Entorno

Federico Steinberg (Real Instituto Elcano): “Con el coronavirus hay una oportunidad de reescribir el contrato social”

El investigador del Real Instituto Elcano expuso en la última edición de El Club de los Jueves las amenazas a las que se enfrenta la economía mundial tras el impacto del coronavirus.

C. J.

4 may 2020 - 04:47

Federico Steinberg (Real Instituto Elcano): “Con el coronavirus hay una oportunidad de reescribir el contrato social”

 

 

Más estado, desglobalización y declive de Occidente. Estas serán algunas de las tendencias que se acelerarán con la crisis del coronavirus, según Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto ElCano. El experto fue el protagonista del último encuentro (en esta ocasión, virtual) de El Club de los Jueves.


 

Vuelve a ver la charla de Federico Steinberg

en El Club de los Jueves

 

 

El Club de los Jueves es una iniciativa que nació en abril de 2016 impulsada por Deloitte y Modaes.es con la idea de crear un espacio afterwork dirigido a profesionales del negocio de la moda en España. A la iniciativa se sumaron rápidamente como impulsores la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), como partner en Madrid, y Modacc, en Barcelona, además del patrocinio de Analyticalways y Checkpoint.

 

El pasado jueves se puso punto y aparte a la iniciativa, con un último encuentro, en formato virtual, ante la imposibilidad de reunir a un alto número de personas cuando se instaure la nueva normalidad. Para poner el broche de oro a El Club de los Jueves, Federico Steinberg analizó cómo será la economía mundial tras el Covid-19.

 

Steinberg recalcó que la crisis acelerará las tendencias existentes, aunque dejó una ventana abierta para el optimismo: “hay una oportunidad de reescribir el contrato social, que teníamos que reescribir en todo caso, que pueda volver a generar sociales más estables y más capaces de hacer frente a futuras pandemias y al riesgo del cambio climático”, sostuvo.

 

En el plano económico, el experto subrayó que “estamos ante una recesión global y sincronizada muy profunda y todavía estamos en la niebla”. “No sabemos si habrá un segundo rebrote o la crisis económica del sector real se va a traducir en una crisis del sector financiero o en qué medida las políticas económicas que se están poniendo en marcha van a ser suficientemente efectivas para aplanar la curva de la recesión”, incidió Steinberg.

 

¿Es comparable? No exactamente. Para el investigador, la crisis del coronavirus no puede compararse a una guerra, “porque aquí no hay destrucción de infraestructuras”, ni a la gripe de 1918, cuando el mundo no era tan global y no hubo confinamiento, ni con la crisis de 2008, que comenzó en el sector financiero.

 

“Ahora tenemos una crisis económica autoinducida por motivos sanitarios que esperemos que no se traslade al sector financiero”, aclaró. “Estamos ante territorio inexplorado”, señaló Steinberg.

 

 

 

 

Con todo, el experto apuntó que lo único que se puede decir con certeza ante esta situación es que será la mayor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial. Y será una recesión global, porque habrá una caída del PIB mundial, ya que la crisis de 2008 afectó principalmente a los países del Atlántico Norte, mientras que los emergentes “aguantaron muy bien”.

 

En el caso de España, Steinberg señaló que hay que remontarse a la Guerra Civil para revivir una situación tan dramática. Además, el experto explicó que, aunque la crisis es simétrica y afecta a todo el mundo, tiene un efecto asimétrico en los diferentes países en función de sus estructuras productivas, “y en este caso España va a estar más tocada que otros”.

 

Steinberg describió la mayor dependencia del turismo, el margen fiscal estrecho, los importantes niveles de desigualdad o la alta temporalidad del mercado laboral como algunas de las características de mayor riesgo de la economía española ante esta situación. “Lo vamos a pasar peor nosotros y los italianos que países del norte de Europa”, apuntó el investigador.

 

 

 

 

“La respuesta de política económica ha intentado que los cortocircuitos que se producen en todo el sistema económico no sean tan profundos como para dejar daños irreparables en el tejido productivo a medio plazo”, explicó el experto.

 

Para exponer la situación, Steiberg hizo uso de la metáfora de Paul Krugman, que equipara el momento actual con poner al paciente en un coma inducido durante unos meses para poder reanimarlo después y mantener la economía tal y como estaba. “Y eso se consigue con un papel del Estado como nunca antes se ha visto”, adujo.

 

Según Steinberg, esta medida la pueden llevar a cabo sólo regiones como Estados Unidos, la eurozona o el Reino Unido, “pero no los países en vía de desarrollo que tienen bancos centrales con poca credibilidad y monedas débiles”, sentenció.

 

En el caso de la zona euro, “donde tenemos una unión monetaria incompleta”, la situación corre peligro. “Si no sabemos gestionarlo bien, ponemos en riesgo la propia viabilidad del proyecto europeo si es que los ciudadanos no perciben a la unión como parte de la solución y no como parte del problema”, añadió.

 

 

 

 

Steinberg también apuntó que los niveles de deuda se dispararán, y aunque evitó hacer comparaciones con la guerra, el experto señaló que “las guerras no se financian con impuestos, sino con endeudamiento”. Sin embargo, el investigador añadió que “lo importante no es tanto el nivel de deuda sino el coste de ir refinanciándola”.

 

“Si tenemos un banco central que actúe de manera adecuada y empezamos a crecer de nuevo, esta deuda se puede volver a pagar”, señaló. Steinberg apuntó el camino hacia la solución con “un poco de crecimiento, un poquito de inflación que podemos generar en algún momento y soluciones mancomunadas que podamos plantear”.

 

En paralelo, Steinberg recalcó el interés de usar el plan de recuperación para hacer grandes inversiones “en las dos variables clave en las que Europa tiene que avanzar más rápido: la economía digital y la economía verde”.

 

 

 

 

En el plano geopolítico, el investigador sostuvo que la crisis del coronavirus reforzará tendencias preexistentes, más que significar puntos de inflexión muy profundos. El aislacionismo de Estados Unidos, el expansionismo de China, las dudas sobre la posición europea, la aceleración de la desglobalización, el aumento de la desigualdad o el papel del estado fueron algunas de las tendencias a las que apuntó Steinberg.

 

Sobre Estados Unidos, Steinberg sostuvo que es la primera vez en una crisis internacional desde la Segunda Guerra Mundial que el país renuncia explícitamente a tener un papel de liderazgo.

 

“En esta ocasión, bajo la presidencia de Trump, tenemos un Estados Unidos con prácticamente cero legitimidades, destructor de las instituciones multilaterales de cooperación, que no está ayudando a nadie, al revés, que tiene una pésima gestión de la pandemia con un negacionismo bastante llamativo”, criticó Steinberg.

 

En el caso de China, “está cada vez más asertiva e intentando ocupar un papel más importante en el panorama internacional”, según Steinberg. “China está intentando reescribir el relato del coronavirus para aparecer como una potencia colaborativa, pero si esta desaceleración económica que vamos a ver es tan intensa, lo va a pasar mal, porque la legitimidad del sistema político chino depende del crecimiento económico”, analizó el experto.

 

Para Europa, Steinberg explicó que “está buscando un poco su lugar en este mundo de crecientes rivalidades y posiblemente la crisis nos abre una oportunidad para avanzar en la integración”. “Porque cuando nos toca una crisis nos damos cuenta que tener una integración a medias es muy costoso”, analizó.

 

 

 

 

¿Desglobalización?

Ante la pregunta si el mundo se encamina hacia la desglobalización, Steinberg expuso dudas. “En algunos sectores ya estábamos viendo un cuestionamiento de algunos elementos como el extremo libre comercio y la globalización financiera”, explicó.

 

“Esta tendencia va hacia recuperar un poco el papel del estado, considerar que hay sectores estratégicos que es mejor producir domésticamente, que las cadenas globales de suministro pueden hacer demasiado dependientes de países externos”, apuntó Steinberg. Con todo, para le investigador esta es una aceleración de una tendencia que ya existía.


Para el investigador, esta podría ser una gran oportunidad para construir un nuevo contrato social. “Vamos a ver un mundo con mayores impuestos y mayor regulación, y hay que ver si podemos construir un nuevo contrato social”, explicó. “De algún modo sabemos que las posibilidades de contratos sociales profundos, como el estado de bienestar, se producen después de momentos de enorme shock”, concluyó Steinberg.