
G-III, el industrial con hambre de compras
Tras su pasado industrial, la historia de el gigante estadounidense pasa por un crecimiento veloz gracias a las licencias y las adquisiciones de otras marcas, bajo la visión de la familia Goldfarb, que aún hoy dirige la compañía.


Un superviviente polaco del Holocausto emigró a Estados Unidos y, en pleno Garment District de Nueva York, puso en marcha una empresa de producción de artículos de piel que se ha convertido en uno de los gigantes estadounidenses de la moda gracias a la firma de licencias y a las adquisiciones. Más de treinta marcas forman hoy la cartera de G-III, entre ellas Donna Karan, Tommy Hilfiger, Sonia Rykiel, Vilebrequin o, incluso, la española Awwg, de la cual controla un 19% del capital desde el año pasado.
La historia de G-III Apparel Group comenzó en 1956 de la mano de Aron Goldfarb, un polaco que sobrevivió al Holocausto y que emigró a Estados Unidos, donde constituyó el germen del grupo como una compañía dedicada a la producción de prenda exterior de piel para mujer en Nueva York, en el corazón de la ciudad. En 1972, el hijo del fundador, Morris Goldfarb (todavía hoy al frente de la empresa como consejero delegado), se unió al negocio, entonces conocido como G&N Sportswear.
Goldfarb hijo fue clave en la diversificación, expansión y profesionalización del negocio. Tras los orígenes industriales de la compañía, G-III Apparel Group se ha convertido en un gigante estadounidense de la moda con un acelerado y constante crecimiento a través de licencias y adquisiciones.
La empresa, con más de cincuenta años de trayectoria y varias crisis a sus espaldas, finalizó 2024 con una cifra de negocio de más de 3.000 millones de dólares y ambiciona los 5.000 millones de dólares en el medio plazo. Actualmente, la compañía está especializada en diseño, aprovisionamiento, producción y distribución de moda, con una cartera de más de treinta marcas en licencia y en propiedad, y cotiza en el Nasdaq, una de las Bolsas más importantes en todo el mundo.
Veinticinco años después de su nacimiento, en 1981, la compañía dio un salto adelante para dejar de ser solamente productor y convertirse también en marca. G-III lanzó entonces Siena Leather Limited, una marca de artículos de cuero para el sector deportivo de posicionamiento elevado y dirigida a la venta en grandes almacenes. Fue entonces, cuando la compañía facturaba cien millones de dólares, en 1989, que dio el salto a Bolsa en Estados Unidos, momento a partir del cual intensificó su proceso de expansión, iniciando un acelerado desarrollo en el territorio de las marcas.
El modelo de negocio de la empresa siguió evolucionando, y con una marca propia en cartera, G-III se centró entonces en las licencias. A lo largo de los años noventa, el grupo estadounidense engordó con la consecución de licencias de prenda exterior con marcas como Kenneth Cole, Nine West, Cole Haan y House of Déreon (la marca lanzada por Tina y Beyoncé Knowles).
La empresa amplió su actividad productiva más allá de la piel, entrando en nuevas licencias con alta penetración en Estados Unidos, hasta que, en 1993, la compañía se alió con la National Football League para diseñar y fabricar las chaquetas de los equipos de la competición de fútbol americano, que replicó con los años en la Major League Baseball, la National Hockey League, la NBA, Nascar y más de cien universidades estadounidenses.
G-III ha pasado de ser una empresa industrial a crecer gracias a la compra de marcas y licencias
Más adelante, superada la década de los noventa, pasó también la etapa de las licencias para dar comienzo a la de las adquisiciones. En 2005, cuando su facturación anual se situaba en 240 millones de dólares, G-III se hizo con dos fabricantes de abrigos, Marvin Richards y Winlit. Con la adquisición de la primera, G-III se hizo con las licencias para abrigos de mujer y hombre de Calvin Klein, así como la de prenda exterior de St. Johns Knits.
Con la segunda, G-III absorbió la licencia de prenda exterior de hombre y mujer de Guess; prenda exterior de piel de Tommy Hilfiger y prenda exterior de Ellen Tracy, London Fog, Pacific Trail y BCBG by Max Azria. Únicamente Marvin Richards supuso un desembolso de 19,2 millones de dólares en efectivo, mientras que Winlit, de 7,3 millones de dólares.
Diversificación más allá del abrigo y salto a Europa
Las adquisiciones realizadas en 2005 permitieron a G-III dar el salto más allá de los abrigos, para introducirse también en el diseño y producción de vestidos, ropa deportiva y accesorios. En 2007, la empresa sumó las marcas Jessica Howard y Eliza J a su cartera, reforzando su actividad en el terreno de los vestidos para mujer. En 2008, el grupo se hizo con el control del fabricante de prenda exterior y bolsos Andrew Marc (entonces controlado por Gordon Brothers) por 42 millones de dólares. La adquisición supuso la incorporación de las marcas Andrew Marc y Marc New York, pero también las licencias de Dockers y Levi’s.
A través de otra adquisición, G-III dio el salto al retail y a la categoría de complementos de viaje. En 2008, el grupo se hizo con el retailer estadounidense Wilson Leather, fundado en 1899 en Minneapolis y dedicado a la producción de chaquetas de piel, cinturones, calzado, bolsos y guantes. El acelerado crecimiento mediante la toma de licencias y las adquisiciones siguió, y en 2011 G-III se hizo con los derechos de la marca estadounidense Vince Camuto, para en 2012, dar el salto a Europa, cuando se hizo con la propiedad de la compañía francesa de moda de baño Vilebrequin. En 2013, la compañía compró G. H. Bass, controlada entonces por PVH y especializada en calzado por alrededor de 50 millones de dólares.
La firma de la distribución de Karl Lagerfeld Paris y compra de Donna Karan sonlas dos mayores operaciones de G-III hasta la fecha
El crecimiento de la compañía continuó, y a mediados de la segunda década de los 2000, G-III firmó sus dos mayores acuerdos hasta la fecha. El grupo creó una empresa conjunta (joint venture) con Karl Lagerfeld para la explotación de la marca Karl Lagerfeld Paris, lanzándola en Norteamérica en una amplia variedad de categorías. En 2016, la empresa compró al gigante francés LVMH la marca Donna Karan por más de 650 millones de dólares, con el plan de convertirla en una firma de mil millones de dólares de facturación al año (desde los 300 que facturaba en aquel momento). En el mismo año, G-III firmó la licencia de Tommy Hilfiger para moda femenina, que posteriormente amplió a deporte, performance y denim en Estados Unidos y Canadá.
Pero todavía quedaban otras grandes operaciones por firmar. En 2021, G-III se reforzó en Europa con la compra de la firma francesa Sonia Rykiel, que llevaba varios años en una situación complicada, habiendo entrado en los juzgados en 2019 y siendo rescatada por Eric y Michael Dayan, cofundadores de Showroomprivé.
En 2022, la compañía se hizo con el 81% que no controlaba en la marca global de Karl Lagerfeld por 210 millones de dólares. Hasta entonces, la participación estaba en manos de un grupo de inversores encabezado por Amlon Capital. Y en 2023, el triple salto: un acuerdo plurianual para la licencia de prenda exterior de Champion, la licencia total de Halston por 25 años (y una opción de compra de la marca) y una licencia a largo plazo para Nautica en moda femenina.