Ana Paula Dinis (ATP): “La financiación es crítica para la supervivencia de la industria”

Con un sabor agridulce. Así define Ana Paula Dinis, secretaria general de la ATP, la patronal del textil de Portugal, la situación del sector en el país luso. El impacto de la pandemia y la guerra han hecho mella en la industria textil portuguesa, que por otro lado volvió a impulsar las exportaciones. La situación del sector actualmente gira en torno al impulso de la relocalización y la transición hacia la sostenibilidad. Según Dinis, lo primero no ha terminado de concretarse: “sólo algunas marcas que volvieron con la pandemia han permanecido”. Sobre lo segundo, la directiva señala que la industria empuja hacia ello, aunque necesita más fondos. 

Pregunta: En los resultados de 2022, la ATP señaló que fue un buen ejercicio para el textil portugués, pero que dejó un sabor amargo ¿Por qué?

Respuesta: El último trimestre estuvo muy afectado por el impacto de la guerra, la subida de precios, la inflación y la caída de la demanda de los consumidores. En términos de volumen,  no terminamos el año de una forma tan positiva como se preveía. Esta situación ha continuado durante el primer trimestre de este año: las exportaciones crecen en valor, pero no en volumen. Estamos un  poco preocupados porque no sabemos cuándo se va a revertir esta situación.

P.: ¿Cómo ha afectado la subida de los costes de producción al sector?

R.: El mayor impacto fue en el coste de la energía, tuvimos unos momentos muy críticos cuando el precio superó por cinco los niveles normales. Es cierto que ahora los costes siguen siendo muy altos, pero menos que la situación que vivimos entonces. Además, también nos afectó la subida de los precios de las materias primas, por lo que hubo momentos muy complicados. Esta subida de costes afectó a la relocalización, ya que las empresas se fueron a países más baratos. 

“Sólo algunas marcas que volvieron con la pandemia han permanecido”

P.: ¿La relocalización es una realidad?

R.: No de una forma generalizada, sólo algunas marcas que volvieron con la pandemia han permanecido aquí. Por otro lado, las empresas están apostando por nosotros por cuestiones de sostenibilidad. Hay preocupación sobre esta cuestión porque en las fábricas de Bangladesh, China o Vietnam no hay tanta visibilidad. En este aspecto, nosotros somos muy competitivos. 

P.: ¿Qué ventajas tiene la industria portuguesa frente a otros países cercanos como Marruecos o Turquía?

R.: Una de las grandes ventajas es que tenemos una oferta muy diferente. Además de la calidad de los productos, también contamos con capacidad para hacer producciones muy diferentes. A eso se le suma nuestra rápida capacidad de respuesta. Cuando los mercados estaban muy inestables durante la pandemia, Portugal demostró su fortaleza, porque las empresas sabían que podían contar con nosotros. Además, nuestra industria se está adaptando a la sostenibilidad. Es cierto que ahora, con la subida de los costes, algunas compañías se han ido a polos de producción más baratos, como Marruecos o Turquía. 

P.: En 2022, las exportaciones portuguesas a España no recuperaron los niveles prepandemia. ¿Por qué se retrasa la recuperación frente a otros mercados?

R.: Está relacionado con Inditex, que es la principal marca española a la que proveemos. Ha habido algunos retrasos en los pedidos y el grupo ha llevado parte de la producción que tenía aquí a Marruecos y Turquía. Sin embargo, otras marcas más pequeñas han apostado por nosotros. Con todo, esto no ha compensado porque los pedidos de Inditex eran muy grandes. 

“La caída de exportaciones portuguesas a España es consecuencia del traslado de parte de la producción de Inditex a Turquía y Marruecos”

P.: ¿Cuáles son los mercados de futuro para la industria portuguesa del textil?

R.: La clave no son los mercados, sino las empresas. Europa continúa siendo nuestro principal mercado, con España, Italia y Alemania a la cabeza. Desde la pandemia, Francia ha crecido mucho como destino de nuestras exportaciones, tanto en valor como en cantidad. Pero nuestro interés pasa por diversificar mercados y clientes, ya que siempre hay marcas interesantes a conquistar. 

P.: ¿Está preparada la industria portuguesa para la nueva legislación sostenible?

R.: Sí, pero tenemos que seguir desarrollando la economía circular. Sabemos que en 2025 entra una nueva legislación en Europa y tenemos que adaptarnos a ello de la forma más rápida posible. Hay algunos países muy avanzados, como Holanda, pero aquí estamos desarrollando proyectos pilotos para implementar nuevas medidas. Con todo, nuestra industria está preparada para los cambios y estamos bien posicionados.  

P.: ¿Son suficientes los fondos Next Generation para salvaguardar la industria?

R.: Ha habido preocupación por la financiación comunitaria. Desarrollamos unos programas de resiliencia, pero al final las grandes industrias se llevaron las ayudas. Por otro lado, el resto de los fondos a los que optamos se han retrasado, y la industria los necesita con urgencia. 

P.: ¿Hacen falta más ayudas?

R.: Sí, hacen falta muchas ayudas. Cuando la economía no está en expansión, falta financiación por parte de la banca y de los grupos financieros, además de las entidades gubernamentales. La necesidad de financiación es crítica para la supervivencia de la industria del país.