Estanislao Carpio, el hombre de mar que navegó con la familia Domínguez
El ejecutivo ha aplicado al grupo gallego las reglas aprendidas en una de las mayores compañías de calzado de España, Camper.
13 jul 2016 - 04:57
De Mallorca a Galicia. Y del calzado a la moda. Pero, siempre, en empresas familiares. Este es el camino que ha recorrido Estanislao Carpio en los últimos cuatro años. El hasta ahora consejero delegado de Adolfo Domínguez ha conseguido devolver a números negros a la compañía gallega, que vuelve a estar liderada por el empresario que le da nombre. Ejecutivo de operaciones, metódico, de ideas claras y, sobre todo, un hombre de mar enamorado de la náutica, según le definen fuentes cercanas.
De semblante rudo, Estanislao Carpio se incorporó a Adolfo Domínguez en septiembre de 2012. El ejecutivo llegó a la empresa con el difícil reto de convertirse en el primer director general de la historia de una compañía que, aunque cotizada en bolsa, cuenta con un marcado carácter familiar.
Pero lidiar con una empresa familiar y con un presidente de personalidad compleja no era algo ajeno a Carpio. El ejecutivo llevaba más de una década en Camper, liderada por Lorenzo Fluxà, un empresario conocido por su genialidad y por su fuerte temperamento. “Si Adolfo Domínguez es pura creatividad, Carpio es estructura, fundamentos y organización”, señalan directivos de la compañía gallega.
Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y PADE por la escuela de negocios Iese, Estanislao Carpio ha desarrollado el grueso de su carrera en el negocio de la moda, en el que se ha especializado en gestión de la cadena de suministro y operaciones.
Hombre de operaciones, metódico, de ideas claras y, sobre todo, un hombre de mar enamorado de la náutica, según le definen fuentes cercanas
En septiembre de 1996, Carpio fue nombrado director general del grupo de calzado Camper, también familiar, como Adolfo Domínguez. Poco más de once años después, Carpio se movió en el seno del grupo familiar y se convirtió en responsable de operaciones de la empresa, cargo que ocupó de enero de 2008 y julio de 2012.
En Mallorca (donde se encuentra la sede de Camper), Estanislao Carpio cultivó su pasión por el mar. De hecho, sigue haciéndolo, ya que, según fuentes cercanas, vive a caballo entre la isla y Madrid. Si Inditex logró que Pablo Isla se trasladara a tierras gallegas con toda su familia, Adolfo Domínguez no lo consiguió con Carpio, que no confió en el clima extremo de Ourense. Carpio, en cambio, ha abierto nuevas oficinas de la empresa en Madrid, a las que ha llevado a gran parte del equipo de Adolfo Domínguez.
Con la llegada de Carpio y su posterior ascenso al cargo de consejero delegado, Adolfo Domínguez parecía dispuesto a ceder las riendas de la empresa. Finalmente, según fuentes del sector, el diseñador ha impuesto su visión sobre el futuro de la compañía y ha prescindido del equipo directivo formado durante los últimos años.
“Si Adolfo Domínguez es pura creatividad, Carpio es estructura, fundamentos y organización”, señalan directivos de la compañía gallega
Fuentes del consejo de administración de Adolfo Domínguez explican, asimismo, que el tiempo necesitado para reconducir el rumbo de la compañía gallega ha impacientado al órgano de administración.
Y es que, según expertos del sector consultados por Modaes.es, a Adolfo Domínguez le ha faltado un directivo con carácter comercial. Experto en operaciones, Carpio ha centrado su trayectoria en Adolfo Domínguez en liquidar el stock y corregir las ineficiencias, como ya había hecho en Camper. “Una vez ejecutado este trabajo a la perfección, Adolfo Domínguez requiere un hombre de crecimiento”, señalan fuentes del sector.
De hecho, ese era el objetivo del plan estratégico que la empresa encargó en 2014 a la consultora Bain, con el que debía reconducir el rumbo de una marca que tocó su techo en los noventa y languideció en la década pasada. Este plan, con un coste, según fuentes del sector, de un millón de euros, apostaba por elevar la imagen de marca para ampliar márgenes y, con ello, justificar el plan de cierres.
Pero, tras la ejecución del plan de reestructuración de la red de tiendas, las ventas no han subido. Y es que la marca Adolfo Domínguez sigue intacta. “La marca tiene un posicionamiento muy claro y es difícil huir de él: uno es lo que es y es difícil querer ser otra cosa”, confesaba el propio Carpio en la única entrevista a un medio de comunicación que ha concedido en su etapa en Adolfo Domínguez, que ahora cierra.