Under Armour vuelve a sus orígenes: regresa a la NFL cinco años después con Kevin Plank

En 2020, la imagen del atleta Tom Brady haciendo un high five en la Super Bowl con un guante de Under Armour dio la vuelta al mundo. En 2021, sin embargo, la marca de equipamiento deportivo rompió su contrato con la liga de fútbol americano, la National Football League (NFL), para reducir costes y tratar de reconducir sus resultados. Ahora, Under Armour regresa a la NFL tras la vuelta a la dirección de su fundador, Kevin Plank.

Under Armour ha sellado un acuerdo con la NFL para incluir su logotipo en el calzado y los guantes que utilizarán los jugadores durante los partidos, según anunció ayer la compañía, sin dar a conocer los detalles económicos del pacto.

La NFL es una de las ligas más deseadas del mundo por parte de los gigantes del equipamiento deportivo por su gran audiencia en Estados Unidos. Nike, por ejemplo, acaba de ampliar hasta 2038 el contrato para suministrar los uniformes de juego de los futbolistas.

Under Armour ha recuperado su acuerdo de patrocinio con la NFL tras haberlo roto en 2021 para reducir costes

En febrero de 2021, a pocos días de la celebración de la Super Bowl (uno de los eventos deportivos más seguidos mundialmente cada año), Under Armour rompió su contrato de licencia con la NFL, en un movimiento con el que buscó reducir costes en unas cuentas seriamente dañadas por el golpe de la pandemia. Además de con la NFL, la empresa también rompió con universidades como la de Los Ángeles o la de Berkeley.

Under Armour, fundada en 1990 en Baltimore por el exatleta Kevin Plank, se caracterizó desde sus inicios por la tecnicidad de sus productos. La empresa entró en la industria del deporte cuando Nike y Adidas ya tenían una posición asentada en los dos grandes deportes, el baloncesto y el fútbol, así que Under Armour apostó por deportes de nicho y, sobre todo, por ligas universitarias, que tienen un gran peso en el país.

En 2017, tras años de crecimiento acelerado en los que llegó incluso a desafiar a Nike, Under Armour empezó a flaquear. Mala gestión del inventario, inversiones y deuda y apuesta por deportes poco rentables fueron, según los analistas, los errores de la compañía. La empresa finalizó el ejercicio 2017 con unas pérdidas de 48,2 millones de dólares, después de haber ganado 257 millones de dólares un año antes.

Desde el pasado marzo, la empresa vuelve a estar dirigida por su fundador, Kevin Plank

Tras años a la deriva y perdiendo posicionamiento, Under Armour parece que quiere volver a su estrategia inicial, un movimiento que se produce tras el regreso de su fundador al puesto de presidente y director ejecutivo en marzo de 2024. Plank estuvo al frente de la empresa hasta enero de 2020, momento en el que dejó la gestión diaria tras escándalos que llegaron a requerir la intervención del regulador bursátil.

En 2020, Plank fue sucedido por Patrik Frisk, exdirector ejecutivo de Grupo Aldo, que estuvo al frente de Under Armour durante dos años. En febrero de 2023, Stephanie Linnartz, que había sido presidenta de Marriott International, relevó a Frisk.

A la espera de que la compañía dé a conocer los resultados del ejercicio 2024, el pasado 31 de diciembre la empresa cerró los nueve primeros meses del ejercicio con ventas de 3.983 millones de dólares, una caída del 8,8% respecto al mismo periodo del año precedente. Hasta el tercer trimestre, Under Armour anotó pérdidas por 133 millones de dólares, frente al beneficio de 225 millones de dólares del mismo periodo de 2023.