Ropa con pasaporte o cómo usar la tecnología para saberlo todo de un vaquero
El desarrollo del blockchain ha motivado la aparición de un crecimiento número de start ups dedicadas a ofrecer soluciones para la trazabilidad, un requisito que está ya incluido en la Estrategia para el Textil de la Comisión Europea.
28 nov 2022 - 05:00
No toda la innovación es tecnológica, pero la tecnología se ha convertido en una herramienta clave en la transformación de todos los sectores, también la moda. En esta serie, patrocinada por Desigual, Modaes repasa los sistemas, modelos y herramientas que hoy suenan aún a ciencia ficción pero que definirán el futuro del sector.
¿Puede saberse todo de una camiseta o un par de vaqueros? La trazabilidad es el punto de partida de la sostenibilidad: no se puede solucionar un problema que no se sabe que existe, ni presumir de tener un algodón “más sostenible” si no se sabe de dónde viene. Y, sin embargo, la trazabilidad ha concentrado ahora menos esfuerzos en la estrategia de sostenibilidad de las compañías, aunque la legislación podría estar a punto de cambiar la tendencia.
Fashtech: la nueva hoja de ruta de la moda
Una de las propuestas de la Estrategia para el Textil de la Comisión Europea que más inquietudes ha despertado en el sector es la que hace referencia al lanzamiento de un Pasaporte Digital, que identifique el origen de la prenda, las materias primas y otros indicadores vinculados a la sostenibilidad como las emisiones de gases de efecto invernadero.
El objetivo de este pasaporte es combatir el greenwashing y asegurar que cada fase de la cadena de valor cumple los estándares que después publicita el distribuidor o que establece la ley.
Sólo el 12% de las empresas comunican alguna información sobre sus proveedores de materia prima
Hasta el momento, la trazabilidad en el sector se ha centrado fundamentalmente en la confección, y de hecho son muchas las marcas que ya comunican desde hace años su lista de proveedores tier 1 e, incluso, tier 2.
En total, el 50% de las marcas de moda publican poca o ninguna información sobre su cadena de aprovisionamiento y sólo el 12% de las firmas comunican algún tipo de información sobre sus proveedores de materia prima, según un informe de Fashion Revolution.
Cuanto más lejos en la cadena de valor, más complejo es asegurar esa trazabilidad y también más necesario: es difícil rastrear una prenda hasta la materia prima, pero es imprescindible hacerlo si luego la marca apalanca su estrategia sostenible en el uso de algodón orgánico o poliéster reciclado.
El coste, la fiabilidad de los datos o la implementación son algunas de las barreras para el desarrollo de las tecnologías de trazabilidad
Los pasaportes digitales se basan en un código QR, una etiqueta Rfid o chips NFC o bluetooth, que dan acceso a toda la información sobre un artículo, incluyendo sus materiales, país de origen o el precio de venta sugerido por el fabricante, útil por ejemplo para la venta de segunda mano. La información está almacenada en la nube, a través de un proveedor externo.
Este tipo de sistemas no sólo permiten aumentar la transparencia de cara al cliente, sino que dan a la marca visibilidad de qué ocurre con su producto una vez que sale de la tienda, y facilitan también la recogida de información en relación sobre qué ocurre con esas prendas cuando se convierten en residuos.
Estos sistemas son troncales también para la circularidad, permitiendo a las empresas encargadas de la recogida, clasificación y reciclaje de residuos de información automatizada que generalmente se obtiene de forma manual.
Según explica el informe Industry-Aligned Action Plan: Digital ID to Scale Circular Systems, la clave del proceso es la recogida de datos, que debe seguir un protocolo compartido e interoperable, para que pueda ser usado por toda la cadena de valor sin comprometer la información que está ya introducida.
Los pasaportes digitales se basan en un código QR, una etiqueta Rfid o chips NFC o bluetooth, que dan acceso a toda la información sobre un artículo
“La transparencia lleva a la responsabilidad, y eso lleva al cambio”, resumen desde FibreTrace, un proveedor de tecnología para la trazabilidad hasta la materia prima. La compañía se fundó en 2018 y el año que viene lanzará una versión gratuita, FibreTrace Mapped.
“Somos conscientes de que continúa habiendo barreras para la trazabilidad y la transparencia, especialmente el coste, la asignación de recursos, los desafíos en la implementación, la seguridad de los datos y la falta de datos creíbles”, subrayan desde la compañía, que espera que su solución gratuita ayude a eliminar algunas de estas barreras y contribuya a la expansión de su tecnología.
En su caso, la tecnología se apoya en un pigmento luminiscente patentado que se integra en la materia prima y que permite ser rastreado, autentificado y auditado en tiempo real. Para el seguimiento, la empresa usa un escáner de bluetooth que identifica y cuantifica los pigmentos en la fibra, el hilo, el tejido y los productos acabados y que envía los datos encriptados.
Por el momento, FibreTrace es aplicable al algodón, la lana, el poliéster reciclado y otros materiales sintéticos, la viscosa y el lino, y está en fase de investigación en la piel. La empresa trabaja con 32 productores de estas materias primas en todo el mundo.
Eon, Adnas, Textile Genesis, K3btg o la española Swearit, que participó en la primera edición de la aceleradora de start ups de Desigual, son otras de las compañías que han desarrollado soluciones tecnológicas para la trazabilidad.
Eon, que trabaja para grupos como PVH, Richemont o Tapestry, se define como un pasaporte digital y centra su solución en la utilidad de cara al cliente final y también en sus posibilidades para la circularidad, ya que los recolectores de residuos podrían clasificar las prendas automáticamente.
La presión de la legislación y la posibilidad de usar estos pasaportes como estrategia de márketing son algunos de los ‘drivers’ de su implementación
La compañía tiene también un proyecto desarrollado con Target, Lululemon y Lenzing y financiado por una beca de la Fundación Walmart para formar a los operadores del sector en la implementación y desarrollo de este tipo de soluciones.
Swearit, que tiene en el sector de la alimentación su primer cliente, registra la información de toda la cadena de valor en un blockchain, permitiendo al cliente acceso a afirmaciones verificadas sobre toda la cadena de valor. “En nuestra experiencia, estamos viendo claramente un driver en la legislación y trabajamos en la concienciación para que sea el consumidor quien lo reclame”, explican desde la empresa.
Para generar mayor atracción en los departamentos de márketing, la compañía desarrolla modelos de gamificación para el consumidor, tales como programas de fidelización a través de colecciones de NFT, ofrecer una utilidad en forma de descuento, recompensar la interacción con el producto o permitir el acceso a eventos patrocinados por las marcas, entre otros.
“Nuestro objetivo es establecer una plataforma de referencia para el consumidor, donde éstos puedan ser plenamente conscientes del origen y el impacto de los productos que compran, impulsando la sostenibilidad, la proximidad y el progreso a través de sus decisiones de compra”, añaden desde Swearit.
Blindar la marca
Además de para la sostenibilidad, la otra gran aplicación de la trazabilidad es combatir de las falsificaciones. De hecho, los grandes grupos del lujo llevan años trabajando en desarrollos de tecnologías que permitan asegurar la autenticidad de sus productos, especialmente a partir del rápido desarrollo de la segunda mano.
Uno de los más avanzados es Aura Blockchain Consortium, un proyecto impulsado por LVM, Prada y Cartier, propiedad de Richemont, y abierto a todas las marcas del lujo. La tecnología de Aura se apoya en una cadena de bloques privada (blockchain) protegida por ConsenSys y Microsoft, que registra el ciclo de vida de cada producto de manera única e intransferible.