Del ecodiseño a Mercosur: la moda se cuela en la agenda de la presidencia española de la UE
En los próximos seis meses, España ostentará por quinta vez en su historia la presidencia del órgano que representa a los Estados miembro en Bruselas, en un periodo clave para la moda en legislación europea.
30 jun 2023 - 05:00
España pilota el Consejo de la Unión Europea en medio del huracán legislativo para la moda. Mañana, España tomará la presidencia del órgano europeo que representa los Estados miembro por quinta vez en su historia. Lo hace a las puertas de unas elecciones generales y un año antes de que los europeos vayan a votar y una nueva Comisión tome las riendas. El turno de España de sentarse en la cabecera de la mesa de negociaciones llega cuando el sector de la moda mira con atención a Bruselas, que está poniendo los últimos detalles a la directiva de Ecodiseño y el greenwashing, el acuerdo de comercio con Latinoamérica para mirar menos a China y la legislación para impulsar una cadena de suministro más verde.
Es probable que, durante los seis meses en los que España ostente la presidencia se apruebe de forma definitiva la directiva del ecodiseño y la de Empoderar a los Consumidores, donde el Consejo y el Parlamento Europeo ya ha adoptado una posición. Desde los Estados miembro, se presionó para que la legislación contará con la prohibición de destruir ropa no vendida, la posición se tomó en contra de los planes de Suecia, que ha presidido el consejo en este primer semestre del año, mientras que Francia y Alemania lo apoyaban, según afirmó Financial Times.
La presidencia española tendrá que dirigir la posición del Consejo, que luego negociará con la Eurocámara, sobre otra de las legislaciones verdes orientadas al consumidor: la directiva del greenwashing (Justificación y comunicación de alegaciones medioambientales explícitas) y la de Derecho a Reparar, más centrada en aparatos electrónicos. Al exponer sus prioridades para los próximos seis meses, España no se ha posicionado sobre estas cuestiones, pero sí ha señalado como segunda prioridad “avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental”.
España ha puesto en el centro de su estrategia diversificar y fortalecer la cadena de suministro
Otra de las carpetas que recaen en la mesa española es la de la sostenibilidad en la cadena de suministro, que puede provocar que las empresas europeas tengan que rendir cuentas de su cadena de valor en términos de sostenibilidad ambiental y derechos laborales. El Consejo ya ha fijado su posición al respecto: lo hizo durante la presidencia checa el pasado diciembre, añadiendo un enfoque gradual en su aplicación.
Esta legislación afectará tanto a compañías europeas como a empresas extranjeras que facturen en Europa. La directiva se fijará en el número de empleados y el volumen de negocio neto mundial en el caso de que sea europea, y el volumen neto de negocio generado en la UE para las extranjeras. Primero afectará a compañías con más de mil empleados y 300 millones de euros de facturación, una horquilla en la que se incluyen gigantes del sector como Inditex, H&M o Mango.
Tanto el Parlamento como el Consejo han tomado ya posiciones y los diálogos tripartitos (entre Comisión, Parlamente y Consejo) ya están en marcha, pero las negociaciones para cerrar la directiva no avanzan a gran rapidez, así que es probable que no se cierren los próximos seis meses. En la cámara y en el consejo, esta ley está enfrentando a progresistas, que abogan por más control hacia las empresas, y conservadores, por lo que la postura de España al respecto puede depender del resultado de las elecciones generales del 23 de julio.
Aunque uno de los grandes caballos de batalla de España para estos seis meses, y que también puede impactar en la industria de la moda, es el trato con Latinoamérica. La UE busca nuevos socios y España capitalizar su influencia en la región. Un momento para impulsar estas relaciones y el pacto entre la UE y Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) seria en la cumbre EU-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños) que se celebrará a mediados de julio.
Desde Moncloa han señalado como una de sus principales prioridades “diversificar nuestras relaciones comerciales”, señalando Latinoamérica como una prioridad, para reforzar y diversificar las cadenas de suministros de las empresas de la Unión.