Desigual cierra etapa: la última directiva histórica abandona la empresa
La salida de Maria Obiols se suma a la de cerca de una decena de directivos que han abandonado la compañía en los últimos dos años.
28 jul 2016 - 05:00
Desigual pone fin a una etapa en plena reestructuración. Maria Obiols, directiva histórica del grupo, abandona la compañía para emprender nuevos proyectos personales. La ejecutiva, que llevaba más de diez años trabajando para la empresa con sede en Barcelona, es la última directiva que quedaba del grupo de históricos que ficharon por la compañía cuando Manel Adell lideraba Desigual.
Maria Obiols ha decidido cerrar esta semana su etapa en Desigual, donde ha ejercido como directora global de recursos humanos en los últimos once años. Obiols se incorporó al grupo catalán procedente de Oysho, cadena propiedad del gigante gallego Inditex, donde trabajó durante casi cuatro años como directora de recursos humanos.
Previamente, Obiols había ocupado distintos puestos en Zara, también propiedad de Inditex. En 1998, la directiva trabajó como especialista en recursos humanos para la cadena en la zona de Levante, mientras que en 1999, Obiols se trasladó a Canadá para gestionar la plantilla de la compañía en este mercado. Antes de incorporarse a Oysho, la ejecutiva también ocupó puestos de responsabilidad en Zara Francia.
Este cambio en su equipo directivo viene precedido de una fuga de ejecutivos con un denominador común: todos fueron fichados por los anteriores líderes de Desigual. Uno de los movimientos más drásticos que llevó a cabo la empresa fue despedir a Manel Jadraque, consejero delegado de la compañía.
La compañía ha reorganizado su cúpula directiva con la incorporación de Pierre Cuilleret y Alberto Ojinaga
Junto a él, abandonaron también la cúpula de la empresa Carlos Maíz, director de calzado de Desigual, y José Armillas, máximo responsable de la categoría mujer de la cadena catalana. A Jadraque, que también dimitió del consejo de Desigual para desvincularse por completo de la compañía, le siguieron más directivos, que abandonaron la empresa en los meses siguientes, como Joan Rouras y Manel Jiménez.
Tras estas salidas, Desigual ha ido reforzando en los últimos meses su equipo directivo. La compañía ha reorganizado su cúpula directiva con la incorporación de Pierre Cuilleret y Alberto Ojinaga, como nuevos responsable de cliente y director corporativo, respectivamente. Además, Thomas Meyer ha decidido tomar el timón del grupo y posicionarse como consejero delegado de la compañía.
El grupo catalán de distribución de moda incorporó también a su equipo a Eduard González, directivo hasta ahora de la filial española del gigante estadounidense Wolverine Worldwide, uno de los mayores grupos mundiales de calzado, tal y como adelantó Modaes.es. El ejecutivo tomó el cargo de director de la división de calzado para España y Portugal y reportar de manera directa al responsable de nuevos proyectos, el área que coordina las líneas de complementos y accesorios, Ramón Solé.
Desigual, un año de cambios
Desigual se encuentra actualmente en plena revisión de su negocio con el objetivo de reconducir sus resultados, que el año pasado comenzaron a debilitarse. La empresa ha puesto bajo la lupa su estructura, pero también su red de distribución.
Asesorado por The Boston Consulting Group, el grupo español pondrá en marcha un plan estratégico de transformación para reconducir sus resultados en los próximos años. Desigual inició una revisión de su modelo de negocio en el último trimestre de 2015 y puso en marcha un plan de eficiencia, que continuará durante el año en curso con el objetivo de mejorar la rentabilidad de la compañía.
Uno de los motivos que ha llevado a Desigual a revisar su negocio han sido los malos resultados que obtuvo en 2015
Según la empresa, el nuevo plan estratégico de transformación a medio plazo tiene como objetivo preparar al grupo para la siguiente fase de crecimiento. La estrategia de transformación pasa por definir un modelo de negocio orientado al cliente, apostando por la innovación en el producto y la optimización de las sinergias entre los diferentes canales en los que opera la compañía.
Uno de los motivos que ha llevado a Desigual a revisar su negocio han sido los malos resultados que obtuvo en 2015, cuando redujo su facturación un 3%, y en el primer trimestre de 2016, cuando su cifra de negocio cayó un 10,6%.
Ayer, la compañía presentó sus resultados correspondientes a los seis primeros meses del año, en los que Desigual ha continuado sin remontar. El grupo finalizó el primer semestre del año con una caída del 22,6% en su resultado bruto de explotación (ebitda), hasta 71,4 millones de euros. La empresa, participada por el fondo galo Eurazeo, registró unas ventas de 418,1 millones de euros, con un descenso del 7,5% respecto al mismo periodo de 2015.