Gap acelera su ajuste y prepara 1.800 despidos

Gap acelera todavía más su restructuración. El grupo de distribución de moda ha anunciado el recorte de 1.800 puestos corporativos en su sede de San Francisco y otras posiciones de responsabilidad, según ha comunicado la empresa al regulador bursátil estadounidense.

La empresa estima que este ajuste suponga un coste de entre 100 millones dólares y 120 millones de dólares y anticipa que la reducción de su plantilla estará completada a finales del primer semestre de este año.

En relación con este plan de reestructuración, Gap incurrirá en costes extraordinarios de entre 75 millones de dólares y 85 millones dólares con el objetivo de en cubrir los costes relacionados con los empleados, además de entre 25 millones de dólares y 35 millones de dólares en consultoría y otros costes adicionales.

La compañía ya realizó un primer ajuste en septiembre del año pasado, cuando eliminó 500 puestos corporativos en sus oficinas de San Francisco y Nueva York como parte de un plan para ahorrar 250 millones de dólares al año.

Gap espera hacer efectiva la reducción de plantilla a finales del primer semestre de 2023

Aquel anuncio coincidió con la decisión de Gap de retirar sus previsiones para el ejercicio (que terminó finalizando en pérdidas), por la incertidumbre macroeconómica. Gap cerró el ejercicio 2022 (finalizado el 28 de enero de este año) con una facturación de 15.616 millones de dólares, un 6% menos que el año anterior, y con unas pérdidas de 202 millones de dólares.

En paralelo, Gap se encuentra en plena búsqueda de un consejero delegado que sea sustituto de Sonia Syngal. La directiva abandonó la empresa a mediados de 2022. En pleno apogeo, el cargo lo ocupa mientras tanto Bob Martin de forma interina.

De cara a 2023, la empresa anticipa una caída de un solo dígito bajo, incluyendo un impacto de 300 millones de dólares en ventas perdidas en China y un impacto positivo de 150 millones de dólares.

El ajuste de costes no sólo ha impactado en el equipo. En los últimos años, y todavía bajo la dirección de Syngal, la empresa ha apostado por reducir su estructura y ceder a terceros la gestión de su negocio internacional, además de firmar acuerdos de licencia. A finales de 2022, la compañía también vendió su negocio en China al grupo Baozun.