El cambio climático expone a “graves riesgos” al 70,9% de los trabajadores del mundo
La Organización Internacional del Trabajo cifra en 2.400 millones los trabajadores que están expuestos a fenómenos como un calor excesivo y alerta que las legislaciones existentes no son capaces de hacer frente a la situación.
23 abr 2024 - 05:00
Los efectos extremos del cambio climático, como las olas de calor o la contaminación, pueden generar graves riesgos para la salud de alrededor de un 70,9% de los trabajadores de todo el mundo, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (ILO). La entidad ha calculado que 2.400 millones de personas, de una población activa mundial de 3.400 millones de trabajadores, están expuestos a un calor excesivo en el horario laboral, lo que repercute en su salud.
“Las situaciones más graves se están dando en los países donde hasta ahora no estaban acostumbrados a estas temperaturas elevadas, por ejemplo, como Europa o Norteamérica”, explica la directora del equipo de Seguridad y Salud de la ILO, Manal Azzi, a Modaes.
Azzi añade que este porcentaje ha aumentado “de manera alarmante” en las dos últimas décadas, y se ha elevado más de cinco puntos porcentuales desde el año 2000, cuando el porcentaje alcanzaba el 65,5% de la población. “Estos efectos siempre se han notado más en países cercanos al ecuador, pero los resultados están siendo peores en aquellas zonas donde hasta el momento no era un problema”, desarrolla la experta.
El cambio climático provoca 18.970 muertes solo por calor excesivo
El informe de la ILO, bajo el nombre Garantizar la seguridad y la salud en el trabajo en un clima cambiante, estima que cada año se pierden un total de 18.970 vidas por culpa de lesiones relacionadas con el calor excesivo, y hasta 26,2 millones de personas en todo el mundo padecen enfermedades renales crónicas por estrés térmico.
Más allá del efecto en la salud de los trabajadores, el informe alerta que el estrés térmico reducirá el Producto Interior Bruto global hasta 2,4 billones de dólares en 2030. Los expertos explican que las altas temperaturas causan que, por ejemplo, se trabaje a un ritmo más lento para hacer frente al calor, por lo que para esa fecha se perderán el 2,2% del total de horas trabajadas en todo el mundo, una pérdida de productividad equivalente a 80 millones de empleos.
“Este porcentaje no sólo está aumentando, sino que además es tan solo uno de los efectos que genera el cambio climático”, denuncia Azzi, que también alerta del surgimiento de otro tipo de consecuencias como el aumento de parásitos e insectos que propagan enfermedades como la malaria o el dengue.
Concretamente, el informe cifra en 15.000 muertes anuales relacionadas con el trabajo por la exposición a enfermedades parasitarias, y en más de 300.000 muertes anuales atribuidas al envenenamiento por pesticidas, que se utilizan en muchas ocasiones para limitar estas plagas.
“Hay muchas discusiones sobre cómo abordar el cambio climático, pero raramente estas se enfocan en proteger a la gente que lo está sufriendo hoy”
Otras de las afecciones a la salud que destaca el informe es la relación entre cambio climático y enfermedades como el cáncer, las afecciones cardiovasculares, las enfermedades respiratorias e, incluso, la salud mental. “El cambio climático está creando importantes riesgos adicionales para la salud de los trabajadores”, asegura Azzi.
La radiación ultravioleta, por ejemplo, causa un total de 18.960 muertes anuales por cáncer de piel, del total de 1.600 millones de trabajadores expuestos anualmente a radiación UV. Otros 1.600 millones de personas también están expuestas a contaminación atmosférica en el lugar de trabajo, lo que se traslada a alrededor de 860.000 muertes anuales.
“Hay muchas discusiones sobre cómo abordar el cambio climático, pero raramente estas se enfocan en proteger a la gente que lo está sufriendo hoy, y no sólo a la que lo sufrirá en el futuro”, avisa la experta.
Azzi asegura que el calor excesivo siempre ha sido una preocupación, por lo que sí que existen legislaciones y acuerdos colectivos para hacerle frente, aunque muchas de ellas surgieron en los años 60, por lo que a día de hoy están desactualizadas. “Hay legislaciones interesantes en muchos países, como Brasil o Estados Unidos, pero estas fallan a la hora de tener un enfoque global y actual”, añade Azzi.
Algunas de las recomendaciones de Azzi incluyen, por ejemplo, regular las horas de trabajo de acuerdo con la exposición al calor, proveer de agua y de ropa adecuada a los trabajadores, administrar el uso de pesticidas y, especialmente, incluir las enfermedades relacionadas por los efectos del cambio climático como enfermedades laborales.