Roberto Cavalli pone fin a su reestructuración con miras a volver a beneficios en 2018

Roberto Cavalli da por finalizada su reestructuración. La compañía italiana concluye la reordenación de su negocio que puso en marcha en 2015 y vuelve a poner el contador a cero para encarar una nueva etapa de crecimiento y dejar atrás los números rojos en 2016. La compañía vira el rumbo después de que en 2016 la comprara el grupo Italmobiliare y entrara en pérdidas.

Su nuevo consejero delegado, Gian Giacomo Ferraris, que se incorporó a la empresa el año pasado procedente de Versace, considera que la marca tiene un gran potencial y asegura que desde el pasado marzo se observa un cambio en la evolución del grupo. Según Ferraris, las previsiones pasan por concluir el actual ejercicio con un aumento de las ventas del 8% respecto a 2016, según WWD.

Uno de los pilares sobre los que Roberto Cavalli apuntala su crecimiento es el cambio en la dirección creativa. La compañía fichó el pasado mayo a Paul Surridge como nuevo responsable de este cargo, que ya había ocupado en Ermenegildo Zegna y Jil Sander.

Otro de los pilares será la expansión internacional y, en concreto, en Asia, donde prepara varias aperturas en China y Macao para los próximos meses. El objetivo de Ferraris es que el mercado asiático represente un tercio de las ventas de la empresa, colocándose en el mismo nivel que el americano y el europeo.

Las previsiones de Roberto Cavalli en retail marcan un crecimiento del 5% en el canal retail, que copa ya el 45% del negocio del grupo, y del 13% en el multimarca. El año pasado, los costes de la reestructuración le pasaron factura, finalizando el ejercicio con un retroceso del 13,6% en su facturación, hasta 155,2 millones de euros, y uno números rojos de 55,2 millones de euros frente a unas ganancias de 32,7 millones de euros del año anterior.