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Pol Morillas (Cidob): “Vivimos en un mundo más peligroso, porque estamos en una transición”

El director del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob) traza un pronóstico sobre las claves macroeconómicas para 2023, que pasan por la complejidad, la incertidumbre, y la posibilidad de establecer un nuevo orden mundial. 

Pol Morillas (Cidob): “Vivimos en un mundo más peligroso, porque estamos en una transición”
Pol Morillas (Cidob): “Vivimos en un mundo más peligroso, porque estamos en una transición”
Pol Morillas es también miembro del Observatorio de Política Exterior Europea (Ibei).

Modaes

9 feb 2023 - 10:30

¿Qué depara 2023? Con esta cuestión inicial ha dado el pistoletazo de salida Barcelona Fashion Summit 2023 de la mano de Pol Morillas, director del think tank Barcelona Centre for International Affairs (Cidob). Bajo el título El mundo en 2023, el experto ha apuntado las claves del entorno de dicotomía al que se enfrenta la economía global, entre el conflicto y la cooperación.

 

La complejidad es el punto de partida, considera Morillas. Tanto en el ámbito empresarial como en el social, “los últimos años han sido más difíciles de prever que nunca”, ha señalado. “Los retos geopolíticos y la gran crisis a la que nos podríamos enfrentar en el próximo año son el tema de conversación inicial en todos los consejos de administración”, ha indicado Morillas. En primer lugar, la guerra en Ucrania ha vuelto a poner sobre la mesa el peligro para la economía de una crisis geopolítica a nivel global, que en las últimas décadas se había reducido en Occidente.

 

“Estamos en un momento especialmente complejo, un momento que se caracteriza por una gran transformación”, señala el experto. “Ya no vamos hacia esa uniformidad en el ámbito internacional en la que nos encontrábamos en la década de los noventa: estamos en un mundo que nos parece más peligroso porque es un mundo en transición”, declara Morillas. “En los próximos años veremos una cierta reglobalización en el comercio”, explica. 

 

 

 

 

El futuro lo marcará la dicotomía entre un escenario de conflicto geopolítico mantenido, lleno de incerteza; y un escenario de colaboración que devolvería al mundo a la relativa paz en la que se encontraba hace ya tres décadas. “Las potencias globales están entrando en una lógica de sumar cero: lo que no se consiga por los medios propios no se conseguirá mediante la cooperación”, resume Morillas, que considera que esta mentalidad es “subóptima”, especialmente después de la pandemia y en plena guerra en Ucrania. 

 

Con todo, esto no es exclusivo para las grandes potencias, señala el experto, sino que marcará el nuevo orden internacional, con India, Turquía y Arabia Saudí buscando un nuevo lugar en el mapa mundial. Otro de los factores que marcará 2023 es la fragmentación regulatoria, como es el caso de China. “Lo que quiere China es dejar de ser una fábrica del mundo y centrarse en su propio desarrollo interno”, explica el director del Cidob, que destaca que esto “también se refleja en el caso de la Unión Europea en el momento en el que cada nación centra sus recursos en su propia economía frente a invertir en la cooperación y el poder comunitario". 

 

“Treinta años después de la Guerra Fría, volvemos a estar a los mismos niveles de desarrollo democrático”, resume Morillas. Por último, la tercera clave de 2023 serán las consecuencias de la desglobalización que llegó tras la pandemia. “Una red de proveedores que da la vuelta al mundo ya no es posible, las principales economías quieren dejar de depender de otros mercados que potencialmente podrían generar conflictos bélicos o comerciales”, señala el experto en geopolítica.

 

“A falta de efectividad de los foros de gobernanza internacional, toman fuerza los regionales”, explica Morillos. Con todo, mientras que la desglobalización será clara en aspectos como el militar, los próximos años traerán una cierta 'reglobalización' en el comercio, pronostica. 

 

 

 

 

“La gran división política nos impide avanzar ante grandes riesgos a largo plazo como el calentamiento global y la crisis energética”, explica el experto, que considera que la fragmentación internacional es el caldo de cultivo perfecto para el nacimiento y subida al poder de figuras populistas que prometen dar respuesta a las necesidades no cubiertas de los ciudadanos. “Este fenómeno hace que una minoría radicalizada sea vista como un fenómeno generalizado”, asegura Morillas. 

 

En consecuencia, se ha establecido una cierta ambivalencia ante cuál es la mejor manera de regir en sociedad, frustrando el avance de la democracia, especialmente entre las generaciones más jóvenes, observa el experto en geopolítica. “Treinta años después de la Guerra Fría, volvemos a estar a los mismos niveles de desarrollo democrático que entonces”, resume. Pero, en el entorno sombrío al que se enfrenta el mundo, se abre un punto de esperanza: “este es un reto que ya hemos vivido anteriormente”, señala Morillas.

 

“La dicotomía a la que nos enfrentamos es la misma a la que se enfrentaron las potencias después de la Segunda Guerra Mundial, y de esas cenizas se creó un orden internacional basado en reglas y cooperación, dando cobijo tanto a los perdedores de la guerra como a los ganadores de la misma”, recuerda el director del Cidob. “Nada está escrito”, señala, con todo, Morillas. “En los próximos años, tendremos que volver a elegir entre cooperación y conflicto y la elección dependerá de nuestras sociedades”, concluye el experto. 

 

Barcelona Fashion Summit celebra hoy su undécima edición en el Petit Palau de la Música Catalana bajo el título Back to Basics: sintoniza con los fundamentales. Organizada por Modaes, la jornada, consolidada como el principal encuentro del negocio de la moda en España, cuenta con el patrocinio de Districenter, Ecolife by Belda Lloréns, Meta y Sequra y con el apoyo de 080 Barcelona Fashion.