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Ananas Anam, el secreto está en la piña

Para hacer un metro cuadrado de Piñatex hacen falta 480 hojas de piña, el equivalente a la producción de unas dieciséis plantas. El fin natural de esas hojas es la incineración.                                             

Ananas Anam,  el secreto está en la piña
Ananas Anam,  el secreto está en la piña
Hijosa se planteó si podrían usarse las miles de hojas de piña que se desechan cada año para la producción de un material con características similares a la piel, y nació Piñatex.

I. P. G.

23 ene 2024 - 05:00

¿Puede la piña cambiar la industria textil? Este es el ambicioso punto de partida de Ananas Anam, la matriz de Piñatex, fundada en 2013 por la asturiana Carmen Hijosa en Londres y hoy una de las compañías de materias primas alternativas de mayor crecimiento en la industria de la moda.

 

 

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Sede

Londres

 

Año de fundación

2013

 

Especialidad

Fibras e hilos a partir de hojas de piña

 

Fábricas

Dos: en España y Filipinas

 

Facturación

N. D.

 

 

Hijosa se doctoró en textiles por el Royal College of Art de Londres y durante casi dos décadas lideró una compañía de cuero de lujo en el país, Chesneau Leather Goods. Tras comenzar a trabajar como consultora del Banco Mundial, la idea para poner en marcha Piñatex se gestó a miles de kilómetros de distancia de donde empezó su primera compañía, en Filipinas, donde la emprendedora trabajaba para la entidad en un proyecto de investigación de la industria filipina del cuero.

 

Hijosa se planteó si podrían usarse las miles de hojas de piña que se desechan cada año para la producción de un material con características similares a la piel, y nació Piñatex. Hoy, Ananas Anam ópera también con Piñayarn, un hilo lanzado a finales de 2022, y con Piña Palf, una fibra destinada a la industria de la automoción.

 

Todas se producen a partir de las hojas de la piña, que son consideradas un residuo durante la cosecha, y tienen un relativamente bajo impacto medioambiental. La empresa trabaja para compañías como Nike, Hugo Boss, H&M, Ecoalf o Carolina Herrera.

 

 

 

 

El siguiente paso será dar el salto a productos más técnicos, para lo que ya ha comenzado los trabajos de investigación. La compañía tiene su sede central en Londres, donde se fundó y desde donde trabaja el equipo de márketing, parte del equipo de investigación y desarrollo (I+D) y el de finanzas.

 

La empresa tiene también dos filiales, una de ellas en Canet de Mar (Barcelona), donde cuenta con una planta de producción, almacenes para abastecer al mercado europeo y un creciente equipo de I+D. La planta española, abierta en 2022, permitió a la compañía duplicar la producción de fibra Piña Palf respecto al año anterior.

 

La otra filial se encuentra en Filipinas, donde Ananas Anam controla plantaciones de piña y cuenta con una planta de producción local. La compañía también trabaja directamente con proveedores de las principales marcas en Japón, Bangladesh, Vietnam y varios países europeos.

 

 

 

 

De la piña a la prendaEn un contexto marcado por una infraoferta de fibras alternativas, especialmente de origen natural, Ananas Anam defiende que su principal ventaja competitiva reside en su acceso a la materia prima a escala. La compañía tiene acuerdos con las mayores empresas productoras de piña a escala mundial, con plantas de recolección y producción en Filipinas, Bangladesh, Costa de Marfil y Costa Rica.

 

“Esto nos permite tener acceso a una capacidad casi ilimitada, que garantiza nuestra capacidad productiva”, señalan desde la empresa.Después de la cosecha de la piña, las hojas de la planta que quedan se recogen en manojos y las fibras largas se extraen mediante máquinas semiautomáticas.

 

 

 

 

Las fibras se lavan y luego se secan naturalmente al sol o durante la temporada de lluvias en hornos de secado. Una vez secas, pasan por un proceso de purificación, lo que da como resultado un material parecido a una pelusa. Esta fibra de hoja de piña (Palf) se mezcla con ácido poliláctico a base de maíz y se somete a un proceso mecánico para crear Piñafelt, una malla no tejida que forma la base de todas las colecciones de Piñatex.

 

Luego, los rollos de Piñafelt se envían en barco desde Filipinas a España o Italia para el acabado. Según la empresa, más de mil marcas de todo el mundo han usado ya sus materiales.

 

 

A principios de 2023, la compañía cerró una nueva ronda de financiación, por un importe que no trascendió, que fue liderada por Haltra Group, una firma de inversión especializada en proyectos sostenibles con base en Luxemburgo.

 

Entre los participantes de la ronda estaban también French Compagnie Fruitière, uno de los mayores productores de fruta de Europa; el proveedor del sector de la automoción Forvia, y el grupo japonés Asahi Kasei Corp, especializado en el desarrollo de materiales para industrias como la química, el textil o la electrónica.

 

Según Crunchbase, Ananas Anam ha levantado ya más de 250.000 libras. En septiembre, la empresa incorporó a Manel Echevarria como nuevo consejero delegado. El ejecutivo, con amplia experiencia en moda, ha pasado por empresas como Swarovski, Lacoste y, más recientemente, Grupo Excens Sports. Hasta su incorporación, la dirección la ejercía su fundadora, que mantiene el cargo de directora creativa y de innovación.

 

 

 

 

El resto del equipo directivo está formado por Bruno de Penanster, director financiero y basado en Reino Unido; Josep Taylor, responsable del negocio en España, y Chuck Lazaro, que lidera el negocio en Filipinas, entre otros, además de Carmen Hijosa.La compañía ha sido reconocida con varios galardones y respaldada por compañías de moda como H&M, que le otorgó su Global Change Award, o Inditex, que la incluyó en su programa de colaboración con start ups Sustainability Innovation Hub en 2022.