Alerta al ‘sourcing’: Boohoo retiene pagos a diez proveedores por mala calidad

Boohoo genera una nueva alerta en el sourcing global del sector de la moda. El grupo británico de distribución online de moda ha retenido los pagos a diez de sus proveedores debido a la mala calidad y defectos en los artículos entregados, según The Telegraph.

 

La medida afecta a unos diez fabricantes con los que trabaja Boohoo y que, según fuentes cercanas a la empresa, “involucran niveles muy altos de productos defectuosos”. La compañía británica cuenta con un derecho contractual a retener los pagos.

 

Antes de llegar al impago, Boohoo estaba llevando adelante “un programa de trabajo de tres meses para mejorar la calidad de las prendas tras un aumento de productos defectuosos”.

 

Desde la compañía informaron que el grupo “se compromete a ofrecer productos de la más alta calidad a sus clientes” y que, actualmente, Boohoo está trabajando en colaboración con los proveedores afectados para “remediar la situación y garantizar que esto no vuelva a suceder”.

 

A principios de este año, Boohoo anunció que podría poner a la venta su fábrica en Leicester (Reino Unido), con el objetivo de lavar su imagen tras el escándolo que salió a la luz en 2020. En ese entonces, una investigación de The Sunday Times sobre un proveedor de Boohoo encendió las alarmas del sector por las malas condiciones laborales de sus empleados. 

 

La compañía británica es propietaria de marcas como Pretty Little Thing, Karen Millen o su firma homónima. Booho finalizó el ejercicio 2023 (concluido en febrero) con un descenso del 17% de sus ingresos, hasta 1.461 millones de libras (1.698 millones de euros). La empresa también disparó sus números rojos, hasta 137,9 millones de libras (160,2 millones de euros).

 

Boohoo, que dio sus primeros pasos en 2006 de la mano de Mahmud Kamani, ha avanzado que para 2024 prevé “reposicionar” algunas de sus marcas. Además, la compañía apunta a obtener rentabilidad en un plazo de dos ejercicios, gracias al saneamiento de algunas de sus cadenas y la inversión en automatización, entre otras medidas.

 

Desde 2020 Boohoo está inmersa en una estrategia llamada Agenda for Change, que tiene el objetivo de realizar cambios operativos enfocados a la sostenibilidad y está supervisada por Kpmg. Además, el plan prevé mejorar las condiciones de los trabajadores, tanto en términos salariales como en aumentar la protección de las zonas de trabajo.