Entorno

Canadá: cambio de temperatura para el Estado número 51

El primer ministro del país durante una década, Justin Trudeau, ha anunciado su dimisión en plena crisis por el aumento del coste de vida, una crisis inmobiliaria y el desgaste de las relaciones comerciales con Estados Unidos.

Canadá: cambio de temperatura para el Estado número 51
Canadá: cambio de temperatura para el Estado número 51

Celia Oliveras Castillo

8 ene 2025 - 05:00

Procesos electorales, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.

 

Mercados estratégicos

Radiografía de un mundo global

 

“Es hora de un reinicio -aseguraba el lunes Justin Trudeau, primer ministro de Canadá-; es hora de que baje la temperatura, de que la gente tenga un nuevo comienzo en el Parlamento”. Con esta frase, Canadá perdía hace tres días a su primer ministro durante casi una década. La mención de Trudeau a la temperatura hacía referencia no sólo a la crisis interna que ha asolado el partido en los últimos meses, o incluso a los menos de once grados que registraba la capital del país en el momento de las declaraciones, sino también a las cada vez más frías relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá.

 

A pesar de compartir casi 9.000 kilómetros de frontera terrestre, las más larga del mundo, y características sociales y geográficas similares, la percepción de Estados Unidos y Canadá no podría ser más diferente. Mientras la mayoría de las películas sobre futuros distópicos y alarmantes retratan a Estados Unidos como el epicentro de las catástrofes y auges extremistas, Canadá se alza como un refugio en las peores crisis de su país vecino.

 

La realidad entre ambos países, sin embargo, pasa por una dependencia de la economía canadiense con la potencia (destino de hasta tres cuartas partes de sus exportaciones) que han llevado al país a ser denominado el Estado 51 de Estados Unidos y a Trudeau como su “gobernador”, en alusión a la figura de poder de los estados de su país vecino. En noviembre, poco después de su reelección como presidente, Trump anunció su intención de implementar aranceles de hasta un 25% a los productos provenientes de Canadá y México, los dos países con lo que la potencia comparte frontera terrestre.

 

 

 

 

El próximo ocupante del despacho oval ha explicado su decisión bajo el pretexto de evitar la entrada de inmigrantes ilegales en el país a través de ambos territorios. “Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote”, seguía Trump por redes sociales. Con un Producto Interior Bruto (PIB) de 2,14 billones de dólares en 2023, un 1,5% más que el año previo, el país se alza como la décima mayor economía del mundo.

 

El crecimiento de Canadá, sin embargo, se ha ralentizado en los últimos años. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional para el país son de un alza del 1,3% para 2024, por debajo del crecimiento del 1,8% de media que registrará el conjunto de economías avanzadas. A partir de este año, la entidad prevé que la economía aumente este ritmo, hasta registrar de nuevo un crecimiento del 2,4%.

 

 

 

 

A la desaceleración de la economía canadiense se le suma una crisis inmobiliaria que arrastra el país desde hace años, que ha disparado los precios de la vivienda en el país, y la inflación y consecuente aumento del coste de vida, que se ha vivido de manera generalizada en todo el mundo.

 

En consecuencia, Trudeau, ha perdido gran parte del favor de la opinión pública que ha marcado todos sus gobiernos. El mandato que acaba de abandonar, de hecho, es el tercero del político canadiense, pero también el más débil de todos, lejos de las mayorías absolutas que habían marcado sus Ejecutivos desde 2015.

 

Si Canadá, con alrededor de 39 millones de habitantes, está tradicionalmente dividido entre los territorios de habla inglesa y los de habla francesa, la economía del país se estructura en polos geográficos: mientras las provincias occidentales producen recursos naturales como petróleo o madera, las centrales recaen en la energía e industria y las provincias orientales se sustentan del sector servicios.

 

Las relaciones entre Estados Unidos y Canadá pueden calificarse como una simbiosis, y se amparan bajo el conocido como T-Mec, el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Cada día cruzan la frontera bienes por valor de 2.700 millones de dólares, y alrededor del 60% de las importaciones estadounidenses de petróleo y el 85% de las de electricidad provienen de Canadá. En 2022, de hecho, el sector extractivo y de minería supuso el 7,6% del PIB del país, que se sitúa como el cuarto mayor productor de petróleo del mundo.

 

 

 

 

La industria representa otro 19% de la economía del país, con el sector de la alimentación, el automovilístico y el químico a la cabeza. Las principales empresas que operan en el país, sin embargo, son de origen estadounidense, como General Motors o Ford, propietarias de gran parte de las plantas del país. El sector servicios es el que concentra gran parte del peso de la economía canadiense, siendo un 71% del PIB de Canadá, con los servicios inmobiliarios suponiendo hasta un 13% del total.

 

La salida de Trudeau ha abierto ahora la puerta a Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador y a la cabeza de las últimas encuestas de intención de voto en Canadá. A la espera de que el partido de Trudeau nombre a un sucesor, Poilievre ha aprovechado la renuncia de su opositor para solicitar elecciones anticipadas. El programa del candidato conservador se parece al recién reelegido presidente estadounidense, con alusiones constantes al “descontrol del gasto, la deuda y la crisis migratoria”. Poilievre se presentará a los comicios bajo el lema Canadá Primero, en una alusión nada dudosa al Make America Great Again de Trump.

 

 

 

 

¿Y la moda?

Los aranceles anunciados por Trump como una de las primeras medidas de su mandato afectan principalmente a empresas como la canadiense Lululemon, que como muchas compañías del mundo encuentran en Estados Unidos uno de sus principales mercados de consumo.

 

El auge del proteccionismo, liderado por la potencia yankee, se ha extendido ya por todo el mundo, con anuncios como el de México de elevar los aranceles a los productos procedentes de países con los que no tiene acuerdos comerciales. En el sector de la moda, España vendió a todo Norteamérica moda por valor de 1.261 millones de euros en 2023, una cifra que ya se alzaba hasta 1.338 millones de euros entre enero y octubre de 2024.

 

Canadá representa un 7,3% del total, por detrás de los otros dos grandes países del territorio. En total, en los primeros diez meses del año, la moda vendió al país artículos por un valor de 98,5 millones de euros, mientras que, a cierre de 2023, la cifra alcanzó 116 millones de euros. Las importaciones, por otro lado, han cerrado el periodo en hasta 12,21 millones de euros, por debajo de los 14,64 millones de euros que la moda canadiense vendió a España un año antes.

 

La empresa canadiense Lululemon, fundada en 1998, es una de las compañías de moda del país que ha ganado más relevancia internacional en los últimos años. La compañía de equipamiento deportivo ya ha demostrado cierta debilidad de su negocio en Estados Unidos, donde las ventas de la compañía cerraron el primer semestre de 2024 con una evolución plana, frente al crecimiento de hasta un 34% de China o del 8% en Canadá.

 

Otras compañías nacionales con relevancia en el mapa de la moda internacional incluyen el grupo de moda outdoor Canada Goose, que a cierre de los nueve primeros meses de 2024 también redujo un 14,7% su facturación en Norteamérica, o Aritzia, la compañía del empresario canadiense Brian Hill que recientemente le valió la entrada a la lista de multimillonarios de Forbes. La compañía opera principalmente en el territorio, y está inmersa en una estrategia de expansión en Estados Unidos, donde las ventas aumentaron hasta un 24% en el último trimestre de la empresa.