LVMH toma el control del negocio de óptica de Givenchy a través de Thélios

La óptica de Givenchy, en manos de su propietario. La empresa francesa ha cedido la licencia de su negocio de óptica a Thélios, joint venture formada por Marcolin y LVMH, grupo de lujo dueño de Givenchy.

Thélios comenzará a producir y distribuir la óptica de la compañía a partir del próximo 1 de enero. Hasta entonces, la licencia seguirá en manos de Safilo, grupo italiano especializado en gafas. En julio de 2019, Dior (propiedad de LVMH) rompió también con la italiana tras veinte años de acuerdo para ceder la gestión de su licencia de óptica a Thélios en septiembre de ese mismo año. La nueva colección de óptica de Givenchy estará diseñada por su director creativo Matthew Williams, que se incorporó a la compañía en 2020 tomando el relevo de Clare Waight Keller.

Thélios fue fundada en 2017 de la mano del conglomerado francés de lujo LVMH (que cuenta con el 51% de la compañía) y la productora y distribuidora italiana de óptica Marcolin. La operación siguió la entrada del grupo en el capital de Marcolin a través de una ampliación de capital de 21,9 millones de euros. La empresa comenzó su actividad tomando la licencia de la óptica de Céline, que anteriormente controlaba también Safilo.

Thélios toma la gestión del negocio de óptica de otra marca de LVMH, sumando ya once

Además de las de Céline, Givenchy y Dior, Thélios cuenta con las licencias de óptica de Kenzo, Loewe, Fenty, Fred, Berluti, Stella McCartney, Rimowa y Fendi. La intención es que la compañía acabe controlando el negocio de óptica de todas las marcas de LVMH.

La empresa perdió a su consejero delegado Giovanni Zoppas el pasado marzo, y no ha nombrado aún a un sucesor. Zoppas regresó al grupo italiano Tecnica Group, donde fue director general, para recuperar su puesto y sumar el de consejero delegado.

LVMH cerró el primer semestre del año con un crecimiento del 56% con respecto a 2020 y del 14% en relación a 2019. Su facturación en el período fue de 28.665 millones de euros, con un resultado neto procedente de operaciones recurrentes de 7.632 millones de euros, multiplicando por cuatro su beneficio del año anterior.