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Meléndez (Re-viste): “Hay que ser duros con las malas prácticas para respetar la credibilidad”

La Asociación para la Gestión del Residuo Textil presentó ayer su marca comercial, Re-viste, para ganar notoriedad y alcanzar al público final. Un acto con ayuntamientos, empresas y recicladores para instar a la colaboración.

Meléndez (Re-viste): “Hay que ser duros con las malas prácticas para respetar la credibilidad”
Meléndez (Re-viste): “Hay que ser duros con las malas prácticas para respetar la credibilidad”
Re-viste, que aúna a las grandes empresas del sector, debe coordinarse en su tarea de recolectar, clasificar y reciclar una cantidad de desecho tan grande como el tamaño de su negocio.

C. Oliveras

11 oct 2024 - 05:00

Los cinco pactos de Re-Viste. Gobierno, ayuntamientos, el tercer sector, los recicladores y, por último, el consumidor. Estos son los cinco actores con los que el nuevo scrap de los gigantes de la moda, Re-Viste, debe coordinarse en su tarea de recolectar, clasificar y reciclar una cantidad de desecho tan grande como el tamaño de su negocio.

 

La entidad, que hasta ahora operaba como Asociación para la Gestión del Residuo Textil, presentó ayer su nueva marca comercial, con la que prevé a partir de ahora avanzar en la creación y financiación de un sistema colectivo de recolección y reciclaje de la moda. “Tendremos que ser duros con las malas prácticas si queremos respetar la credibilidad del sector”, aseguró ayer Juan Ramón Meléndez, director general de la recién bautizada entidad.

 

Los gigantes de la moda se enfrentan ahora a una tarea similar a la que asumió Ecoembes hace 27 años, cuando la Unión Europea incluyó a los envases entre los productos obligados a una recogida separada. Desde entonces, la entidad ha trabajado en crear una narrativa alrededor del reciclaje de plástico, financiar la recogida y, especialmente, comunicar al consumidor y ganarse su confianza para poder alcanzar sus objetivos, algo que debe hacer ahora la moda.

 

 

 

 

Durante el acto de presentación, Meléndez hizo hincapié en los objetivos propios de Re-Viste, entre los que destacó la colaboración con el resto de agentes para “impulsar lo que ya se ha construido” en los últimos años. El directivo, sin embargo, recalcó la comunicación, tanto con los consumidores como entre la industria, como la única forma de alcanzar un nuevo modelo circular de la moda española.

 

Para formar un sistema que gestione desde la recogida al desecho de los textiles, Re-viste debe formar alianzas con cinco actores diferentes de la cadena: de los consumidores, que deben depositar la ropa utilizada en los contenedores, a las empresas recicladoras, que se encargarán de clasificar y reciclar el residuo. “Tenemos que aprovechar las sinergias del sector y ser capaces de generar economías de escala”, enfatizó el directivo, que añadió que “avanzar solo es imposible”.  

 

A la comunicación hizo referencia también Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que participó en la mesa redonda posterior a la presentación. “Re-viste debe ser un instrumento para avanzar en la circularidad, comunicando y llevando a cabo un reporte de datos, pero siempre con transparencia y sin caer en el greenwashing”, recordó la responsable.

 

En el marco de su intervención, sin embargo, Gómez no aclaró las dudas sobre la publicación del Real Decreto que deberá trasponer la directiva europea sobre responsabilidad ampliada y que la moda está esperando para saber con exactitud las características del modelo a partir del cual deberá operar. A pesar de que el texto se espera para la primavera del 2025, la sensación general en el sector es que este se retrasará, sin fecha todavía estimada. “Se va a aprobar un texto, pero también queremos asegurarnos de que este vaya acompasado con la actualización de la directiva marco de residuos de la Unión Europea”, defendió la directora general.

 

 

 

 

Recogida selectiva y el papel del consumidor

Según los datos de Gómez, en 2020 se generaron más de siete millones de toneladas de residuo textil en España, de los cuáles (lo que es más preocupante, recalcó la representante) el 80% estaban mezclados con el resto de los residuos. “Debemos trabajar en trasladar al ciudadano la importancia de separar los residuos textiles desde el inicio, no sólo porque facilita la tarea al sector, sino por los enormes beneficios ambientales, sociales y económicos que esto supone”, resaltó Gómez.

 

Y para hablar de los consumidores acudió a la jornada Carmen Redondo, directora de Relaciones Institucionales de Hispacoop. La directiva puso de relevancia el cambio del papel de las personas, que pasarán de tener un papel de compradores a formar parte activamente del sistema para la gestión de residuos.

 

“Se debe crear un sistema práctico, sencillo y cómodo para hacerlo lo más fácil posible para el consumidor”, recordó Redondo. Paralelamente, además, también apeló a la necesidad de equilibrar las implicaciones económicas de este proceso y evitar trasladar el coste al consumidor.

 

 

 

 

Albert Alberich, director de ModaRe, desvió el tema del consumidor y lo volvió a poner en la industria. “Nosotros llevamos haciendo esto años, y ahora tenemos una oportunidad enorme de crecimiento, pero para conseguirlo, hace falta eficiencia”, recordó el directivo. Alberich habló, de hecho, de urgencia y alertó sobre la situación de los scraps en otros países.

 

En junio, la patronal europea del reciclaje, Euric, alertó de un posible colapso del sistema si no se tomaban medidas urgentes, poco antes de que en Reino Unido, la patronal de reciclaje del país hiciera algo similar. Según relató Alberich, además, la patronal alemana alertó en septiembre de una caída en la demanda de fibras textiles recicladas, lo que imposibilita a las empresas de clasificación, reciclaje y venta de segunda mano seguir operando.

 

Entró en escena en ese momento Ana Rodes, directora de sostenibilidad de Recover. “No estamos inventando nada -recordó la ejecutiva-; y los recicladores ahora somos un agente clave a la hora de cerrar el círculo”. Sin embargo, Rodes alertó de la necesidad de trabajar en el actual cuello de botella al que se enfrenta el sector del reciclaje, por el que su materia prima, el residuo textil, les llega mezclado y sin la clasificación necesaria para poder reciclarlo.

 

“No podemos trabajar sin una demanda constante de nuestros materiales”, recordó la ejecutiva de Recover. Para ello apeló tanto al ministerio, instando a instaurar tasas ecomoduladas que premien la producción de nuevos tejidos más sencillos de reciclar, como a los retailers, a los que instó a utilizar mayor porcentaje de fibra reciclada en sus prendas.

 

 

 

 

Prueba piloto

Pero si hay un actor con el que Re-viste va a tener que trabajar de la mano, ese son los ayuntamientos, que son los encargados de la recogida del tejido en primer lugar. “El Real Decreto, así como la directiva europea, nos ha obligado a actualizar constantemente la logística y conseguir los recursos necesarios para dar servicios de calidad”, comentó Cristina Montalvá, directora general de Igualdad y Políticas Locales de la Femp, la Federación Española de Municipios y Provincias.

 

“La moda debe ponerse al servicio de los 8.132 ayuntamientos españoles”, siguió la representante, que luego rectificó y habló de “ir de la mano”. Montalvá recordó las diferentes características de cada territorio español, lo que obligará a instaurar diferentes modelos de recogida. Para ello, Re-viste prepara la puesta en marcha de una prueba piloto de la mano de la Femp y que se realizará en seis municipios españoles de diferentes tamaños y características. En estos, ambas entidades pondrán en marcha los diferentes modelos propuestos, que van de contenedores exclusivos para el textil a puntos de recogida en las tiendas de moda.

 

La jornada de ayer la concluyó Alejandro Dorado, comisionado para la Economía Circular. A pesar del tono optimista de la jornada, el representante del Gobierno no dejó de recordar los retos a los que se enfrenta la industria.

 

“La producción textil se ha doblado en las últimas dos décadas, y la industria de la moda es la quinta más contaminante del mundo en la emisión de gases de efecto invernadero -sentenció Dorado, a lo que añadió-; no es suficiente sólo con reciclar, hay que apostar por cambio en el modelo de producción y de consumo”.