Ni China, ni la inflación ni la ‘supply chain’: el lujo continuará creciendo anualmente un 7%

El lujo no teme. A pesar de la caída de consumo en China a causa de las restricciones por la pandemia, la subida de costes, las disrupciones en la cadena de aprovisionamiento y la guerra en Ucrania, el sector continuará registrando un crecimiento medio del 7% a largo plazo, según estimaciones de Credit Suisse.

En concreto, la entidad bancaria prevé que estos factores, además de la subida de los tipos de cambio y el desplome de la confianza del consumidor, sean un mero contratiempo para el lujo, cuya evolución en bolsa en los próximos años replicará el movimiento que realizó cuando estalló la crisis de 2008.

En 2009, las acciones de los principales operadores de lujo redujeron notablemente su valor, lo que Credit Suisse estima que ocurrirá en 2023. Con todo, el año siguiente volverán a remontar a niveles habituales, lo mismo que ocurrió en 2010.

A partir de entonces, el lujo mantendrá un crecimiento medio anual estable de cerca del 7%, la misma cifra que en los últimos veinte años. Los motores de este buen rendimiento serán la demanda en China, el incremento de la riqueza mundial y el turismo internacional. A estos se les sumará el aumento de la demanda de las nuevas generaciones.

“La demanda de lujo en China está intacta”, opina Credit Suisse

China es el mayor mercado de consumo de lujo del mundo y genera cerca del 30% de las ventas anuales del sector. En los últimos años, el cliente chino ha ganado poder adquisitivo con una clase media cada vez mayor y un mercado inmobiliario en excelente salud. A pesar de las restricciones por la pandemia que han afectado al comercio a lo largo de todo el último año, Credit Suisse considera que la demanda de lujo en China “está intacta”.

Además, el banco señala el potencial del cliente estadounidense de lujo. El país norteamericano, actualmente el segundo mayor mercado para el sector, podría experimentar un cambio cultural importante en los próximos años, ya que se prevé que la generación Z tenga un gran apetito por el lujo. En Europa la demanda por los productos de alta gama se mantendrá a niveles habituales.

El turismo, por su parte, es tradicionalmente responsable de un tercio de las ventas mundiales de lujo. A causa de la pandemia, su peso se desplomó a un 10% y aún no ha logrado recuperar sus cifras de 2019. Con todo, Credit Suisse estima que el gasto turístico en lujo experimentará un rebote, impulsado precisamente por las compras de consumidores estadounidenses en Europa.

A corto plazo, los retos a los que se enfrentan las compañías de lujo son una potencial recesión económica en la zona euro, la crisis de energía, la subida de los tipos de interés, la inflación histórica y las restricciones en China. Estos factores “dibujan un escenario bastante gris para el consumidor”, describe Credit Suisse.

Por otro lado, la consultora señala el ciclo de crecimiento del lujo, que suele durar entre cinco y siete años. Excluyendo eventos extraordinarios como la pandemia, el último ciclo comenzó en 2017, después de tres años de ralentización del crecimiento del sector. Así, 2022 es el sexto año del ciclo del lujo actual, lo cual significa que, en los próximos dos o tres años, el sector podría volver a experimentar una ralentización temporal en su evolución.