José María Martin Balari (PwC): “La moda no está suficientemente organizada ni coordinada”
El socio responsable de finance analytics and enterprise performance de PwC asegura que la industria de la moda sobrevivirá a 2022 “porque el primer semestre del año ha sido bastante bueno”.
8 sep 2022 - 04:55
Sol y nubarrones a la vista. José María Martin Balari, socio responsable de finance analytics and enterprise performance de PwC, asegura que el sector de la moda sobrevivirá a 2022 porque “el primer semestre del año ha sido bastante bueno”, aunque hay varios riesgos a la vista, como la caída del consumo. Según Martín Balari, el principal reto para el sector es conocer cuál es el comportamiento del consumidor y trabajar más en la unión entre empresas. “A diferencia de otros sectores, la moda no está suficientemente organizada ni coordinada”, asegura.
Pregunta: Subidas de precios de las materias primas, transporte, logística… ¿Sobrevivirá el sector de la moda a 2022?
Respuesta: Va a sobrevivir porque el primer semestre del año ha sido bastante bueno. Es verdad que la presión inflacionaria, unida a las previsiones de consumo, van a impactar, pero aquel que haya hecho los deberes desde la perspectiva de equilibrio entre ventas, margen y stock va a sobrevivir. También lo hará el que tenga flexibilidad. El año se salvará.
P.: ¿Qué pasará en el último trimestre?
R.: Dependerá un poco de cada caso. En España, de momento, los resultados han sido razonablemente buenos en el primer semestre del año. Es verdad que los pure players no han presentado unos resultados tan buenos como se esperaban porque todavía tienen camino de mejora en la operativa, en las devoluciones y desde el punto de vista de eficiencia, como la experiencia de usuario.
P.: Primero la pandemia, luego el colapso de la cadena, después la guerra en Ucrania. ¿Puede la moda trabajar a largo plazo con tantas disrupciones en el corto plazo?
R.: Es difícil trabajar a largo plazo y gestionar el corto y medio plazo. Además, a la guerra en Ucrania, el colapso de la cadena y la caída del consumo también hay que meter en la ecuación el impacto del tipo de cambio, sobre todo en la campaña otoño-invierno.
“Es difícil trabajar a largo plazo y gestionar el corto y medio plazo”
P.: ¿Cómo se debe combinar la estrategia?
R.: La primera es flexibilidad y un buen equilibrio entre la toma de decisiones en cuanto a la venta, el margen y stock. No ir muy cargado, pero pensar también en el ciclo corto.
P.: Sostenibilidad, precios, consumidor, supply chain, expansión internacional ¿Cuál sería actualmente el primer driver del sector de la moda?
R.: Históricamente, el principal driver del sector de la moda ha sido la venta, por lo que las previsiones de consumo es lo que más va a afectar al devenir del sector de la moda. Pero claro, también es imprevisible a cuatro o cinco meses vista.
P.: ¿La moda se ve como una industria atractiva en la que invertir?
R.: Hay determinadas compañías muy sólidas, tanto desde el punto de vista de sus ventas como de rentabilidad, por lo que es un sector muy interesante. Aunque, evidentemente, no en todos los casos.
“Vamos a asistir a relocalización de operaciones en el corto plazo”
P.: ¿Y para el cliente?
R.: La moda nunca perderá atractivo para el cliente porque es muy dinámica. Hemos visto como después de la pandemia ha vuelto a niveles de venta cercanos a la prepandemia, por lo que ha demostrado que es capaz de reinventarse.
P.: Algunos operadores están dando un paso atrás en China. ¿Cómo afecta esto al volumen del sector?
R.: Vamos a asistir a relocalización de operaciones en el corto plazo, porque el impacto del tipo de cambio de gran parte de las compras perjudica a las compras en el largo. Habrá que ver el equilibrio natural entre el corto y el largo plazo.
P.: ¿Le falta más lobby a la industria de la moda?
R.: Probablemente sí, no está suficientemente organizada ni coordinada, a diferencia de otros sectores que sí lo están. Tendrían que unirse la industria con las marcas.
P.: ¿Cuáles serán los próximos retos del sector en los dos próximos años?
R.: El principal reto es conocer cuál va a ser el comportamiento del consumidor y cuánto de su renta disponible va a poder dedicar a la moda. También desde un punto de vista de segmentación, no a todos les va a afectar por igual. El principal escollo va a ser ese.