‘Influencers’: el negocio detrás de los ‘likes’

Tras conseguir que casi 600.000 personas vean sus videos sobre moda y belleza y lanzar su propia marca de ropa al mercado, Riumbau ha dado el salto a los medios convencionales gracias al engagement que genera entre chicas jóvenes de entre dieciocho y veinticinco años. 

Cada vez menos gente se refiere a ella por su verdadero nombre, pero la fundadora del blog Dulceida, Aida Domènech, ha convertido sus posts en un negocio donde una fotografía promocional en Instagram puede llegar a costar 3.500 euros.

Aunque empezó como un terreno de mujeres, los blogs y las redes sociales también han visto crecer perfiles masculinos que han conseguido vivir fruto de sus colaboraciones gracias al boom que ha experimentado la moda masculina en los últimos años.

Aunque España ya se ha subido a la ola, el fenómeno de las agencias de representación de influencers se gestó en el extranjero, donde una constelación de empresas ha logrado crecimientos a triple dígito al calor del boom de los prescriptores digitales de tendencias.

Fundada en 2012, Okiko fue la primera agencia española dedicada exclusivamente a la gestión y representación de prescriptores digitales de tendencias en España. Con una facturación superior al millón de euros, influencers como Gala González o Miranda Makaroff forman parte de su cartera. 

De Cartier a Pull&Bear: no hay marca de moda que se le resista a la fundadora del blog Lovely Pepa. Pereira ha embelesado con miles de looks a una audiencia fiel que puede encontrar en su plataforma todo aquello que luce en sus fotos. Por el uso del inglés en sus videos, la internacionalización parece ser el próximo gran objetivo de la joven gallega. 

La joven, que fue la primera figura que alcanzó el estrellato gracias al mundo digital, ha sido encumbrada por empresas de moda en todo el planeta. El sólido negocio que ha construido gira entorno a su imagen, su propia línea de moda y calzado y el fiel público de su blog The Blonde Salad, convertido en medio de comunicación y portal de ecommerce.  

Blogueros, instagramers, influencers, youtubers, viners, vloggers, microinfluencers… la jerga que ha generado Internet y las redes sociales en poco más de una década es tan extensa como el negocio que se ha configurado a su alrededor.