el mercado de Asia y el Pacífico está registrando “preocupantes primeras señales de fragmentación”, lo que reducirá la inversión, estrechará el Producto Interior Bruto (PIB) y subirá el desempleo de la región responsable de la mitad de la demanda de materias primas y de un tercio de las exportaciones europeas.
El principal responsable de la distancia comercial entre los países orientales es la incertidumbre. “Esta medida se disparó en 2018 en medio de las tensiones entre Estados Unidos y China, y ha vuelto a aumentar a raíz de la inversión rusa de Ucrania, ya que las sanciones impuestas a Rusia crearon incertidumbre en torno a futuras relaciones comerciales”, asegura la entidad.
Aunque no existan restricciones reales, la organización con sede en Washington asegura que la incertidumbre política relacionada con el comercio puede empeorar la actividad económica, ya que las empresas pausan la contratación y la inversión, y las nuevas empresas pueden decidir posponer la entrada al mercado.
En concreto, el FMI estima que el aumento de las tensiones comerciales reduce la inversión un 3,5% después de dos años, recorta el PIB en un 0,4% y la tasa de desempleo aumenta un punto porcentual. Para Asia, dado su rol en el comercio y la fabricación global, los sectores que se vean obligados a contraerse debido las restricciones comerciales acarrearan la pérdida del 7% del empleo.
El FMI estima que el aumento de las tensiones comerciales reduce la inversión un 3,5% después de dos años
Ante la incertidumbre y las barreras comerciales, el FMI señala que el continente asiático sería el más perjudicado. Mientras que el mundo reduciría en un 1,5% su PIB, la corrección en Asia sería de más del 3%.
Para realizar este cálculo, la organización dirigida por Kristalina Georgieva estima la creación de bloques comerciales en sectores sensibles como el energético y el tecnológico. En este escenario, el FMI apunta que las pérdidas serán mayores en países como China, Corea del Sur y Vietnam, tanto por la pérdida de los mercados de exportación, como por la fragmentación de las complejas redes de producción. En el otro lado de la balanza, los exportadores de energía como Australia o Indonesia anotaran pérdidas menores.
Sin embargo, la región puede verse más afectada por una segunda ronda de barreras comerciales más allá de los sectores señalados. De volver a las restricciones que operaban en el punto álgido de la Guerra Fría, entre la Segunda Guerra Mundial y los últimos años de la década de 1970, las pérdidas anuales a escala mundial serían del 1,5% del PIB, con pérdidas en Asia Pacífico de hasta el 3,3% del PIB.
“Para algunas economías, estas pérdidas anularían todos los beneficios de las reducciones arancelarias desde 1990, incluida la Ronda Uruguay y las reducciones arancelarias preferentes”, asegura la entidad.
Tras un aumento del PIB del 6,5% en 2021, el FMI proyecta un crecimiento del 4% en Asia-Pacífico. La región se enfrenta al endurecimiento de la política financiera y al esperado ralentizamiento del comercio mundial. “Aunque Asia continúa siendo un punto relativamente brillante en una economía mundial cada vez más aletargada, se espera que crezca a un ritmo muy inferior a la tasa media del 5,5% registrada en las dos décadas anteriores”, apunta la entidad.