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Leyla Ertur (H&M): “El problema no es la cantidad de producción, el problema es el proceso”

La máxima responsable de sostenibilidad del gigante sueco se distancia de los “cambios geopolíticos” y señala que la apuesta del grupo es firme. Ante los nuevos aranceles de EEUU, señala que aún no hay ninguna decisión tomada.

Leyla Ertur (H&M): “El problema no es la cantidad de producción, el problema es el proceso”
Leyla Ertur (H&M): “El problema no es la cantidad de producción, el problema es el proceso”
Leyla Ertur es la directora de sostenibilidad de H&M Group.

Pilar Riaño | Estocolmo

“Usamos el tamaño como una manera de escalar la sostenibilidad: cómo fabricamos el producto, cómo lo enviamos y cómo lo vendemos a todos nuestros clientes”. Así explica la potencia de H&M para avanzar en el terreno de la sostenibilidad Leyla Ertur, directora de sostenibilidad de H&M Group. En una comparecencia en la sede central del grupo ayer en Estocolmo, la ejecutiva se distanció de las “tensiones geopolíticas” de los últimos meses y, ante el riesgo de que la sostenibilidad pierda importancia en la agenda aseguró que la agenda de transformación no cambiará.

 

“Hemos visto muchos cambios geopolíticos en los últimos meses -afirmó Ertur-; nuestro modo de trabajar la sostenibilidad no es márketing, por eso no cambiará por más que lo haga el entorno”. En su comparecencia junto a otros miembros del grupo para explicar la estrategia de sostenibilidad, la mañana posterior al anuncio de la cruzada arancelaria de Donald Trump, la ejecutiva señaló que “no hay una decisión estratégica tomada de producir en este país o en otro”. En la última conferencia con analistas con motivo de los resultados del primer trimestre, H&M admitió que está buscando alternativas para reducir su volumen de producción en China.

 

Con el volumen y los precios como principio motor y el objetivo de “liberar la moda para muchos”, Ertur, que dice proceder de “la cocina” de la empresa (como exdirectora de sourcing en Bangladesh y Hong Kong), confiesa que “parece imposible tener diseño, precios y sostenibilidad, pero para nosotros, con nuestro tamaño, es posible”.

 

 

 

 

Así, la ejecutiva incide en la importancia del volumen para avanzar en la transformación sostenible. “El problema no es la cantidad de producción, el problema es el proceso”, afirmó la ejecutiva, que añadió que la empresa no quiere “reducir el volumen, sino mejorar la manera en cómo compra y los procesos”.

 

 

El impacto financiero

Pero para poder avanzar en el desarrollo sostenible, ya sea reducir las emisiones o impulsar la segunda mano, es necesaria financiación, un vector que, generalmente, tienen los grandes grupos. “Todas las actividades sostenibles tienen un impacto financiero -señaló Ulrika Leverenz, responsable de green investments de H&M Group, ayer en Estocolmo-; pero para avanzar en sostenibilidad, hay que luchar contra el cortoplacismo y una fragmentada cadena de valor”.

 

“Las inversiones financieras tienen un periodo de retorno muy largo: por ejemplo, el cambio de una caldera por parte de un proveedor tiene un periodo de pay back de quince años -se lamentó la ejecutiva-; gran parte de las discusiones de hoy van sobre cómo solucionar los problemas en el corto plazo, antes que pensar en el largo”. “La inversión en sostenibilidad no tiene un gran retorno o es a muy largo plazo, en lo que hay que pensar es en el riesgo de no hacer nada”, resumió.

 

 

hm ulrika leverenz directora green investments 980

 

 

En su opinión, hay que conseguir cruzar el puente entre los objetivos de negocio y los objetivos climáticos. ¿Cómo? Con un presupuesto independiente, estableciendo Kpis relacionados con el clima y facilitando recursos y equipos propios.

H&M, por ejemplo, lanzó en 2001 una emisión de bonos vinculados a objetivos sostenibles por 500 millones de euros, mientras en 2023 emitió 500 millones más en bonos verdes para financiar proyectos concretos. Hasta la fecha, H&M ha financiado 23 proyectos con potencial para reducir 148.000 toneladas de CO2 cada año en la cadena de valor, de las cuales 67.000 toneladas son atribuibles a la producción de H&M.

 

 

La segunda mano: 0,6% de los ingresos

La segunda mano es, probablemente, una de las formas más tangibles en que la sostenibilidad está llegando a los consumidores. Según apuntó ayer la máxima responsable de sostenibilidad de H&M, en el último ejercicio la compañía obtuvo el 0,6% de sus ingresos totales de la segunda mano.

 

Teniendo en cuenta que en 2024 H&M anotó ingresos por 234.478 millones de coronas suecas (20.449 millones de euros), en el último ejercicio el grupo sueco ingresó 122 millones de euros a través de la venta de segunda mano. “La segunda mano es sólo el 0,6%, ya estamos cerca del 1% -afirmó optimista Ertur-; hace unos años esta cifra no era ni calculable.

 

H&M trabaja la segunda mano en Europa con la empresa Sellpy, una de sus participadas en el ámbito de la sostenibilidad, mientras en Estados Unidos lo hace con ThreadUp. Sellpy recoge, procesa y selecciona las prendas que se llevan a las tiendas físicas y a la plataforma online de H&M.

 

La segunda mano de H&M opera actualmente en 24 mercados con espacios propios en la web y con nueve espacios en tiendas físicas, en ciudades como Estocolmo o Barcelona. Estos espacios, aunque indicados, se entremezclan con el resto del producto, con el objetivo de naturalizar la compra de ropa que ya ha sido utilizada. Asimismo, la oferta de prendas de segunda mano que llega a las tiendas es seleccionada teniendo en cuenta la colección que está en exposición en ese momento.

 

H&M comenzó a invertir en la plataforma de segunda mano Sellpy en 2015 y en 2019 ya se había convertido en su accionista mayoritario. La empresa nació en 2014 de la mano de los emprendedores Michael Arnor, Oskar Nielsen y Philip Gunnstam, que pusieron en marcha una plataforma de compraventa de moda de segunda mano.