Los retos del calzado: convertir desafíos en oportunidades

Aunque el sector se ha enfrentado a algunos obstáculos importantes en los últimos años, es importante mirar hacia delante y más allá. Mientras que los avances tecnológicos previstos van a revolucionar aún más esta industria, también hay otros retos que exigirán mantenerse alerta: desde la evolución de las demandas de los clientes hasta las iniciativas de sostenibilidad, pasando por normativas cada vez más estrictas.

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Así, para garantizar el éxito en los próximos años, es fundamental que todos estemos preparados estratégicamente ahora, para poder sortear mejor cualquier cambio que se nos presente en el camino. Y es que, a pesar de ser un sector tradicional, el calzado lleva tiempo inmerso en un proceso de digitalización y, en consecuencia, modernización, con procesos eficientes, eficaces y sostenibles, que son cualidades que demanda el mercado actual.

Como ejemplo, podemos destacar que, gracias a la tecnología, los almacenes están más y mejor organizados, por lo que también son más funcionales, eficaces y eficientes. Son valores que comparten el resto de procesos productivos a los que les podemos sumar la digitalización inteligente. Empresas y puntos de venta han evolucionado adaptándose a este método que facilita el trabajo diario, por la automatización, también, de los procesos productivos, elevando la productividad, además de reducir los gastos.

Un gran reto, este. Nos referimos a los sistemas de Rfid para la sistematización del seguimiento, extremo a extremo, de las materias, procesos y lógicamente stocks, pues mejoran la visibilidad sobre la disponibilidad de productos en tiempo real, optimizando inventarios y aprovisionamientos, así como mejorando el control productivo en todas sus fases.

Gracias a la tecnología, los almacenes están más y mejor organizados, por lo que también son más funcionales

Y en esta línea interviene también la inteligencia artificial (IA), ya que sin lugar a dudas ayuda a agilizar los procesos y reducir los costes. Las tecnologías inmersivas van a continuar teniendo un especial protagonismo en todo lo que supone el acoplamiento del mundo físico en el digital y viceversa. Algo que ya está teniendo la fabricación aditiva como complemento tecnológico avanzado para los procesos industriales y de diseño de los productos.

Marcas, diseño, avances de colecciones, complementos, maquinaria, procesos productivos y un largo etcétera de ámbitos donde este otro reto de la impresión 3D tendrá mucho que decir. Por otro lado, tenemos que hablar del big data que, en el sector que nos compete, se utiliza para analizar las preferencias, gustos y hábitos de los consumidores potenciales.

Con el uso de esta tecnología se consigue llamar la atención del cliente, y darle una mejor experiencia al usuario, pudiendo llegar al conocimiento extremo convertido en personalización. En el caso de márketing y ventas, esta tecnología ayuda a predecir la demanda de la siguiente temporada, desglosándola en familias de producto.

En cuanto a fabricación y desarrollo de calzado, el big data permite que las organizaciones se basen en un modelo de producción inteligente, gracias a la aplicación de estrategias predictivas en el entorno empresarial. Si a todo ello le unimos el reciente metaverso, que permitiría a los usuarios trabajar, hacer negocios, reunirse, jugar y socializar con avatares personales en espacios 3D, obtenemos un cóctel explosivo de datos digno de análisis y estudio por los departamentos de marketing y comunicación, que posicionan a la marca como valor indiscutible y activo imponderable.

El sector calzado continúa su evolución hacia la experiencia y la convergencia entre el mundo físico y digital

Además, la sostenibilidad está tomando cada día más relevancia, sobre todo en el sector de la moda y el calzado. Una de las tendencias, ya consideradas como reto, es el reciclaje de las prendas y zapatos. Ya no sólo nos preocupará las emisiones CO2 a la atmósfera de nuestras empresas durante el proceso productivo, sino que nos sentiremos responsables también de que nuestros preciados zapatos acaben reutilizados.

De otra manera y también como parte de este reto englobamos lo que podríamos denominar la producción y distribución verde. No es otra cosa que la aplicación de prácticas ecológicas como la reutilización de residuos o el uso de materiales naturales o respetuosos con el medio ambiente dentro de nuestro propio proceso productivo.

¿Quién hubiera imaginado que los posos del café hubieran formado parte de nuestras suelas en los zapatos, o que las fibras del cardo y la acelga hubieran servido para elaborar tejidos? Todo un sinfín de innovaciones sostenibles que aportan a la industria la diferenciación y el respeto por uno de nuestros bienes más preciados, el medio ambiente.

En definitiva, 2023 supondrá una época de retos cruciales para un sector que cada vez con mayor éxito lleva a la práctica la afirmación del autor Ferry Josephson: “Deja de pensar en términos de limitaciones y empieza a pensar en términos de posibilidades”.

El sector calzado continúa su evolución hacia la experiencia y la convergencia entre el mundo físico y digital, en un escenario de inflexión entre la superación de los efectos de la pandemia provocada por el Covid-19 y la crisis económica mundial provocada por la situación geopolítica de 2022.

Lo que está claro es que el futuro de nuestro sector es digital: Rfid, fabricación aditiva, robótica colaborativa, big data, ecommerce, metaverso, realidad aumentada... Y en todo este torbellino tecnológico perfecto para el sector, surge la sostenibilidad como elemento adicional al que atender, integrar y rentabilizar, al que hay que responder de igual manera y de forma decidida, auténtica y veraz como elemento de valor añadido y de diferenciación.