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Adolfo Domínguez abre nueva etapa tras el último año de ‘golpe en la mesa’

El grupo ha concluido su primer año completo con el nuevo equipo gestor y, aunque la reorganización todavía continuará, este ha sido el último ejercicio de grandes ajustes.

Iria P. Gestal

26 abr 2018 - 05:00

Adolfo Domínguez abre nueva etapa tras el último año de ‘golpe en la mesa’

 

Sin ningún Domínguez tras los micrófonos, (casi) sin echar balones fuera y hablando más del futuro que del pasado. Adolfo Domínguez ha vuelto a abrir sus puertas de su sede en San Cibrao das Viñas (Ourense) para dar a conocer sus resultados anuales, pero la puesta en escena y el mensaje poco tenía que ver con los del año anterior. La empresa ha cerrado el primer año completo con el nuevo equipo gestor con resultados positivos y abre ahora una nueva etapa tras “el último ejercicio de ajustes duros y golpe sobre la mesa”.

 

La propia presentación de resultados fue un ejemplo de que la compañía ha pasado página. Si, en 2017, Adolfo Domínguez hizo de maestro de ceremonias y reiteró que el anterior equipo gestor lo había “hecho muy mal”, ayer fue Antonio Puente, desde el año pasado director de operaciones, quien lideró la presentación, sin apenas mencionar a la anterior etapa del grupo.

 

Le acompañaba la plana mayor de la empresa orensana, excepto Adriana Domínguez, la hija mayor del diseñador y desde el año pasado directora general de la compañía.

 

 

 

 

“Tenemos mucho camino por delante, pero confiamos en que lo que estamos haciendo está dando resultados”, explicó Puente. La compañía cerró 2017 con un crecimiento del 3%, con lo que ya encadena dos ejercicios consecutivos al alza, algo que no ocurría desde hace doce años.

 

El resultado bruto de explotación (ebitda) anotó su mejor evolución en tres años, con una mejora del 75%, hasta dos millones de euros negativos. La empresa continúa en pérdidas, con un resultado neto negativo de 6,9 millones de euros, frente a los 16,2 millones del año anterior. “Esta trayectoria nos va a llevar pronto al otro lado de la línea”, apuntó Puente, en referencia al regreso a los números negros.

 

La eficiencia se ha convertido en el mantra de esta nueva etapa del grupo, que comenzó cuando, a finales de 2016, se recompuso la cúpula tras la salida de Estanislao Carpio y el fichaje fallido de Costas Antimissaris.

 

 

 

 

 

“Nuestros dos focos de actuación son la eficiencia en servicios centrales y la eficiencia en tienda”, dijo Puente. De puertas para dentro, la empresa redujo sus gastos operativos en cuatro millones de euros el año pasado y confirmó el traslado de su equipo de ecommerce de Madrid a Ourense, tal y como adelantó Modaes.es.

 

De puertas para fuera, Adolfo Domínguez continuó ajustando su red comercial con 39 cierres netos, frente a los 33 del año anterior. Esta reorganización ha supuesto también la reducción de la plantilla de la empresa, que ha pasado de 1.400 personas a 1.300 personas en el último año, incluyendo trabajadores de franquiciados.

 

“Todavía habrá que seguir podando, pero este ha sido el último año de golpe sobre la mesa”; añadió el directivo. “El mix de la red comercial es sustancialmente mejor que hace doce meses”, argumentó, subrayando que las ventas por tienda han mejorado un 23,9% en los últimos cuatro años.

 

 

 

 

 

 

La compañía cuenta hoy con 472 tiendas en 29 países, y está priorizando establecimientos de 200 metros cuadrados en ubicaciones más cercanas a los centros de las ciudades.

 

En el marco de esta misma estrategia de la eficiencia, el grupo anunció ayer que fusionará a partir del próximo septiembre todas sus marcas bajo el nombre de Adolfo Domínguez.

 

“La fusión permitirá aprovechar las sinergias en diseño, compras y logística, que la marca tenga más impacto y el cliente, una mejor experiencia”, apuntó Dora Casal, directora comercial de Adolfo Domínguez.

 

 

 

 

 

 

“Queremos seguir enfocándonos en la rentabilidad”, subrayó. El cambio supondrá también renombrar algunas tiendas dedicadas en exclusiva a las líneas U y AD+, y el consiguiente cierre de algunas ubicaciones donde hay duplicidades.

 

La empresa, que también finalizará este año la renovación de sus flagships de Madrid y Barcelona, prevé destinar a la red comercial la misma inversión que el año pasado, en torno a un millón de euros.

 

La expansión internacional es otro de los puntales de esta nueva etapa. Junto a mercados tradicionales para la marca como México o Japón, Adolfo Domínguez está impulsando su expansión en nuevos territorios como Irán, Qatar o Australia, donde abrirá su primera tienda en junio en Sídney y una segunda en Melburne en la segunda mitad de 2018.

 

El objetivo es que el extranjero eleve su peso en la red comercial hasta el 51% a cierre de 2018, frente al 48,3% que copaba en 2017.

 

 

 

 

La bolsa apoya la nueva gestión

El golpe de timón en la dirección y la estrategia de Adolfo Domínguez parece estar convenciendo a los inversores. Desde julio de 2016, cuando la acción tocó mínimos coincidiendo con la salida de Carpio, los títulos de la empresa gallega se han revalorizado un 77%.

 

Según subrayó el grupo durante la presentación de resultados, la capitalización se ha incrementado en un 62,7% entre enero y diciembre de 2017, y la negociación se multiplicó por tres en acciones y por cuatro en efectivo en el mismo periodo.