Lululemon, denunciada en Francia por ‘greenwashing’

Nueva denuncia de greenwashing con Lululemon en el punto de mira. La ONG Stand Earth ha presentado una denuncia ante la autoridad francesa de defensa de la competencia por la campaña publicitaria Be Planet de la marca canadiense de moda deportiva.

Stand Earth reclama que la Dirección General de competencia, consumidor y control contra el fraude, adscrita al Ministerio de Economía del Gobierno francés, “investigue cómo puede Lululemon afirmar ser planeta y al mismo tiempo generar más emisiones perjudiciales para el planeta que medio millón de coches”.

La denuncia, anunciada en vísperas de la apertura oficial de los Juegos Olímpicos de París (en los que Lululemon vestirá a los atletas canadienses), considera que el slogan utilizado por la marca contrasta con el hecho de que la polución generada por la compañía haya aumentado un 100% desde que se inició la campaña.

Para ello, Stand Earth se refiere a la memoria de sostenibilidad de Lululemon, que recoge también que más del 60% de los materiales que utiliza la enseña son derivados del petróleo, no pueden ser reciclados de forma efectiva, no son biodegradables y emiten microplásticos en los océanos y las vías navegables.

La ONG sostiene que la campaña es incompatible con el aumento de las emisiones de la empresa

“Los clientes de la compañía merecen saber los verdaderos impactos de la compañía en contaminación climática, no una versión de greenwashing que se usa para vender productos”, ha señalado Todd Paglia, director ejecutivo de la ONG.

Lululemon ha señalado a raíz de la nueva denuncia de la ONG que “estamos convencidos de que las declaraciones que hacemos al público reflejan con precisión nuestros objetivos y compromisos”. “Be Planet -continúa la compañía- no es una campaña de márketing; es un pilar de nuestra estrategia de impacto, que describe la visión, los objetivos y las metas que guían nuestras acciones e inversiones”.

La compañía canadiense apunta que ha logrado una reducción absoluta del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero en sus instalaciones y que está trabajando con sus proveedores para reducir el impacto en su cadena de suministro, de donde proviene la mayor parte del impacto climático de Lululemon.

La entidad francesa de defensa de la competencia investigó en 2022 más de mil empresas en relación al greenwashing, resolviendo que había incumplimientos de la normativa en uno de cada cuatro casos.

En mayo, la Oficina de Competencia de Canadá abrió una investigación a la compañía canadiense por un posible caso de greenwashing, a raíz también de una denuncia de Stand Earth por la misma campaña Be Planet.

Tras la decisión de la Oficina de Competencia de Canadá de investigar el caso, la empresa avanzó que “estamos comprometidos en cooperar en los próximos pasos; confiamos en que su revisión confirmará que las declaraciones que hacemos al público son precisas y están bien respaldadas”.

Stand Earth, que nació en el 2000 de la mano de un grupo de activistas medioambientales dedicados a conservar los bosques milenarios de la costa de Columbia, tiene su sede en San Francisco. La entidad también se dedica a la investigación, consultoría y activismo contra el calentamiento global y para la protección del medio ambiente. La ONG cuenta con una plantilla de una treintena de empleados, además de los activistas.

Por su parte, Lululemon dio sus primeros pasos en 1998 en Vancouver (Canadá) y está especializada en calzado, ropa y accesorios para deportes como yoga, running y entrenamiento. La empresa cuenta con una red de más de 660 tiendas en el mundo y más de 34.000 empleados. La compañía finalizó el ejercicio 2023 (concluido el pasado 28 de enero) con un alza del 19% en las ventas, hasta 9.619 millones de dólares, y disparando un 81% su resultado neto, lo que supuso ganancias de 669 millones de dólares.