2023, el año de las mil bodas del lujo
Tapestry protagoniza la mayor operación corporativa de un año frenético en el que también han participado el número dos y tres del lujo mundial: la francesa Kering y la suiza Richemont.
27 dic 2023 - 05:00
Ni en París ni en Milán: la gran operación del año en el lujo se ha firmado en Nueva York. En agosto, Tapestry compró una silla en la mesa de los gigantes del lujo con la adquisición de su rival, la también neoyorkina Capri, por 8.500 millones de dólares, colándose directamente en el top 5 de los mayores grupos del sector, por encima de Hermès y por detrás de LVMH, Kering, Richemont y Chanel. La operación crea un gigante de 12.000 millones de dólares en ventas, con seis marcas y presencia en 75 países. Tapestry aspira a conseguir con Capri lo que no han logrado por separado: competir de tú a tú en el sector del lujo, el único reducto de la moda en el que Estados Unidos no ha tenido nunca protagonismo. “La combinación de las seis marcas crea una nueva y poderosa casa de lujo global”, argumentaba la consejera delegada de Tapestry, Joanne Crevoiserat.
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Si Bernard Arnault y François Henri Pinault construyeron sus imperios sobre el heritage, Tapestry lo hace sobre la aspiracionalidad. Con seis marcas y 12.000 millones de dólares de facturación, Tapestry se coloca como el primero del segundo pelotón. LVMH y Kering le llevan años de ventaja y suman hoy 75 y 11 marcas bajo su paraguas, respectivamente. El trono, por ahora, parece inalcanzable: Tapestry factura hoy lo que LVMH facturaba en el año 2000.
El resto de las empresas del ránking también han crecido con compras, pero siempre al calor de una marca principal. Es el caso de Prada, que opera con Miu Miu (lanzamiento interno), Church’s, Car Shoe, Luna Rossa o Marchesi; o Chanel, con Eres, Goosen y Lemarié. También la estadounidense Ralph Lauren probó las compras, pero terminó dando marcha atrás. La compañía se hizo con la canadiense Club Monaco en 1999, pero la vendió en 2021. Ahora, Tapestry pasará a ocupar la quinta posición de la lista, por detrás de Chanel, que facturó 17.200 millones de euros en 2022, y por delante de Hermès, con ingresos de 11.602 millones de euros ese mismo ejercicio. Pero los líderes tampoco se quedan quietos.
Otra de las operaciones corporativas más importantes de 2023 la ha firmado precisamente Kering, que se ha hecho con el 30% de Valentino por 1.700 millones de euros. El acuerdo incluye una opción de compra sobre el 70% restante hasta 2028 y contempla también la entrada de Mayhoola (actual accionista mayoritario de Valentino) en el capital de Kering. La operación valora la firma italiana en más de 5.600 millones de euros, lo que equivale a 16 veces su ebitda de 2022. Mayhoola la compró en 2012 por 700 millones de euros. La operación coincidió con una reestructuración en la cúpula de Kering, con la creación de dos nuevas posiciones en primera línea de mando: dos consejeros delegados adjuntos que serán responsables de la gestión de marcas y de finanzas, respectivamente.
Dos de los tres mayores grupos de lujo han engordado con compras
Francesca Bellettini, primera ejecutiva de Yves Saint Laurent desde 2013, ha asumido la dirección del desarrollo de marcas. Todos los consejeros delegados reportarán a ella, que conservará, al menos de momento, la dirección de Yves Saint Laurent. Por su parte, Jean-Marc Duplaix, director financiero desde 2012, ha sido nombrado consejero delegado adjunto, supervisando el área de operaciones y finanzas. La renovación del equipo se completa con la incorporación de Maureen Chiquet, ex consejera delegada de Chanel, al consejo de administración, en calidad de consejera independiente. Un golpe de efecto para el desafío de siempre: competir en el sector en el que sólo tiene un rival directo, y parece imbatible.
LVMH cerró el ejercicio 2022 con ventas de más de 79.000 millones de euros y un beneficio de 14.100 millones, frente a los 20.000 millones de Kering, con unas ganancias de 5.589 millones. Por debajo está Richemont, con un negocio más enfocado en la joyería, que también ha dado un golpe sobre la mesa en el último año. El conglomerado suizo se hizo en septiembre con una participación mayoritaria en la compañía italiana de calzado Gianvito Rossi, en una operación que según la prensa italiana podría superar los cien millones de euros.
El grupo suizo también es protagonista de otra de las operaciones del año, que ahora podría quedar en el aire. En agosto, Richemont acordó la venta del 50,7% de Yoox Net-a-Porter, a Farfetch, su eterno rival. El acuerdo incluye una opción de compra sobre el 100% a corto plazo.
Sin embargo, la publicación en diciembre de que Farfetch estaba estudiando la posibilidad desalir del parqué, donde cotiza desde 2018, llevóa Richemont a “revisar sus opciones” respectoa la operación, según reconoció el grupo.La venta quedó finalmente cancelada despuésde que, el 18 de diciembre, Farfetch firmara un acuerdo in extremis para su venta al grupo sur-coreano Coupang, el mayor operador online de su país y apodado por los medios “el Amazon deCorea del Sur”. La operación permitió a Farfetch esquivar la quiebra, con una financiación por valor de 500 millones de dólares. El grupo asiático se adelantó a otros operadores interesados
por Farfetch como Apollo Global Management o la inversora Carmen Busquets.
LVMH, por su parte, se ha mantenido al mar-gen de las grandes operaciones corporativas tras realizar en 2021 la mayor de la historia del lujo, la compra de Tiffany. En el último año, el conglomerado de lujo ha seguido centrado en refor-zar su cadena de suministro con la adquisición de proveedores como la española Verdeveleno, especializada en pieles exóticas. La compañía adquirió el 55% de la compañía valenciana de curtiduría a través de su división Metiérs d’Arts, especializada en inversiones en empresas industriales y de artesanos.