Dogi, ‘salvada’ por Treiss en plena ‘caza’ de adquisiciones

Treiss salvó a Dogi en su última cuenta de resultados. Las factorías de Dogi en El Masnou (Barcelona) y Greensborough (Estados Unidos) sumaron una cifra de negocio de 37,4 millones de euros, un 8,8% menos que en el año anterior. Sin embargo, la suma en el último trimestre del negocio del interproveedor de Inditex, que se adherió al grupo en septiembre, ha logrado amortiguar la caída de las ventas en un 0,5% final.

El accionista de referencia de Dogi, Sherpa Capital, dio el pasado verano el primer paso en su propósito de afianzar un gran grupo textil de 200 millones de euros de facturación, un proyecto que puso en marcha con la compra del fabricante catalán de tejido elástico. El fondo de inversión cerró el pasado septiembre la adquisición de Treiss, especializado en la gestión de la producción y que tiene a Inditex entre uno de sus clientes.

Treiss impulsó su crecimiento en 2016 un 17,3%, hasta 25,8 millones de euros. La empresa, con sede en Mataró (Barcelona), también mejoró en un 17,1% su resultado neto, que se situó en 3,6 millones de euros. El avance a doble dígito de la reciente incorporación al grupo contrasta con los de sus empresas originarias.

La fábrica española, que ahora se enmarca bajo la recién creada sociedad Dogi Spain, fue la que lastró la facturación del grupo

La fábrica española, que ahora se enmarca bajo la recién creada sociedad Dogi Spain, fue la que lastró la facturación del grupo, con un descenso de su cifra de negocio de cerca del 14%. Sin embargo, la planta barcelonesa mejoró su resultado neto, que pasó de pérdidas de cinco millones de euros a cierre de 2015 a ganancias de 1,7 millones de euros en 2016.

Por su parte, la factoría estadounidense, Elastic Fabrics of America (EFA), redujo sólo un 6,4% sus ventas, pero entró en números rojos. La compañía pasó así de ganar 621.000 euros en 2015 a perder 964.000 euros. La empresa explica que las perspectivas de negocio en Estados Unidos son positivas y esperan regresar este 2017 a los resultados de dos años atrás.

Sólo con el último trimestre de Treiss, Dogi International Fabrics concluyó 2016 con ventas de 40,8 millones de euros. La integración del interproveedor también contribuyó a mejorar el resultado neto, que cerró en positivo. La compañía pasó de registrar números rojos de hasta 8,5 millones de euros en 2015 a ganar 205.000 euros en 2016.

De haber añadido a Dogi International Fabrics todos los valores de la cuenta de resultados anual de Treiss, el cómputo total hubiera sido una cifra de negocio de 63,2 millones de euros y un beneficio neto de 4,3 millones de euros.

En busca de la estabilidad

La incorporación de Treiss aporta estabilidad a un grupo al que Sherpa Capital salvó de la quiebra en 2013. En los últimos años, Dogi ha mantenido una evolución de las ventas llena de altibajos, mientras el nuevo socio ha tratado de contener las pérdidas. La empresa regresó a los números rojos por primera vez en años en 2014 tras la entrada del fondo y la recapitalización de la compañía.

Sin embargo, los planes de ajuste, de reestructuración y redimensionamiento de la empresa, la arrojaron de nuevo a pérdidas, cerrando 2015 de nuevo en números rojos. El regreso de nuevo a las ganancias supone un alivio a la estabilidad del grupo.

La bolsa también ha premiado el retorno de la tranquilidad en la gestión de Dogi, cuyo valor fue uno de los que más se disparó en el parqué el año pasado. La empresa, que volvió a cotizar el 30 de junio de 2014, salió entonces al mercado de valores a 0,98 euros la acción, lejos de los 2,61 euros con los que había abandonado la bolsa años atrás.

A finales del año pasado, los títulos de la textil marcaron los cinco euros por acción, su máximo histórico, aunque fue flor de un día. Sin embargo, en lo que va de 2017, los valores del grupo se han mantenido por encima de los cuatro euros, llegando a alcanzar la cota de los 4,83 euros el pasado febrero. En esta ocasión, la cotización de Dogi continúa oscilando por encima de los 4,5 euros.