Siroko, de las gafas de Saúl Craviotto a los Lakers: diez años para llegar a cien millones

Siroko impulsa su negocio reforzando sus categorías para crecer. La empresa gijonesa, especializada en moda deportiva, emprende una nueva etapa de desarrollo de producto para duplicar su cifra de negocio y alcanzar cien millones de euros en 2025.

Borja Mera fundó Siroko en 2016 en Gijón, inicialmente como un ecommerce de gafas lifestyle, en la época de auge de marcas como Hawkers. “Al poco tiempo de fundar la marca nos llamó el deportista Saúl Craviotto y nos pidió hacer unas gafas para los Juegos de Río”, comenta Mera, consejero delegado de la empresa, a Modaes. “Hasta ese momento no nos planteábamos ser una marca de ropa deportiva”, indica.

A partir de la producción de las gafas, Siroko empezó con la comercialización de ropa deportiva de ciclismo. “Vimos que funcionaba muy bien y clonamos el mismo proceso, de empezar con las gafas, para la ropa deportiva de nieve”, señala Mera.

La empresa de moda deportiva tiene el objetivo de alcanzar unas ventas de cincuenta millones de euros netos a cierre de 2024 y, de cara al próximo año, contempla alcanzar una cifra de negocio de cien millones de euros, compaginando la entrada en nuevas disciplinas, combinando la distribución física y la online.

Siroko prevé registrar ventas de cincuenta millones de euros netos a cierre de 2024

La compañía gijonesa proyecta adentrarse en 2025 en nuevas categorías de montaña como golf y aventura. El ciclismo y la nieve son las categorías más amplias y son y, a la vez, el core del negocio. “Los nuevos verticales que sacamos suelen ser más reducidas de productos”, sostiene el empresario. Actualmente, Siroko ha ampliado su oferta y produce hasta nueve categorías de moda deportiva. “La más fácil ha sido la ropa relacionada con el baloncesto, fútbol y fitness”, apunta el emprendedor.

La compañía distribuye su oferta a través del canal retail con sus dos tiendas propias ubicadas en Gijón, el primer punto de venta de la empresa abrió sus puertas en noviembre de 2022 y, recientemente, la marca ha abierto su segunda tienda en el número 2 de la calle Fuencarral, en un espacio de 110 metros cuadrados.

Además, la empresa comercializa su oferta a través de su ecommerce y vende a más de 85 países, siendo Alemania su principal mercado. En el canal online, Siroko también distribuye su producto en marketplaces. “Para el próximo año, la idea es seguir afianzando estos canales y luego darle desarrollo a los propios”, apunta María Labandeira, directora de venta offline de Siroko. Actualmente, el ticket medio online de la compañía se sitúa en 112 euros aproximadamente.

Uno de los grandes hitos de la empresa este año ha sido ser los patrocinadores de Los Ángeles Lakers. “Crecemos en Estados Unidos y en algún momento habrá que tener una tienda en Los Ángeles a parte de la tienda online”, explica. Mera señala que la apertura de tiendas irá en correlación con los mayores mercados y aquellas ciudades que más lo “requieran”.

Este año, Siroko se ha consolidado como patrocinador de Los Ángeles Lakers

Todo el diseño se realiza, por primera vez en Gijón, igual que el patronaje o las muestras de producto. “Todos los procesos previos y posteriores a la fabricación de la oferta se hace in house”, señalan los directivos. La empresa se provee de telas, principalmente, en Italia y Suiza y produce en fábricas de China, Turquía y España, según la necesidad y el expertise de cada fabricante. “Intentamos que cada vez esté más repartida la producción”, señala. 

En el marco de la sostenibilidad y la nueva regulación a la que deben enfrentarse las compañías del sector de la moda, Siroko destaca que “se aborda de alguna manera como un reto más”. Entre las acciones que está llevando a cabo está la integración de materiales biodegradables, el uso del packaging necesario o ir eliminando el plástico de todos los productos y los embalajes.

Uno de los grandes retos para Siroko en 2025 también es escalar los equipos. “Tenemos que conseguir generar esas figuras de middle management que ahora mismo no existían”, dice Mera.