Latinoamérica, ante el efecto ‘contagio’: las potencias de la región desaceleran en 2018

Latinoamérica se contagia de la moderación del crecimiento global. La región, diversa y convulsa, ha cerrado 2018 en mala forma, con sus principales potencias desacelerando. Su exposición al comercio internacional (en jaque ahora por la guerra comercial) y la incertidumbre política penalizaron el potencial de crecimiento de varios países, muy expuestos también al más débil desarrollo del comercio global. 

De hecho, Colombia fue la única economía latinoamericana que impulsó su crecimiento en el último año respecto a 2017, mientras que  Argentina entró de nuevo en recesión.

En un contexto de desaceleración mundial, Latinoamérica empieza a mostrar síntomas de agotamiento mientras busca mayor estabilidad regional. En sus últimas previsiones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de que el crecimiento de Latinoamérica se verá impactado por el debilitamiento de la economía mundial.

De las cuatro mayores potencias de la región, Colombia fue la única que aceleró su crecimiento en 2018, elevando su PIB un 2,7%, en línea con las previsiones del Gobierno colombiano y los analistas. El crecimiento del último año es el mayor desde 2016, cuando la economía colombiana mejoró un 2%.

La mejora económica se tradujo también en la industria: en 2018, la industria manufacturera colombiana logró salir de la recesión, tras anotar un crecimiento del 2%. El año anterior, el sector contrajo su actividad un 1,8%, siendo la moda una de las industrias más afectadas en este sentido. El FMI predijo el pasado enero que la economía colombiana crecerá un 3,3% en 2019. 

Brasil, por su parte, anotó un débil crecimiento en el último año, en pleno relevo tras la victoria de Jair Bolsonaro. El país, el mayor mercado de consumo de Latinoamérica, creció un 1,1% en 2018, en línea con el año anterior.

Brasil creció sólo un 1,1%, muy por debajo de las previsiones de inicio de año

De hecho, las previsiones para Brasil a principios de 2018 contemplaban un crecimiento del 3%, pero el paro de camioneros de mayo y la incertidumbre política por la elección de un nuevo presidente rebajaron los pronósticos de la economía brasileña. Sin embargo, el FMI ha sido más optimista con el país sudamericano para este año y prevé un incremento del 2,5%. 

Otro país que sufrió los estragos de las elecciones fue México. La economía mexicana creció un 2% en 2018, una décima menos que en el año anterior, cuando el PIB del país creció un 2,1%. El FMI ya advirtió a principios de año sobre una ralentización de la economía mexicana, que este año crecerá un 2,1%. 

Además de las elecciones presidenciales, la incertidumbre sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) también impactó en el desarrollo de la economía mexicana durante el último año.

De los cuatro big four de Latinoamérica, Argentina fue el único que entró en recesión. Tras crecer un 2,9% en 2017, el país volvió a cerrar 2018 en rojo, con una caída del 2,6%, marcando su peor año desde 2009.  La intervención del FMI y la inflación de casi el 50% fueron los lastres del último año para la economía argentina.