El bañador oficial
29 jul 2009 - 00:00
“Es cuestión de que el hombre prevalezca sobre todo lo demás y recupere su protagonismo”. Con estas palabras ha zanjado Julio Magline, presidente de la Federación Internacional de Natación (FINA) la discusión sobre el uso de bañador con supuestas cualidades especiales en las competiciones oficiales.
Este organismo se ha mostrado inflexible a la hora de ratificar su decisión del pasado 24 de julio y restringir el uso de determinados materiales y formas de los bañadores que los deportistas de alta competición usan en las competiciones. Las condiciones sine qua non serán: material textil para su fabricación, forma, flotabilidad y grosor marcados por la FINA.Los de ellos no podrán sobrepasar la cintura ni las rodillas y los de ellas no podrán superar los hombros y las rodillas. La condición unisex es que ninguno llevará mangas. Además el índice de flotabilidad será de 0,5 newton – ahora era de 1 – y el grosor será inferior, de 1 milímetro a 0,8. Pero además la FINA se sube al carro de la industria textil ya que ha anunciado que sólo ella podrá determinar qué es material textil y qué no lo es.Y para rizar el rizo, no se podrán superponer prendas y todo el bañador deberá ser del mismo material. El árbitro de toda esta pasarela acuática será el Instituto Federal de Tecnología de la Universidad de Lausan (Suiza), que se encargará de dar el visto bueno a los bañadores después de someterlos a las pruebas pertinentes. La normativa, que todavía no está desarrollada en su totalidad, entrará en vigor a principios del año que viene.