La industria de Bangladesh se alía con la Global Fashion Agenda para avanzar en economía circular

Bangladesh avanza en sostenibilidad. La industria del país se ha aliado con la Global Fashion Agenda (GFA) para mejorar en materia de la economía circular, con el objetivo de aprovechar los desechos del sector de la moda para crear nuevos artículos. Como parte del acuerdo de colaboración, también se va a trabajar para encontrar soluciones para paliar los efectos de la pandemia, que disparado el stock de las fábricas, según informa Just Style. 

Este plan conjunto de economía circular está dividido en distintas fases. En la primera, los esfuerzos se van a centrar en mejorar la trazabilidad de los materiales de las prendas. En Bangladesh, actualmente, los desechos de la industria de la moda terminan mezclados, restándoles valor; por ello, se van a implementar estrategias que permitan a las mismas fábricas separarlos por tejidos.

La segunda fase va a poner el foco en mejorar la calidad de los artículos e implementar una nueva estrategia de precios, que permita a la industria utilizar tejidos reciclados para mezclarlos con otros vírgenes para crear nuevos productos. Para llevar a cabo estas acciones, el país va a tener que modificar su política de reciclaje para poder establecer una industria dedicada al mismo.

Bangladesh recicla menos del 5% de sus desechos industriales

Actualmente, Bangladesh es el segundo mayor fabricante de la industria de la moda en el mundo, lo que convierte al país en uno de los que más produce desechos textiles: 400.000 toneladas anuales. Pese a que gran parte de los retales se exportan a India, se trata de un negocio poco explotado en el que se pierden 4.000 millones de dólares, según indica la GFA.

El país asiático recicla menos del 5% de los retales del sector de la moda a escala nacional, pese a que cerca de un 68% de ellos son de algodón, uno de los materiales más reciclables. Por ello, el objetivo principal de la alianza con la Global Fashion Agenda es maximizar el reciclaje de los desechos textiles mediante una correcta separación de materiales desde su origen, además de mejorar la trazabilidad en su cadena de valor.