Vegap recurrirá la sentencia que absolvió a Mango por el uso de NFTs

Mango volverá a los tribunales. El grupo español de distribución de moda volverá a pasar por los juzgados por el caso que le acusaba de infringir los derechos de autor de Miró, Tàpies y Barceló al utilizar NFTs inspirados en sus obras. La gestora de derechos Visual Entidad de Gestión de Artistas Plástico (Vegap) ha anunciado que recurrirá la sentencia que absolvió a Mango de estas acusaciones en enero.

Según ha explicado la Vegap en un comunicado, la sentencia del Juzgado Mercantil 9 de Barcelona, que absolvió a Punto Fa, la principal sociedad de Mango, “prima los intereses publicitarios de una empresa multinacional frente a los derechos de autor sobre unas obras de Joan Miró, de Antoni Tàpies y de Miquel Barceló”.

Concretamente, la entidad ha asegurado que la absolución de Mango invoca figuras jurídicas norteamericanas que no son aceptadas ni en el derecho español ni en el de la Unión Europea, lo que contraviene directamente la Ley de Propiedad Intelectual en España.

La jueza del caso se basó en las cláusulas fair use en Estados Unidos o el fair deal en Reino Unido y Canadá, que todavía no tiene un equivalente en el derecho español, que permite a los jueces españoles dictaminar sobre si el uso de una obra protegida por derechos de autor es justa o no.

Vegap denuncia que la decisión se basa en figuras jurídicas norteamericanas sin valor en España

El juicio, que se celebró en diciembre, revisaba la demanda impuesta por la Vegap contra Mango, al que le reclamaba una indemnización de 1,37 millones de euros, después de que la compañía utilizara NFTs para la inauguración de su tienda en la Quinta Avenida de Nueva York inspirados en cinco obras de arte de los artistas. Las obras habían sido cedidas por Punta Na, la compañía del fundador del grupo, Isak Andic, para que fueran expuestas en tienda que Mango inauguraba esos días en Nueva York.

Además de los cuadros, la compañía también expuso en la tienda física y en su tienda digital en el metaverso, versiones de los cuadros a los que diferentes artistas habían añadido elementos del mundo de la moda. Este hecho fue el que desencadenó la demanda inicial de la Vegap, al considerar que las nuevas obras infringían la legislación.

La sentencia, sin embargo, decretó que la compañía había hecho un uso legítimo de las obras, además de no “no causar perjuicio a los autores de dichas obras o sus derechohabientes”.