Essilor sigue los pasos de Nike y Coty y amplía también su capital en Argentina

Essilor engorda su capital en Argentina en plena crisis del país. Tal y como han hecho otros gigantes de la moda, el grupo italiano de óptica ha inyectado más dinero a la filial que tiene en el país sudamericano.

Ayer, el fabricante de anteojos ha aprobado la ampliación de capital de 9,7 millones de pesos argentinos (261.677 dólares) a 10,8 millones de pesos (291.346 dólares). La operación supone una inyección de 1,1 millones de pesos (29.668 dólares), según consta en el Boletín Oficial de la República Argentina.

La sede de Essilor en el país austral se encuentra en el número 1344 de la calle Guevara, en el barrio de Chacarita, en Buenos Aires. El grupo está presente en Argentina desde 1988 con más de cien distribuidores en todo el país.

Essilor opera en Argentina desde 1988 y tiene su sede en Buenos Aires

Tal y como avanzó Modaes, el negocio de Essilor en Latinoamérica está pilotado por Ernesto Díaz, quien controla las operaciones del grupo desde Brasil. Con sede en Charenton-Le-Pont (Francia), Essilor es el mayor grupo de lentes oftálmicas del mundo por cifra de negocio.

La compañía, fruto de la suma de Essel y Silor en los setenta, encaró su expansión internacional en la década de los ochenta y creció a golpe de talonario en las décadas de los noventa y los 2000. Recientemente, la compañía completó la fusión con Luxottica, creando el mayor gigante de óptica del mundo, con una cifra de negocio estimada en 17.000 millones de dólares.

La moda internacional se autofinancia en Argentina

La inyección de capital de Essilor en el país sudamericano es otra de las operaciones de este tipo que han realizado otros gigantes internacionales de la moda recientemente en el país, tales como Coty o Nike.

De acuerdo con Martín Vauthier, consultor económico de Ecogo, estos movimientos estarían vinculados a la devaluación actual del peso argentino. “Esto es una operación de las empresas internacionales que quieran apostar a largo plazo por el país”, destaca el especialista.

Con las altas tasas de interés que impuso Argentina y la devaluación del peso, las compañías extranjeras que operan en el país se ven favorecidas al tener monedas más fuertes que la divisa local. “Ahora es barato invertir en Argentina para tener una recuperación a la expectativa de que el consumo vuelva a crecer en 2019 o 2020”, subraya Vauthier.

Además, el analista insiste en que como ahora no se puede colocar deuda o recurrir a préstamos bancarios, la mejor opción para las empresas internacionales que deseen crecer en Argentina es inyectar capital propio.