Chile, el jaguar del consumo en Latinoamérica
Con el tercer mayor poder adquisitivo de la región, Chile se alza como uno de los grandes mercados para la moda latinoamericana si consigue superar la desigualdad económica que lastra el país desde la dictadura de AugustoPinochet.
29 oct 2024 - 05:00
En un año marcado por procesos electorales en todo el mundo, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.
Radiografía de un mundo global
A mediados de los 90, Chile acababa de salir de más de treinta años de dictadura militar liderada por Augusto Pinochet. El impulso económico que vivió el país durante el periodo posterior le ganó a Chile el apodo del jaguar de América Latina, en comparación con los conocidos como tigres asiáticos (Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong). Con la perspectiva de los años, la economía chilena ha reducido su ritmo de crecimiento, pero con el tercer ingreso per cápita más elevado de la región, Chile aún se alza como el felino latinoamericano del consumo en Latinoamérica.
En su última actualización, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó sus perspectivas de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) del país a un 2,5% en 2024, cinco décimas por encima de las últimas previsiones de la entidad en abril. De cara a 2025, además, el FMI cifró en un 2,4% el alza de la economía chilena para el periodo, frente al 2,2% estimado del Banco Mundial.
Las proyecciones de las entidades para Chile sitúan la economía del país también por encima de las del resto de la región. De cara a este año, la entidad prevé que el conjunto de países de América Latina y el Caribe crezcan un 2,1%, y hasta otro 2,5% en 2025.
Con 20,9 millones de habitantes, y un PIB per cápita de 29.500 dólares, el poder adquisitivo de los chilenos se sitúa muy por encima del de sus países vecinos. Según las estimaciones del FMI, los ingresos per cápita en Chile (a paridad de poder de compra) alcanzarán los 33.574 dólares, frente a los 21.684 dólares per cápita del conjunto de la región. Únicamente Panamá, con un PIB per cápita estimado de 41.292 dólares, y Uruguay, con otro de 34.440 dólares per habitante, superarán el poder adquisitivo de los chilenos.
La inflación en el país es también una de las menores de la región. Con una de las divisas más estables (un dólar es equivalente a más de 900 pesos chilenos), las proyecciones para el alza de precios en el país son de un 3,9% en 2024, únicamente por debajo de Ecuador (con un incremento de precios del 1,9%), Perú (1,9%) y Paraguay (2,8%).
Líder mundial en cobre
El principal motor de la economía chilena es la explotación del cobre, del que posee un 27% de todo el mineral en el mundo, la mayor reserva del mundo. El sector minero supuso en 2023 un 11,9% del PIB del país, del cual hasta un 8,7% pertenece a la extracción del cobre, según datos del Gobierno del país. Durante el periodo, Chile exportó un total de 43.409 millones de dólares en este material, del total de 94.937 millones de ventas al exterior que realizó en total, es decir, un 45,7% del total.
El principal socio comercial del país es China, que compra más de la mitad de las exportaciones de cobre de Chile. El gigante asiático también se convirtió en 2014 en el principal proveedor del país, relegando a Estados Unidos a la segunda posición.
Según el último índice mensual de actividad económica (Imacec) del Banco Central de Chile, la producción económica del país creció un 2,3% respecto al año anterior en agosto. La producción de bienes, que incluye la minería, la industria manufacturera y el resto de bienes, lo hizo un 2,8%, mientras que el comercio lo hizo un 3%. El sector servicios, por su parte, creció un 1,9% interanual.
30 pesos o 30 años
“No son 30 pesos, son 30 años”. Este es el grito que predominó en las manifestaciones de que desencadenaron el que ya se conoce como estallido social en Chile. Las protestas, que la semana pasada cumplieron cinco años, tuvieron efectos inmediatos en la economía, aunque también un cambio radical en la política del país, y en 2021, el político y activista Gabriel Boric se convirtió en el presidente del país en salir escogido con el mayor número de votos.
Este 2024 se cumplen cinco años del estallido social que protagonizó el país en 2019
En 2019, el Ejecutivo de Sebastián Piñera anunció el alza de 30 pesos chilenos (alrededor de dos céntimos) del billete de metro más utilizado en Santiago de Chile. Las protestas que sucedieron a la medida se extendieron por todo el país, y el gobierno no tardó en decretar el estado de emergencia, el primero desde la vuelta a la democracia. Lo que comenzó como una protesta por ese incremento de precios en el transporte derivó en un estallido social en busca de mayores demandas del sistema de salud y pensiones, así como otros sectores de la economía.
Con 30 años, los chilenos hacían referencia así al tiempo trascurrido desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet. Con uno de los mayores índices de desigualdad económica en la región, las bases de la economía chilena actual se remontan al sistema de libre mercado instaurado por el dictador en base a la teoría del economista estadounidense Milton Friedman.
Las medidas se caracterizaron principalmente por una reducción del gasto público y la privatización de las empresas estatales, especialmente importantes en el país tras el gobierno de Salvador Allende. Acabar precisamente con la herencia de Pinochet, que fue una de las principales demandas de la población hace media década, se alarga por todo el país.
El gobierno de Boric lleva desde su entrada al poder intentando modificar la constitución del país, la principal promesa electoral del político chileno. El texto fecha de 1980, y se redactó precisamente durante la dictadura militar del país, lo que se refleja en el poco peso del Estado en materia de política de salud, educación y pensiones.
La moda en Chile
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Chile, el peso del gasto en ropa promedio de los hogares chilenos fue del 2,8% de su presupuesto en 2022. Esto supone un descenso respecto al 3,5% del presupuesto que destinaban los hogares un año antes.
Según la entidad, la caída del gasto en moda está principalmente relacionada con con cambios en las prioridades de consumo familiar, que ha favorecido otras áreas como alimentos y vivienda, que aumentaron su proporción en el gasto general.
Como cliente internacional de la moda española, Chile también ha perdido peso, y en 2023 compró a España artículos de ropa y calzado por un total de 209 millones de euros en 2023, un 12,9% menos que en el año previo.
El conjunto de los países de Sudamérica, compraron moda española por hasta 765,7 millones de euros. El ránking lo lidera precisamente Chile, al que le siguen Brasil, con exportaciones de 141,9 millones de euros, y Colombia, que en 2023 compró moda española por valor de 124,5 millones de euros.
El gran operador de moda en el país es el gigante de grandes almacenes Falabella. El grupo, que opera en Chile, pero también en Perú, Colombia y Brasil, es la puerta de entrada de la moda internacional al país, que acude a la compañía para abrir sus puntos de venta en los grandes almacenes.
La presencia de la moda española está liderada por compañías como Inditex o Mango. La empresa de joyería Tous también ha reforzado recientemente su presencia en el país, y este verano ha sumado dos nuevos establecimientos, así como un nuevo flagship en la capital.