Colombia: la tierra soñada de la moda en Latinoamérica

En un año marcado por procesos electorales en todo el mundo, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.

Mercados estratégicos

Radiografía de un mundo global

Un oasis de medida calma. Eso representa aparentemente Colombia en medio de las convulsiones que están protagonizando el resto de sus países vecinos latinoamericanos. Mientras los titulares internacionales no dejan de hablar de un posible fraude en las elecciones de Venezuela, el conflicto armado interno contra el narcotráfico en Ecuador o la última declaración irreverente de Javier Milei en Argentina, Colombia pasa desapercibida últimamente para los grandes medios.

Quizás la historia del país puede tener acostumbrado al público general a escuchar hablar de conflictos armados, trata de personas o narcotráfico en Colombia (una imagen también alimentada gracias a las últimas temporadas de la serie Narcos, en Netflix), lo que deja pasar de manera disimulada sucesos que en otros países resaltarían entre la normalidad. De cualquiera de las dos formas, la república cafetera está inmersa en su propia batalla para moderar la inflación, estabilizar la economía y alzarse como una de las grandes potencias de la región.

Sin elecciones nacionales a la vista en los próximos años, un hecho que tradicionalmente tiende a revolucionar los países del continente, el objetivo del Banco Nacional de la República para este 2024 es conseguir desacelerar los precios hasta un 5,5% a finales de año, una cifra que desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que se estanque en un 6,4%.

“Las sólidas políticas económicas de Colombia han contribuido a reducir significativamente los desequilibrios internos y externos, lo que ha permitido que la economía del país alcance niveles más sostenibles de actividad y demanda”, asegura la entidad en su último informe sobre la república caribeña. El país lleva más de dos años bajo la presidencia de Gustavo Pietro, antiguo guerrillero y que subió al poder con un claro programa de izquierdas y dinamitó la política bipartidista que había dominado Colombia durante más de un siglo.

Petro subió al poder al calor de una oleada de presidentes de izquierdas que sacudió al continente, protagonizada también por Gabriel Boric en Chile o la reelección de Lula da Silva en Brasil. El programa del presidente está marcado por propuestas tan ambiciosas como la denominada “paz total”, un acuerdo con todos los grupos armados del país a la vez, una extensa reforma agraria o el aumento del salario mínimo y reducción del precio de los alimentos.

El cuadro ‘macro’ de Colombia

Con dos años de mandato todavía por delante, y muchas medidas aún sin aterrizarse, algunos de los principales indicadores económicos del país sí han mostrado signos de mejora. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de Colombia, la inflación en el país se estancó en un 7,16% interanual en mayo, tras trece meses a la baja. El alza del precio de los alimentos, que se ha situado en un 4,41%, ha sido la principal causa de este enfriamiento de los precios.

Con una población de 52,6 millones de habitantes, la república latinoamericana registró un Producto Interior Bruto (PIB) de 363.000 millones de dólares en 2023. Las previsiones de crecimiento de la potencia del FMI pasan por que el país siga elevando esta cifra en los próximos años, aunque ligeramente por debajo que el resto de Sudamérica. El PIB de Colombia se elevará un 1,1% en 2024, frente al 1,4% que lo hará en el conjunto de la región, mientras que en 2025 este crecerá un 2,5%, dos décimas menos que en el acumulado de los países de la zona.

Según datos del Dane, en 2023 el país consiguió sacar de la pobreza a 1,6 millones de habitantes, después de tres años consecutivos a la baja. A pesar de esta reducción progresiva del número de personas por debajo del umbral de la pobreza, la entidad alerta que todavía hoy tres de cada diez colombianos no ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas, un límite que el Dane sitúa en 435.375 pesos al mes (alrededor de 110 dólares).

El desempleo, por su parte, se disparó en junio, el último mes con datos publicados por el Dane, hasta llegar a un 10,3%, un alza de nueve décimas con respecto al mismo mes del año anterior. En términos absolutos, el mercado laboral del país cerró el tercer mes del año con 2,8 millones de personas sin empleo.

En 2023, la industria manufacturera supuso un 12% del PIB de Colombia, siendo la industria alimentaria la que más contribuyó a la economía del país.  El Índice de Producción Industrial (IPI) de Colombia en mayo también cayó, un 2,4% interanual. La producción anual en el país estuvo lastrada precisamente por el sector de la manufactura, que cayó un 3,6%, y la explotación minera, que lo hizo otro 2,4%. Dentro de la moda, la confección de prendas de vestir se contrajo hasta un 7,9% en el mes, mientras que la fabricación de productos textiles lo hizo un 3,5%.

Made in Colombia

La moda es uno de los sectores más relevantes para la economía del país, tanto a nivel nacional como internacional. Dentro de las fronteras colombianas, en 2023 el país produjo textiles por valor de 99,7 millones de pesos colombianos (22.730 euros), mientras que la confección facturó hasta 122,2 millones de pesos colombianos (27.800 euros). Ambos sectores, sin embargo, registraron contracciones respecto al año anterior, de un 19,5% y 12,2%, respectivamente.

El sector, que representa el 1,3% del PIB del país, tiene su mayor mercado dentro del territorio. Según datos de Inexmoda, Colombia es uno de los países de la región con un gasto en moda más elevado. En febrero de este año, último mes con cifras disponibles, se situó en 2,75 millones de pesos colombianos (622.400 euros), un alza de 7,5% más que en el mismo mes del año anterior.

Colombia es principalmente un país importador de moda. En el conjunto de 2023, la república caribeña compró al exterior artículos de ropa y calzado por valor de 2.689 millones de pesos (613.900 euros). A España, el país le compró moda por valor de 124,5 millones de euros, siendo el cliente número 32 de la moda española.

Las exportaciones, por su parte, alcanzaron 1.468 millones de pesos colombianos (334.600 euros) en 2023, ligeramente por debajo de las importaciones y dando como resultado una balanza comercial negativa de 1.221 millones de pesos colombianos (268.546 euros).

El camino de Colombia y Venezuela

Este desequilibrio entre importaciones y exportaciones tiene su origen en la relación del país con Venezuela. En 2017, el mercado venezolano cerró sus fronteras a Colombia tras varios años de conflicto relacionados con el comercio ilegal entre fronteras y choques diplomáticos entre Nicolás Maduro y el entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

Este bloqueo acabó con uno de sus grandes socios comerciales de la república caribeña, responsable de casi un 50% de las exportaciones de Colombia. A día de hoy, dos años después de que las fronteras entre ambos países volvieran a abrirse, Venezuela todavía no ha recuperado el peso que tenía en la economía colombiana, cuyo gran socio comercial es ahora Estados Unidos. El peso del país yankee en las exportaciones colombianas es de un 32%, seguido, muy de lejos, por India (9,7%), Panamá (7,4%) y México (5,1%).

En 2023, y tras retomarse las relaciones entre ambos, el comercio entre Colombia y Venezuela cerró el año en 791,1 millones de dólares (724 millones de euros), un alza del 8,6% respecto a 2022. A mayo de este año el intercambio de productos entre países ya alcanza 393,8 millones de dólares (360 millones de euros), un 29,6% más.