Kidiliz, punto y final en España: la filial encara la liquidación
La sociedad ha presentado ya concurso de acreedores y ha comenzado a liquidar sus activos en España. La matriz fue a liquidación el año pasado y sus marcas se han vendido a distintos operadores, pero no incluyen el mercado español.
22 feb 2021 - 04:57
Kidiliz dice adiós al mercado español. La compañía francesa de moda infantil, que fue a liquidación el pasado septiembre, encara ahora su cierre en España. La filial ha presentado ya concurso de acreedores y seguirá el mismo camino que su matriz, según han confirmado fuentes del proceso a Modaes.es.
La empresa ha comenzado a liquidar sus activos en España, donde contaba con unas oficinas en Barcelona, una amplia presencia en el canal multimarca y corners de explotación directa en El Corte Inglés. La sociedad, Kidiliz Group Kidswear Spain, ha entrado en concurso con un pasivo de ocho millones de euros, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El cierre de la filial era la crónica de una muerte anunciada desde que la antigua Groupe Zannier, que llegó a ser el cuarto mayor grupo de moda infantil del mundo, fue a liquidación el pasado septiembre.
La empresa, propietaria de marcas como Absorba, Catimini y Z y licenciatario de Kenzo y G-Star, había pasado a manos del gigante chino Semir en 2018, cuando ya estaba en horas bajas, y el nuevo propietario no logró darle la vuelta. En 2019, la pérdida de la licencia de Levi’s fue un duro golpe para la compañía, y la pandemia fue la puntilla.
Kidiliz facturaba 380 millones de euros y sumaba 9.000 puntos de venta en todo el mundo
En julio, Semir incorporó a Patrick Puy, presidente de Vivarte y experto en reestructuraciones, para reorganizar la compañía. Puy presentó un plan que requería una inyección de treinta millones de euros, pero Semir se negó.
Cuando fue a liquidación, dos meses después, la empresa facturaba 381 millones de euros (casi la mitad en Francia), tenía 9.000 puntos de venta y 900 tiendas y empleaba a más de 3.000 personas.
En España, la filial estaba capitaneada desde 2019 por Carlos Ferreira. Según los últimos datos disponibles, Kidiliz cerró 2018 con una facturación de 22,7 millones de euros en España, frente a los 21,8 millones de euros del año anterior. El resultado neto ascendió a un millón de euros, un 15,5% más que el año anterior. El canal multimarca copaba el 76,5% de las ventas de la compañía.
El grupo contaba también con filiales Holanda y Alemania, que también se liquidaron, y en Reino Unido, Suiza, China, Portugal y Estados Unidos. Finalmente, su rival ÏDKids se quedó con 79 tiendas de Kidiliz y Catimini y con las marcas Absorba, Lili Gaufrette, 3 Pommes, Beckaro y Chipie, asumiendo en total 229 empleados.
Por su parte, CWF absorbió dos tiendas outlet y las licencias de Kenzo Kids y Paul Smith Junior, con 200 trabajadores. Z, la que fuera la marca estrella del grupo, echó el cierre el pasado 31 de diciembre, lo que supuso un duro golpe para la localidad en la que estaba su sede, Saint-Chamond.
ÏDKids se ha quedado con la mayoría de marcas y CWF ha absorbido dos licencias; Z ha echado el cierre
Los orígenes de la empresa se remontan a 1962, cuando Roger Zannier y su hermana Josette pusieron en marcha un taller de calcetería en la localidad de Saint-Chamond. Pronto, la compañía se especializó en moda infantil y comenzó a firmar grandes acuerdos de producción para terceros.
En la década de los ochenta llegó el lanzamiento de su primera marca propia, Z, que le dio sus años más dulces. En sólo dos años, la firma abrió cien tiendas en Francia y en 1990 Greg Lemond se alzó con la victoria en el Tour de Francia vistiendo la Z en el maillot.
En paralelo, la empresa se embarcó en numerosas compras para impulsar su expansión: en apenas cuatro años compró Kickers, el grupo Duguy (que controlaba las marcas Floriane y Alphabet); las marcas Absorba y 3 Pommes, con las que dio el salto internacional; Catimini; Chipie, con la que entró en adolescentes, y Ikks y One Step, con las que entró en adultos.
En la década de 2000, Zannier vendió Kickers, empezó el desarrollo de licencias para marcas como Levi’s, Kenzo, Paul Smith o Jean Paul Gaultier, y se centró de nuevo en el negocio de la moda infantil.
En 2016, Groupe Zannier abandonó su denominación histórica y cambió su nombre a Kidiliz y, dos años después, pasó a manos del gigante de la moda infantil Semir, que se convirtió en el segundo mayor grupo de moda infantil del mundo.