La fórmula del crecimiento en Latinoamérica: bajada de tipos, Estados Unidos y materias primas
El Banco de España prevé que las economías del país sigan creciendo para el ejercicio 2024, una tendencia que, sin embargo, dependerá en gran medida de las decisiones que tome Estados Unidos respecto a su política monetaria.
5 sep 2024 - 05:00
Latinoamérica apunta al crecimiento. Si Latinoamérica quiere crecer, debe deshacerse primero de la inflación, lo que depende en su mayor parte de factores externos como la situación económica de Estados Unidos o el precio de las materias primas. Esta es la idea principal que desprende el último informe del Banco de España sobre la región, Informe de Economía Latinoamericana.
Hace un año que los bancos centrales de los países de la región empezaron a reducir los tipos de interés en sus territorios, con el objetivo precisamente de reducir la inflación. Este proceso, similar al que han llevado a cabo otras regiones emergentes como Europa del Este, se prevé que para final de año logre reducirse dentro de los rangos objetivo de los bancos de cada país.
Las bajadas de tipos, sin embargo, han ocasionado que las divisas de la región se deprecien frente al dólar, especialmente ante las persistentes reticencias de la Reserva Federal (FED) de reducir sus tipos oficiales. “El aumento del precio de algunas materias primas, de las que países de la región son productores y exportadores, ha amortiguado la caída”, reza el informe.
Este es el primero de los factores externos que menciona el Banco de España de los que dependerá la reducción de la inflación en Latinoamérica. La entidad alerta de que el dinamismo de los mercados en los últimos meses ha evitado que las malas condiciones financieras minen el crecimiento de la región, una situación que podría revertirse si cayera el precio de estos bienes primarios.
Latinoamérica ha controlado la caída de sus economías gracias al precio elevado de las materias primas
A pesar de las previsiones de que la inflación se siga reduciendo en la misma línea que en la primera mitad de 2024, el proceso de desinflación será gradual, especialmente lastrado por la persistencia de dicha inflación en el sector servicios en todo el mundo. El proceso, además, también sucederá de manera irregular en cada país, dadas las diferencias en los niveles de inflación en cada país y las políticas fiscales.
La política monetaria que siga la FED durante los próximos meses también afectará en gran medida a la evolución de los precios en la región. “La ralentización del ritmo esperado de bajadas en Estados Unidos parece haber tenido una traslación moderada a la región”, explica el informe. En todas sus estimaciones inflacionarias, la entidad analiza Argentina por separado.
La entidad ha mantenido en un 1,3% sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el país, publicadas en febrero, cuando el Banco de España ya estimó que la inflación se moderaría en la región a lo largo de 2024. Las previsiones del FMI para la región, por su parte, estiman un crecimiento del 2%.