Fuencarral: el nuevo yacimiento del retail en Madrid
2 oct 2015 - 04:45
Del Camdem Town castizo a la nueva meca del retail madrileña. La calle de Fuencarral ha presenciado en el último año dos operaciones inmobiliarias que han terminado de virar el rumbo de la calle y han multiplicado la oferta de locales comerciales ansiosos de nuevos inquilinos. En julio, el mítico Mercado de Fuencarral, punta de lanza de la gentrificación de la calle, cerró sus puertas tras pasar a manos de la gestora de fondos inmobiliarios Activum. El pasado lunes, otro inmueble de la calle también cambió de propietario: Fuencarral 77, situado cerca de Tribunal, fue comprado por el fondo estadounidense GreenOak.
“El mercado incorpora una superficie que hasta ahora era imposible en la zona peatonal, y consolida este tramo de la calle”, explica Ignacio Acha, responsable de retail en Cushman&Wakefield. Este espacio, de 2.500 metros cuadrados, “podría suponer la entrada de un gran operador”, explica Acha, que hasta ahora no se planteaba entrar en una calle cuyos locales oscilan entre 500 metros cuadrados y 600 metros cuadrados.
Por su parte, el directivo opina que la liberación del inmueble de Fuencarral 77 amplía el tramo comercial de la calle, que hasta entonces delimitaba precisamente ese edificio, ocupado por la Seguridad Social. “Después de Fuencarral 77, todo eran edificios de administración, aunque es una zona de mucho tránsito”, apunta. Depende del retailer que ocupe el edificio atraerá a un tráfico o a otro, y en base al tráfico que cree podría atraer también a nuevos operadores a la zona. “Dar entrada a un operador en ese edificio complementa la demanda de superficies grandes en la calle, y ayuda a revitalizar la zona”, añade Acha.
Para Dolors Jiménez, directora de High Street de Shophunters, la liberación del mercado será “muy positiva”, especialmente por la zona donde se encuentra. Jiménez divide la calle en tres tramos según los operadores de cada una. La primera zona está muy definida porque es la peatonal: “es la más cara, la más demandada, donde todos quieren estar”, dice Jiménez. Este tramo va desde Gran Vía, donde desemboca la calle, al número 52 de Fuencarral y, en el lado impar, hasta el mercado.
En este tramo se encuentran marcas como Michael Kors, El Ganso, Diesel o Brandy Melville, una de las más recientes incorporaciones, que hace esquina justo en el corte del tramo. La siguiente zona transcurre entre el mercado y los bulevares. “Esta zona central se podría partir también en dos: antes y después de la calle Barceló, porque a partir de Barceló la oferta es principalmente establecimientos de hostelería”, señala Jiménez.
De ahí hasta Quevedo se encuentran las únicas superficies que había, hasta ahora, disponibles en Fuencarral, y que están ocupadas por operadores como Sfera, las cadenas de Inditex o unos multicines.
Jiménez va un paso más en la clasificación, segmentando la zona según el tipo de operadores de moda. “En la zona cercana a Gran Vía –explica-, se encuentran las marcas más cool como Pepe Jeans, Diesel o Michael Kors”. En esta zona, los alquileres pueden oscilan entre 150 y 175 euros por metro cuadrado.
En el tramo siguiente, hasta el mercado, aparecen enseñas de otro estilo como Sandro o Compotir de Cotonniers, y la parte central concentra las marcas de gama algo más baja como Tiffosi o Pimkie, y en la parte final, pasando el mercado, aparecen las grandes cadenas.
La metamorfosis de Fuencarral
La venta de estos dos establecimientos –especialmente del mercado- y la posible entrada de gigantes operadores multinacionales para ocupar el espacio ahora libre, es la guinda de una metamorfosis que Fuencarral lleva experimentando desde hace más de una década.
La apertura del mercado supuso el primer cambio, transformando una zona antes deprimida en un foco de vida cultural y juvenil. Con el mercado entraron otros comercios de la misma estética y, poco a poco, comenzaron a haber operadores de gama superior. “Hoss Intropia fue de los primeros operadores de un posicionamiento más alto que entraron”, dice Jímenez.
“Hace tres o cuatro años comenzaron a entrar firmas más Premium –coincide Acha- como Sandro, Comptoir des Cotonniers,...”. Las marcas de gama más alta no expulsaron a las alternativas, sino que los dos segmentos aprendieron a convivir, hasta hoy. “Menos el lujo, están todos los segmentos presentes en Fuencarral”, dice Acha.
Sin embargo, el directivo opina que la revalorización de la calle puede suponer que ahora las firmas tradicionales, que firmaron sus alquileres hace quince años, tengan que salir de la calle. “No van a poder aguantar y se van a producir salidas”, apunta el directivo.
¿Hay otras calles que hayan experimentado un cambio similar? Acha señala dos ejemplos: la calle del Carmen, en Madrid, y la calle Montera. Carmen, cerca de la puerta del Sol y paralela a la calle Preciados, una de las calles más caras de España, se ha reconvertido pasando del negocio tradicional y de hostelería a albergar marcas multinacionales.
Montera, por su parte, “tiene todos los condicionantes de Preciados, e incluso mejor, pero falta solucionar algunos aspectos”, dice Acha. Algunas de las palancas que falta activar para el cambio son los inquilinos, que ahora son en su mayoría privados que reciben las rentas de los alquileres pero no buscan aumentar el valor de los inmuebles.