Susanna Campbell (Syre): “Necesitamos una solución circular y el poliéster reciclado no lo es”
Con la presión de ser una de las promesas del reciclaje a gran escala, Syre avanza en sus planes de producir 500.000 toneladas de fibra para 2027. La empresa cuenta con grandes inversores detrás y acuerdos de compra a largo plazo.
8 nov 2024 - 05:00
Nacida hace tres años, en octubre de 2021, la empresa sueca Syre promete lo que hace unos años, e incluso hoy, parece imposible: una tecnología capaz de reciclar químicamente el poliéster a gran escala. “La moda necesita una solución circular, y el poliéster reciclado, que a día de hoy proviene de envases de plástico, no lo es”, aseguró ayer la presidente y cofundadora de la compañía, Susanna Campbell, durante su intervención en Impact Week 2024, la jornada sobre emprendimiento de impacto impulsada por Norrsken.
“Cada sector debe ser capaz de cerrar su propio círculo”, continuó la empresaria, que denunció el uso abusivo de botellas de plástico para crear tejidos reciclados. En su lugar, defendió Campbell, tanto el sector como el consumidor se debe acostumbrar al poliéster circular.
Ese es el objetivo de Syre y para lo que se anunció en el mercado a principios de este año. La compañía tiene el objetivo de construir al menos dos plantas a gran escala en los próximos dos años, hasta 2027, que tendrán la capacidad de generar 250.000 toneladas de fibra cada una a partir de residuo textil. Esta cantidad supone un salto enorme respecto a la capacidad actual de la industria.
“Comenzamos de manera contraria a lo que estaban haciendo las empresas en ese momento -relató la presidenta-; primero decidimos qué problema queríamos abordar y después, nos centramos en desarrollar la tecnología, ya con la idea de que fuera a gran escala desde el principio”.
Syre nació gracias a una inversión de 600 millones de euros tanto de H&M como del fondo de inversión Vargas Holding para siete años, a la que posteriormente se le unió el fondo de inversión TPG Rise Climate. En mayo de este año, un par de meses después de hacer pública su existencia, la empresa consiguió cerrar otra ronda de financiación, de cien millones de euros, en la que dio entrada a su capital a más gigantes: Volvo, la fundación Imas (propietaria de la mayor parte de la red de tiendas de Ikea) y los fondos de inversión Giant Ventures y Norrsken VC.
Syre consiguió levantar cien millones de euros apenas unos meses después de aparecer en el sector
“Cuando intentas llevar a cabo una misión así, no lo puedes hacer solo”, continuó Campbell, aunque también admitió la dificultad de conseguir el compromiso de las empresas del sector. “Los acuerdos de compra son un ‘tira y afloja’ que llevan tiempo”, aseguró la presidenta, a los que calificó también como el mayor reto de la moda. Empresas pequeñas como Syre, valoró, no pueden permitirse un semi-engagement, y necesitan tanto de un producto completamente adaptado a su cliente, en este caso las empresas de moda, como del compromiso de estos para poder seguir operando.
Para Campbell, otra de las prioridades de Syre es cerrar los círculos regionales de residuos, para lo que prevé aperturas tanto en la región de Asia, el mayor polo productor de moda a nivel mundial, como en Europa, uno de los mayores mercados de consumo. En Estados Unidos, la compañía ya ha comenzado a poner en marcha la que será su primera, todavía a menor escala.
“En cinco años veo a Syre con una red extensa de fábricas distribuidas por el mundo-imaginó la cofundadora-; y más actores que hagan lo mismo, necesitamos de otros actores que hagan esto más allá de nosotros”.