Puig aspira a ser la cuarta empresa de perfumería más valiosa del mundo

La cuarta empresa de perfumería más valiosa del mundo. Esa es la aspiración que tiene el gigante español Puig con su salto al parqué. La empresa, que esta semana lanzará su oferta pública de venta (OPV), busca situarse en los primeros puestos del ránking mundial de cotizadas de cosmética con una valoración de 10.000 millones de euros. Si se cumple la expectativa, la empresa sólo estaría por detrás de grupos como L’Oréal, Estée Lauder y Beiersdorf.

El salto a Bolsa de Puig será el primero de una compañía española de moda desde 2001 y se convertirá en la mayor salida a Bolsa en España de los últimos diez años.

La capitalización esperada de la empresa la coloca en el top 5 del ránking mundial de las cotizadas de perfumería y cosmética, entre las que se encuentran L’Oréal, Estée Lauder, Beiersdorf, Shiseido, Coty, Amorepacific, Natura, LG Household y Revlon. LVMH Perfumes, que es otra de las principales empresas del sector, no cotiza de manera separada, sino que lo hace el grupo liderado por Bernard Arnault de manera conjunta.

El grupo francés L’Oréal es el mayor gigante del sector con una capitalización de 221.483 millones de euros. En segunda posición se encuentra la estadounidense Estée Lauder, valorada en 47.323 millones de euros, mientras que la alemana Beiersdorf se mantiene en el tercer puesto, con una capitalización de 33.060 millones de euros.

El salto a Bolsa de Puig será el primero de una compañía española de moda desde 2001

Hasta ahora, Shiseido es la empresa que ocupa el cuarto puesto (con una valoración de 9.878 millones de euros) y será la principal competencia de Puig una vez esta salga a Bolsa. La estadounidense Coty cuenta con una capitalización de 9.040 millones de euros, mientras que el resto se encuentran por debajo de la barrera de los 5.000 millones de euros de valoración.

Otra posible comparación sería con los gigantes del lujo, compañías como LVMH, Kering o Hermès. Sin embargo, aunque los multiplicadores de ebitda que se han aplicado a Puig corresponden con este sector, los modelos de negocio y la actividad con diferentes.

Comparado con los grandes grupos del lujo, Puig estaría claramente por detrás: LVMH capitaliza 389.538 millones de euros, Kering está valorada en 221.617 millones de euros y Hermès en 239.643 millones de euros.

Puig, últimos preparativos para el salto

Un total de 2.500 millones de euros. Esa es la cantidad que el grupo familiar quiere captar en su esperado salto al parqué y que supondrá una valoración de la empresa en 10.000 millones de euros, si bien algunas fuentes apuntan a que el valor de la empresa podría ascender a 15.000 millones de euros. Tras meses deshojando la margarita, la semana pasada Puig confirmó su salto al parqué. La operación implicaría una ampliación de capital de 1.250 millones de euros. Además, la empresa espera vender parte de las acciones propiedad de Exea, sociedad patrimonial de la familia Puig, por otros 1.250 millones de euros.

La empresa dio el primer paso para prepararse para una potencial oferta pública de venta (OPV) el pasado mayo, cuando agrupó todos sus negocios bajo la sociedad anónima Puig Brands, un requisito para saltar al parqué.

En su proceso de salto al parqué, la compañía catalana ha estado asesorada por los grupos JP Morgan, Goldman Sachs, STJ, Linklaters y Cuatrecasas. Durante las últimas semanas se han sumado entidades como Bank of America (BofA), BNP Paribas, CaixaBank y Santander, con la idea de ejercer como joint bookrunners. Además, BBVA y Banco Sabadell se unieron a la lista para trabajar de colead arrengers.

Ubicada en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la sede corporativa de Puig emplea a más de 500 trabajadores. 

Quién es quién en el consejo de Puig

Ante la inminente salida a Bolsa, el consejo de administración del gigante catalán también ha sido reforzado. La semana pasada, Puig incorporó a dos consejeras independientes, a la vez que salían tres componentes de la familia propietaria. En concreto, el consejo de Puig incorporó a María Dolores Dancausa (hasta marzo consejera delegada de Bankinter) y Tina Müller, consejera delegada de la compañía de cosmética Weleda.

Por otra parte, Marian Puig Guasch, Jordi Puig Alsina y Xavier Puig Alsina, miembros de la familia Puig, salieron del consejo tras haber entrado el pasado 2021. Después de estos cambios, el órgano ha pasado a estar compuesto por trece miembros (antes catorce), que terminan de completar nombres familiares, así como personas externas.

El resto de los asientos del consejo están ocupados por Marc Puig, consejero delegado del grupo; Manuel Puig, exvicepresidente de la empresa; Josep Oliu, presidente del banco Sabadell; Jordi Constans, exconsejero delegado de Luis Vuitton; Yiannis Petrides, consejero delegado de la tecnológica Cypet; Daniel Lalonde, consejero delegado de Design Holding; Rafael Cerezo, exdirector de Leverage Finance; Patrick Chalhoub, presidente de Chalhoub Group; Ángeles Garcia-Poveda Morera, presidenta del consejo de administración de Legrand; Christine A. Mei, exconsejera delegada de Gathered Foods Corporation, y Nicolas Mirzayantz, consejero de Coca Cola.

A golpe de compras

El tamaño de la empresa también se ha disparado en los últimos años, con la mirada puesta en la OPV. Puig ha ido engordando su negocio con compras y ha llevado a cabo una reorganización de su cartera para reducir su dependencia de las licencias. La mayor operación corporativa de su historia fue la compra, en 2020, del 73% de Charlotte Tilbury por mil millones de euros.

A finales de 2021, entró también en el capital de la marca china de perfumería Scent Library y en mayo de 2022 adquirió una participación mayoritaria en la sueca Byredo. Dries Van Noten, adquirida en 2018, y L’Artisan Parfumeur y Penhaligon’s, compradas en 2015, son otras de las empresas de la cartera de Puig.

A principios de enero, la empresa se hizo con una participación mayoritaria en la firma alemana de lujo Dr. Barbara Sturm, especializada en el cuidado de la piel. La compañía ha ido creciendo a golpe de compras, invirtiendo especialmente en compañías de cosmética con el objetivo de reforzarse en esta división y crecer en otros mercados, según explicó la empresa en su momento.

Puig también es propietaria de marcas de moda como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Paco Rabanne y Nina Ricci, entre otras. Gracias a las compras, desde 2013, la compañía ha más que duplicado sus ingresos y resultado neto: si hace una década facturaba 1.499 millones de euros y ganaba 176 millones de euros, en 2023 ingresó 4.304 millones de euros y 465 millones.

Una histórica catalana

La compañía, que se fundó en 1912 de la mano de Antoni Puig i Castelló como una empresa de cosmética y perfumería, sigue controlada al cien por cien por la familia Puig 112 años después de sus primeros pasos. El pintalabios Milady, que fue el primer pintalabios fabricado en España, o la colonia Agua Lavanda de Puig, lanzada al mercado en 1940, son algunos de sus productos más emblemáticos.

Años después al grupo se le conoce por olores como One Million, la fragancia de Paco Rabanne, que durante años ha sido superventas en todo el mundo. En los años 40, los hijos del fundador se incorporaron a la empresa y Antonio Puig acabó delegando en ellos todas las decisiones. Antonio y Mariano se hicieron cargo de la perfumería, José María de la diversificación y Enrique de las relaciones institucionales.

En 1959 se creó la primera sucursal de la empresa fuera de España, en Estados Unidos, y en 1968 se puso en marcha una filial en París, que llevó a la compañía a la adquisición de Paco Rabanne. La tercera generación se incorporó en los 2000 con la entrada de Marc Puig como director general en 2004. Actualmente, el directivo es el consejero delegado del grupo.