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Z. García (Lanzadera): “Defendemos que los fundadores son los que hacen que las cosas pasen”

La directora de proyectos de Lanzadera, la aceleradora de start ups impulsada por Juan Roig (propietario de Mercadona), hace una radiografía de las diferencias entre las compañías consolidadas y las emergentes y sus sinergias. 

Z. García (Lanzadera): “Defendemos que los fundadores son los que hacen que las cosas pasen”
Z. García (Lanzadera): “Defendemos que los fundadores son los que hacen que las cosas pasen”

M. Niza

17 oct 2024 - 05:00

Agilidad, conocimiento de su consumidor y tecnología. Estas son algunas de las palabras con las que Zulema García, directora de proyectos de Lanzadera, describe a las empresas emergentes. La ejecutiva de la aceleradora de start ups impulsada por Juan Roig (propietario de Mercadona) hace un análisis de las diferencias y similitudes entre las compañías consolidadas y aquellas que están empezando a crear cimientos en territorio español en materia de cosmética, pasando por joyería hasta textil o marroquinería. 

 

 

Pregunta: ¿Qué aporta a la industria de la moda el ecosistema emprendedor?

 

Respuesta: He trabajado con varias empresas de moda y sobre todo estamos hablando de empresas más incipientes. Apoyamos a las empresas en todo tipo de etapas, es decir, desde que tengan un mínimo producto viable, lo que notamos desde hace tiempo es la red que se crea entre emprendedores. En Lanzadera ahora mismo hay más de 300 start ups en esa red que se genera entre ellos, ponemos a su disposición un programa totalmente personalizado con mentores. También valoran mucho la formación empresarial y, por lo tanto, el modelo de gestión que aplican cuando pasan por nuestro programa formándose. Esta es una pauta bastante importante en el sector de la moda.

 

 

P.: ¿Hay un boom emprendedor en España o es sólo un espejismo?

 

R.: El boom está en general con el emprendimiento en España, que está experimentando un crecimiento notable y sobre todo está aumentando mucho el empleo. En el sector de la moda, hemos tenido de todo tipo, ya no sólo textil, sino complementos, o de bolsos y está pegando bastante fuerte la sostenibilidad, desde reutilizar determinada ropa, o incluso bolsos a innovación en materiales... Ahora también la cosmética estamos viendo un despunte en estos últimos meses. Las personas cada vez se quieren cuidar más y entonces es un factor fundamental.

 

 

 

 

P.: En cuanto a estructura/organización, ¿en qué suele diferenciarse una start up de una empresa madura?

 

R.: Una start up se diferencia de una empresa madura principalmente en la flexibilidad, es decir, las start up son menos jerárquicas en sus inicios y eso les permite adaptarse más a los cambios del mercado y tomar decisiones. Normalmente empieza un pequeño equipo de fundadores y luego se va creando el equipo, pero ese inicio es lo que les permite tomar decisiones o giros más ágiles. El punto número dos que diferencia una emergente frente a una empresa más madura serían los recursos y esto es clave. Suelen tener menos recursos económicos y recurren a inversores como puente de financiación para su crecimiento. Luego la escalabilidad, ya que una pequeña se adapta más al mercado, conoce normalmente mejor a sus clientes y con los recursos que tiene al final intenta desarrollar productos más tecnológicos o la venta online. Dicho esto, no significa que no vayan a optar por un punto de venta físico; al final, todas acaban teniendo un punto de venta físico, también por una cuestión de reconocimiento de marca, eso sigue siendo un punto vital. 

 

 

P.: ¿Deben las start ups hacerse menos dependientes del fundador? 

 

R.: En nuestro modelo de gestión empresarial estamos con los fundadores y defendemos que los fundadores, a través del liderazgo, son los que hacen que las cosas pasen en la empresa. La empresa y su modelo de gestión es el reflejo de cómo son esos fundadores y se valora mucho, al menos en los primeros años, siempre que sepan rodearse de un buen equipo, sean científicos y jueguen en abierto. Es fundamental irradiar esa cultura de empresa hacia el resto del equipo, sabiendo que un fundador no puede estar toda la vida y que poco a poco irá delegando tareas hasta tener esa estructura.

 

 

P.: En el paso de start up a empresa consolidada, ¿cuáles son los puntos críticos para conseguirlo? 

 

R.: Tener mucho foco, una misión clara de tu empresa y las estrategias bien definidas, luego, el encaje natural de producto-mercado. Hay determinadas cosas que si poco a poco van mejorando la marca va encontrando su hueco. Hay un aspecto clave para que una empresa esté más consolidada y es que se haga una buena gestión del talento. Al final parece que todo pasa por las ventas cuando hablamos de consolidar, pero no todo son ventas. Y finalmente, la parte financiera, ser rentables, por lo menos, que cubra gastos. En el negocio de moda se funciona por colecciones y tienen que adelantar bastante dinero para cubrirlas con recursos limitados, esto requiere que tengan muy bien controladas las finanzas y se puede empezar, por ejemplo, con lanzamientos de pre-orders. Obviamente conforme la marca va creciendo ya tiene una comunidad más sólida de compradores, pero es cierto que las primeras etapas en las empresas son más débiles y en moda hay muchos casos de éxito de empresas que están vinculadas a un producto en concreto. 

 

 

 

 

P.: En moda, hay éxitos empresariales vinculados a un producto. ¿Es posible sobrevivir a un éxito de producto?

 

R.: Tenemos un hype en una determinada etapa con un producto de una empresa y se ven sobrecargados operativamente y eso también puede generar unas expectativas irrealistas en la reputación de la marca; al final los procesos de una emergente no están preparados para cargarte con toda esta tarea. También problemas de liquidez, es decir, un crecimiento rápido puede requerir una inversión significativa, inventario, personal, tecnología, y eso también hay que tenerlo en cuenta.

 

 

P.: ¿Qué hace diferentes las start ups en términos de comunicación?

 

R.: Hacen un poco de todo, como siempre digo… Pero crean mucho contenido orgánico, que no les cueste muchísimo dinero y ponen mucho foco en las redes sociales con las colaboraciones con influencers, con marcas más reconocidas que les van a dar más visibilidad, por ejemplo. Eso hace que conecten mucho con su comunidad y puedan personificarlo más su producto a su cliente. 

 

 

P.: ¿Puede una empresa madura comunicar como una start up?

 

R.: Creo que sí. Realmente lo importante es que la cultura de la empresa promueva la innovación. La diferencia entre una start up y una empresa más consolidada es el número de ceros que tienen entre una y la otra. Aquí la única cuestión es adaptarse a los tiempos. Aunque cada vez es más cierto que llegan empresas o líderes fundadores más maduros, que quieran emprender su propia empresa. Por otro lado, es verdad que las empresas más maduras la ventaja que tienen es de un mayor presupuesto, pero si no tienen una cultura innovadora es complicado. Las empresas saben perfectamente cuánto se han gastado, el retorno de la campaña y saber que canal no está funcionando. Si las empresas grandes saben comunicar, hablar el lenguaje de la generación Z, y se adaptan, pueden realizarlo. Sin embargo, es cierto, que las emergentes tienen una visión nueva y pueden empezar a hacerlo todo bien desde el principio.