Marypaz obtiene oxígeno y pacta con sus acreedores un año más de carencia

Marypaz obtiene de nuevo oxígeno en el tiempo de descuento. La cadena de zapaterías ha llegado a un acuerdo con sus acreedores para obtener un año más de carencia para abonar su deuda, de 16,3 millones de euros, según avanza el diario ABC.

Tras el pacto, pendiente de homologación judicial, la empresa ha reactivado la búsqueda de un inversor que inyecte liquidez en la compañía. El grueso del pasivo actual corresponde a deuda con proveedores y propietarios de los locales que ocupa la empresa, además de un préstamo con el Banco Santander avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por cuatro millones de euros.

La compañía opera actualmente con una red de 55 tiendas, concentradas la mayoría en Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y el Levante. En el último ejercicio, finalizado en octubre de 2022, la empresa ingresó 40 millones de euros.

Marypaz cuenta con una red de 55 tiendas, la mayoría en Andalucía y Madrid

Durante la pandemia, Marypaz acometió un fuerte ajuste que le llevó a cerrar la mitad de sus tiendas y acometer varios expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectó a más de 300 empleados.

La empresa fue durante años una de las mayores cadenas de zapaterías de España. Fundada en Sevilla en 1972 de la mano de Ángel Aguaded, Marypaz llegó a facturar 180 millones de euros en 2012, con una red de 400 tiendas y más de 2.000 empleados.

Sin embargo, los problemas de circulante llevaron a la compañía a acogerse al preconcurso de acreedores en 2016, cuando acumulaba una deuda que ascendía cien millones de euros. Tras el concurso, que presentó tres meses después, la compañía fue adquirida por Black Toro, que estaba tratando entonces de formar un pool de marcas de moda rescatadas de los juzgados.

El grueso del pasivo de Marypaz corresponde a deuda con los proveedores y arrendatarios

Pero la aventura con Black Toro duró apenas tres años: en 2019, la empresa fue a liquidación, y encontró un nuevo salvador en la familia fundadora y el empresario Álvaro Pellón, que compraron de la unidad productiva a través de la sociedad Crocea Motors.

La compañía trazó un nuevo plan estratégico y reactivó la expansión con tiendas, pero la hoja de ruta se vio truncada por la pandemia.  Tras los ajustes de personal y red de tiendas, quedaba pendiente el acuerdo para extender el vencimiento del pasivo, que se ha firmado finalmente ahora.

El objetivo de la empresa para 2023 pasaba por alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) y un resultado neto positivo, emprendiendo a partir del segundo trimestre el desarrollo de su red de franquicias.