Ellen MacArthur urge una mayor colaboración para implementar una RAP ‘eficiente’

La fundación Ellen MacArthur ha resaltado la necesidad de implementar un sistema de responsabilidad ampliada del productor (RAP) obligatorio para construir un ecosistema textil circular. La entidad, que ha publicado el estudio Superando los límites de la RAP en el sector textil, urge a una “colaboración sin precedentes entre los gobiernos” para escalar los sistemas de recogida y clasificación de desechos textiles.

“En todo el mundo, alrededor del 80% de los textiles terminan fuera del sistema una vez desechados, y acaban incinerados o en vertederos”, reza el informe. La fundación ha resaltado que estos sistemas se enfrentan todavía a día de hoy a una difícil rentabilidad económica, lo que supone una barrera para alcanzar una economía circular en el sector.

Para superar este obstáculo, la entidad ha urgido a los sistemas nacionales a alinearse bajo los mismos objetivos claves, a la vez que a adoptar una serie de objetivos propios que se adapten a las características de cada país o región. “Además, debe explorarse la posibilidad de ampliar esta política más allá de las fronteras nacionales para gestionar los residuos textiles en los países en los que acaban finalmente”, asegura el informe.

La fundación ha instado a implementar la RAP más allá de las fronteras nacionales

El estudio también ha resaltado cuatro beneficios clave de los sistemas de ecotasas, que incluyen la atracción de capital inversor para construir las infraestructuras necesarias para escalar los sistemas de reciclaje o la mayor transparencia y trazabilidad de los materiales.

“En el sistema actual, la mayoría de los modelos de negocio son lineales: se basan en grandes volúmenes de productos nuevos, elaborados a partir de recursos vírgenes y que a menudo se utilizan durante poco tiempo para ser desechados después”, alerta la entidad. Para cambiar esta situación, la fundación ha instado a las empresas a diseñar los productos de manera más sostenible (tal y como se regulará a través de la nueva Ley de Ecodiseño), invertir en estructuras compartidas y acelerar los sistemas colaborativos.

Por último, la entidad ha remarcado la necesidad de que las empresas comiencen a actuar lo antes posible, ante la posibilidad de que la normativa “todavía tarde años en llegar”. “Las acciones industriales coordinadas son necesarias para para cambiar los modelos económicos lineales y capturar todo el valor de oportunidad del sector al utilizar los materiales y productos durante el mayor tiempo posible”, finaliza.