Bonnet à Pompon inicia su desarrollo con franquicias y entra en Italia con La Rinascente

Bonnet à Pompon acelera. La compañía, especializada en moda infantil, comienza su desarrollo con franquicias en el mercado español con una tienda que se pondrá en marcha a comienzos del año que viene, según ha explicado Alejandra Sánchez-Ramade, fundadora de Bonnet à Pompon, a Modaes.es. En paralelo, el grupo potencia su presencia en el extranjero con la entrada en los grandes almacenes La Rinascente. 

La red de distribución en el mercado nacional, donde la empresa genera el 30% de su cifra de negocio, se compone actualmente de dos tiendas propias en Madrid, corners en El Corte Inglés y 150 establecimientos multimarca. “En España seguiremos mimando el multimarca”, explica Sánchez-Ramade, “pero, en paralelo, empezaremos poco a poco con franquicias –continúa–; no queremos masificar, sino seleccionar muy bien el franquiciado con el que trabajamos”.

De cara al próximo año, Bonnet à Pompon planea entre tres y cuatro aperturas bajo este formato. La primera, ya cerrada, subirá la persiana en enero.

En las plazas internacionales, que facturan más de la mitad de las ventas del grupo, la compañía ha firmado un acuerdo para entrar en Italia a través de los grandes almacenes milaneses La Rinascente. La enseña tendrá un espacio temporal en el

 establecimiento en enero, para después instalarse con una colección permanente.

 

Aunque en el extranjero opera con un centenar de clientes multimarca repartidos por Francia, Italia, Rusia, Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y los Países Nórdicos, entre otros mercados, y cuenta con una tienda

 en régimen de franquicia en Beirut. En 2014, el grupo intensificó su ofensiva en los mercados europeos con la entrada a Alemania, Austria, Suiza y Francia. 

“Nuestro mercado natural es Europa, pero nos están saliendo oportunidades en Oriente Medio y Asia”, explica Sánchez-Ramade. A largo plazo, el grupo no descarta iniciar su desarrollo en México y Sudamérica. 

 

Bonnet à Pompon inició su andadura en el sector en 2009, cuando Alejandra Sánchez-Ramade decidió fundar su propia enseña de moda infantil. Antes de iniciar su proyecto en solitario, Sánchez-Ramade ocupó la dirección de colecciones de Emmanuel Ungaro y más tarde trabajó en Poisson Rouge.

 

Tras su etapa en firmas de lujo y gama alta, la empresaria lideró el equipo de diseño de Zara Woman, el departamento de márketing de Zara Bélgica y el departamento de diseño de Cortefiel. Ahora, la creativa está dedicada en exclusiva a su trabajo al frente de Bonnet à Pompon.

 

Con una plantilla de treinta personas, Bonnet à Pompon, que no facilita su volumen total de ventas, financia su expansión a través de una estructura mixta de fondos propios y financiación ajena.