Plazos, reparto de sillas y la excepción vasca: claves de la negociación del convenio de Arte

La brecha en el comercio ya es oficial. La Asociación Retail Textil España (Arte) anunció ayer su voluntad de negociar el primer convenio colectivo estatal del comercio textil y del calzado. Comienza ahora la cuenta atrás para constituir una mesa en la que previsiblemente tendrá mayoría CCOO, seguida de UGT y Fetico, y con la oposición algunos sindicatos nacionalistas. Fuera del convenio quedará el País Vasco, donde un acuerdo de 2017 establece la prioridad aplicativa de los convenios provinciales. 

En el comunicado, Arte asegura que informó ayer a CCOO, UGT, Fetico, ELA, LAB y CIG de su voluntad de negociar el convenio estatal. Son los siete sindicatos que cumplen con los requisitos establecidos en la normativa vigente para ser considerados “representativos”, es decir: con más de un 10% de representación a escala nacional (como es el caso de CCOO y UGT), con más de un 10% de representación en el ámbito de actuación (en este caso en el comercio textil, un requisito que cumple Fetico), o más de un 10% en un solo territorio (que cumplen los vascos ELA y LAB y la CIG gallega). En total, la mesa estará compuesta por quince miembros. Fuentes sindicales consultadas por Modaes estiman que se constituirá en junio o julio y que en septiembre comiencen ya las negociaciones.  

La mesa estará compuesta por quince miembros con más del 50% en manos de CCOO y UGT 

Desde Fetico se muestran muy partidarios de un convenio colectivo nacional. “Estamos absolutamente a favor de la concentración de la negociación colectiva: no tiene sentido que, a trabajo de igual valor, el sueldo no sea el mismo”, argumenta Antonio Pérez, secretario general de Fetico, que según datos del sindicato tiene una representación del 14% en el sector del comercio textil. 

El convenio propuesto por Arte, como ya anticipaba la asociación en sus estatutos, deja fuera a las cadenas más pequeñas y al comercio unilocalizado. En concreto, es de aplicación para las cadenas del sector (incluyendo textil y calzado, prendas de vestir, otros elementos accesorios y productos para el hogar) con una superficie de venta física total de al menos 3.500 metros cuadrados a escala nacional, tiendas físicas en al menos tres comunidades autónomas o más de 400 empleados. 

Arte, por su parte, tiene representatividad suficiente en tanto que supera el 50% del empleo en este marco de aplicación contemplado. La Asociación está formada por Inditex, H&M, Mango, Primark, Iberian Sports Retail Group, Uniqlo, Pepco y Kiabi. En el comunicado, la asociación precisa que se “respetarán los acuerdos que puedan suponer condiciones más beneficiosas en las distintas empresas”. 

Desde la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), que en 2018 se transformó en asociación nacional y que negocia el convenio de Madrid, se muestran “sorprendidos porque una patronal que se acaba de constituir vaya a negociar un convenio colectivo sin avisarnos”. “La división de patronales no tiene ningún sentido, hace un flaco favor al sector”, añade su presidente, Eduardo Zamácola.

La excepción vasca

Desde ELA aseguraban a este medio que no habían tenido constancia de la comunicación de Arte y descartan dar valoraciones antes de conocer en detalle la propuesta, pero subrayan que los convenios provinciales en el País Vasco están blindados frente a los estatales. 

El sindicato se refiere al Acuerdo Interprofesional, firmado en 2017, que otorga prioridad aplicativa a los convenios y acuerdos estatutarios territoriales e interterritoriales de la comunidad autónoma del País Vasco “frente a otros convenios o acuerdos de ámbito estatal que puedan concurrir en ellos”. 

Es decir, que, aunque a escala nacional se firmara un convenio de ámbito estatal para el comercio textil, en la comunidad autónoma vasca seguirían siendo de aplicación los provinciales de Vizcaya, Gipuzkoa y Álava. ELA es el sindicato mayoritario en las tres negociaciones colectivas, con una representación que ronda el 60% en Vizcaya, el 70% en Gipuzkoa y el 80% en Álava. 

La CIG rechaza la negociación de un convenio estatal y los sindicatos vascos recuerdan que en su comunidad la prioridad aplicativa es de las provincias

Los convenios específicos de comercio estaban ya blindados desde dos años antes por el Acuerdo Marco del Comercio de la Comunidad Autónoma del País Vasco, que establecía la misma prioridad aplicativa para el sector. 

El pasado mayo, se alcanzó un preacuerdo para el comercio textil de Vizcaya, que llevaba sin convenio desde 2015, con una actualización salarial del 12% para este año e incrementos del 4% para 2024, del 3,5% para 2025 y del 2,5% en 2026. 

El de Gipuzkoa se firmó en enero después de 19 días de huelga en el sector y contempla una actualización de las tablas salariales en un 14,1% e incrementos del 4,5% para 2022 y del 5% en 2023. Para 2024 se contempla una subida equivalente al IPC de 2023 más 1,4 puntos, y para 2025 será el IPC de 2024 más 1,4 puntos. El de Álava está vencido desde el pasado diciembre y se prevé que se constituya la nueva mesa de forma inminente.

Sin embargo, el último caso similar, el convenio de restauración moderna, que ELA, CIG y LAB trataron de impugnar, acabó siendo ratificado por la Audiencia Nacional. 

Además, otros convenios cuentan también con cláusulas que impiden que se aplique uno estatal antes del vencimiento del de la provincia. “Pero el éxito de un convenio es que se aplique en bloque”, matiza Agustín Benavent, counsel en el área de derecho laboral de Ceca Magán Abogados y experto en negociaciones colectivas. 

La CIG, en contra 

Desde la CIG, que el año pasado lideró varias protestas contra Inditex por los salarios en tienda (el grupo terminó pactando con UGT y CCOO un salario mínimo de 18.000 euros), se muestran abiertamente en contra de un convenio estatal.

“No creemos en los convenios estatales”, sentencia Transi Fernández, secretaria de la Federación Servizos de la CIG, que aseguraba en la mañana de ayer que tampoco había sido informada, aunque desde Arte aseguran que se comunicó a todos los sindicatos antes de difundir el comunicado de prensa. 

“A nosotros nos quita fuerza en el convenio provincial y supone un varapalo para convenios como el que acabamos de firmar en Pontevedra, donde hemos conseguido que se limite el uso de los contratos a tiempo parcial a un 25% del personal y sólo con contratos de entre 27 y 30 horas”, añade Fernández.